Rototom: ¡®livin¡¯ la vida ¡®reggae¡¯
El festival cumple 20 a?os de compromiso social y sonidos jamaicanos El certamen, nacido en Italia, se consolida como una de las citas estivales en la costa espa?ola
Benic¨¤ssim no es lugar para corazones de piedra del 17 al 24 de agosto. La ciudad de los festivales se convierte en una suerte de zona franca donde imperan tres m¨¢ximas: paz, amor y unidad. Los preceptos del reggae que desde hace 20 a?os un grupo de italianos proclama durante una semana de intercambio cultural en el festival Rototom Sunsplash. ¡°La m¨²sica es solo la banda sonora de esta peque?a comunidad que cree que otro mundo es posible¡±, dice Filippo Giunta, director de la cita.
Un lugar donde Rigoberta Mench¨² inventa un cuento ancestral para ni?os en un recinto denominado M¨¢gico Mundo y dos horas m¨¢s tarde se sienta frente a los padres para contarles que 21 a?os despu¨¦s de recibir el Premio Nobel de la Paz a¨²n persiste en la lucha por una cultura pac¨ªfica. ¡°La conciencia universal sobre los problemas globales, la autoestima que har¨¢ que la creatividad prevalezca y el cultivo de la salud espiritual, social y f¨ªsica contribuir¨¢n a la esperanza y nos evitar¨¢n navegar por la oscuridad¡±, plante¨® esta ind¨ªgena quich¨¦ de Guatemala, ingeniera de puentes entre pueblos forzada por el exilio, premio Pr¨ªncipe de Asturias de Cooperaci¨®n Internacional en 1998.
La visita de Mench¨² sucede a la del soci¨®logo Zygmunt Bauman la pasada edici¨®n o a la de la tambi¨¦n Nobel Shirin Ebadi. En las 41 hect¨¢reas por las que se despliega el festival domina un escenario principal donde cada a?o las viejas glorias y los nuevos talentos del reggae amenizan las veladas, pero donde tambi¨¦n hay hueco para el foro social, una universidad especializada en este g¨¦nero musical, talleres de circo o yoga, la artesan¨ªa, ¨¢reas infantiles¡ Hay incluso una peque?a aldea africana con chozas de adobe cuyos habitantes dan clases de baile todas las ma?anas en la playa. ¡°En la mayor¨ªa de los macrofestivales lo importante es c¨®mo est¨¦ el artista, con grandes zonas vips y comodidades¡±, opina el director. ¡°Aqu¨ª nos interesa el p¨²blico. Los m¨²sicos vienen a trabajar y su ambiente debe ser acorde¡±.
Giunta, con la ayuda de Claudio Giust, director de marketing, y Sabrina Trovant, directora art¨ªstica, entre otros, fundaron esta cita hace 20 a?os en Gaio de Spilimbergo, una peque?a localidad al norte de Italia. Hace cuatro se trasladaron a Espa?a ¡°perseguidos¡±, dicen, ¡°por la peligrosa pol¨ªtica de Berlusconi y sus aliados de la Liga Norte¡±. Las proclamas nacionalistas de los socios de Il Cavaliere que circunscrib¨ªan Italia para los italianos poco ten¨ªan que ver con una iniciativa que se sustenta en principios multirraciales. ¡°Un festival que se va de un pa¨ªs siempre es sospechoso¡±, reconoce Giunta. ¡°El alcalde de Benic¨¤ssim en aquel momento supo comprender que no se trataba de un problema de drogas, sino pol¨ªtico¡±. Rototom pas¨® a la lista negra de la ley Fini-Giovanardi que aboli¨® la distinci¨®n entre drogas blandas y duras. ?Han conseguido quitarse la etiqueta de marihuana, reggae y rastas? ¡°En este festival, como en todos, hay porros, y aqu¨ª en Espa?a esto no ha escandalizado a nadie¡±, asegura el director. ¡°No se consumen drogas qu¨ªmicas, ni coca¨ªna, la gente est¨¢ mucho m¨¢s relajada. No hemos tenido una pelea en 20 a?os. Me parece significativo teniendo en cuenta que juntamos una media de 200.000 personas en ocho d¨ªas¡±. ¡°El buen rollo y la filosof¨ªa que tratamos de inculcar se contagian enseguida¡±, apostilla Giust.
En esta ocasi¨®n, sus expectativas auguran r¨¦cord de asistencia: 30.000 personas al d¨ªa hasta sumar las 200.000 totales, un 30% m¨¢s que el a?o pasado. ¡°El p¨²blico nos ha permitido superar graves problemas como la subida del IVA cultural y la falta de acuerdo con los propietarios de los terrenos del camping¡±, dice Giunta. El pasado julio, durante la presentaci¨®n de esta edici¨®n dedicada al amor, los responsables del Rototom sembraron la duda. Ninguna autoridad les hab¨ªa recibido ¡ª¡°Todos estaban pendientes del futuro del FIB¡±, aseguran los organizadores¡ª y ve¨ªan peligrar la permanencia de la cita. ¡°Por suerte, fue decirlo delante de un micr¨®fono y a la semana siguiente todos los responsables pol¨ªticos nos llamaron¡±.
Aunque presumen de que m¨¢s del 90% del festival se financia con la venta de entradas y abonos, los fundadores reclaman el apoyo institucional como parte de su pol¨ªtica de ¡°integraci¨®n con el territorio¡±. Giunta y sus compinches no solo se trajeron a Espa?a el mayor festival de reggae de Europa, sino que en la maleta incluyeron sus enseres. Desde hace cuatro a?os residen en Benic¨¤ssim practicando lo que denominan la filosof¨ªa del kil¨®metro cero: ¡°Todo proviene de la zona. Trabajamos con empresarios del lugar, compramos en las tiendas del pueblo, hemos acondicionado el acantarillado del recinto para no tener que usar ba?os qu¨ªmicos, como la mayor¨ªa de festivales, lo que adem¨¢s nos permite tener agua potable¡±.
Rototom cuenta con zonas verdes y fuentes: ¡°El agua es un derecho, no un negocio, no vamos a cobrar tres euros por una botella¡±. La cerveza cuesta dos euros y se pueden comprar bebidas alcoh¨®licas por cinco. ¡°Hemos establecido una pol¨ªtica de precios justos con los chiringuitos que se instalan en el festival¡±, cuenta el responsable de marketing. ¡°Tampoco vivimos de las barras con precios prohibitivos. No hay vallas con patrocinadores, la mayor¨ªa de multinacionales no son ¨¦ticamente compatibles con nuestros principios, as¨ª que los bancos est¨¢n descartados, las empresas de coches que trafican con armas tambi¨¦n y no ver¨¢s carteles de Coca-Cola¡±.
La autofinanciaci¨®n nos da la fuerza de la independencia¡± Filippo Giunta, fundador del Rototom
¡°La autofinanciaci¨®n nos da la fuerza de la independencia¡±, plantea Giunta. ¡°Podemos programar charlas en el foro social de tem¨¢ticas que pueden ser inc¨®modas para los pol¨ªticos. Tomamos decisiones con libertad, solo tenemos que respetar la voluntad del p¨²blico, nuestros accionistas, los que nos dan de comer, los due?os del festival¡±.
En la zona de acampada un franc¨¦s le pregunta a un italiano por un condimento en su guiso de pasta, dentro de la carpa con cocinas el¨¦ctricas que la organizaci¨®n habilita en esta miniciudad. Por todo el recinto se disponen cubos de basura se?alizados para el reciclaje. Y para tomar un expresso o comer una pizza hay que hacerlo en vajilla biodegradable. ¡°La gente que viene por primera vez r¨¢pidamente asume la filosof¨ªa del festival¡±, cuenta Giust. ¡°Claro que hay vasos tirados en la zona del escenario principal, pero el resto de lugares est¨¢n limpios y recogidos¡±.
El censo del Rototom se compone de j¨®venes amantes de la cultura reggae, padres y madres que no renuncian a esta filosof¨ªa y adem¨¢s la comparten con sus hijos, y veteranos que reniegan de ense?ar el DNI. Ocho de cada 10, seg¨²n estimaciones de la organizaci¨®n, son extranjeros. Y los italianos, los primeros pobladores del festival, acuden en mayor porcentaje pese a los 2.000 kil¨®metros que los separan de casa. Un p¨²blico fiel y protagonista de la memorabilia de los fundadores. En el balance de estos 20 a?os hay un lugar destacado para la respuesta que obtuvieron de sus seguidores en 2002, cuando el escenario principal vol¨® por los aires por culpa del clima y el futuro del festival se torn¨® gris. ¡°Al a?o siguiente vendimos tantas entradas anticipadas que conseguimos financiar la edici¨®n¡±, recuerda el director. O para los inconvenientes de los primeros a?os. ¡°No ten¨ªamos dinero ni para vallas¡±, relata Trovant. ¡°No import¨®, la gente es tan respetuosa que esperaba su turno para entrar detr¨¢s de una raya pintada en el suelo¡±.
Durante sus ocho d¨ªas de actividades suman m¨¢s de 200.000 asistentes
?Y los artistas, alg¨²n deseo frustrado? ¡°Marley, solo Marley¡±, r¨ªe Giust. Hace dos a?os invitaron a su mujer Rita y tres de sus hijos. En esta ocasi¨®n, otro de sus v¨¢stagos Damian ¡ªen su ¨²nico concierto europeo¡ª encabeza un cartel con otras grandes figuras como Third World, de 40 cumplea?os, Morodo, The Skatalites y U Roy. Y luego est¨¢n los invitados a la fiesta como La Pandilla Voladora, el proyecto mancomunado y patrocinado por Albert Pla, Jairo de Muchachito Bombo Infierno, El Canijo de Los Delinq¨¹entes, Lichis de La Cabra Mec¨¢nica y Tomasito en el papel de ¡°gitano rastafari¡±... o algo parecido perpetr¨® sobre el escenario. O los colombianos Royal Rudes, capaces de poner a bailar a un grupo de suecos con los ritmos caribe?os de la isla de San Andr¨¦s.
¡°Nuestra f¨®rmula no existe en el mundo¡±, resume Giust, ni siquiera en Jamaica, donde ech¨® ra¨ªces el reggae y hasta donde se fueron en 2008 para promocionar la cita y sellar su pasaporte de embajadores de esta cultura en el mundo. ¡°Una f¨®rmula de vacaciones, un espacio donde pasan cosas distintas, porque la gente que viene al Rototom de verdad quiere un mundo diferente¡±. Por eso, en este microcosmos ni siquiera hay grandes pantallas. ¡°Ya hay suficiente bombardeo y presi¨®n los 356 d¨ªas restantes del a?o. Si tenemos una semana para estar juntos viv¨¢mosla con esperanza y sobre todo con amor, esa idea del reggae de la que tan pocas veces hemos hablado y que, sin embargo, es la que nos ha permitido llegar hasta aqu¨ª¡±.
Un repaso a la historia del Rototom
Rototom nace en una discoteca de un pueblo al norte de Italiapor la que pasan estrellas como Yellowman, U Roy y Third World.
En 1998, Rae Barret, director de la edici¨®n jamaicana, elige al grupo de reggae que representar¨¢ a Italia en la isla: Alborosie. El festival pasa de tres a cinco d¨ªas.
2008, un a?o antes de que la tormenta pol¨ªtica estallara sobre el Rototom, el cantante de Costa de Marfil Alpha Blondy, miembro temporal de The Wailers, pis¨® el escenario, a¨²n, italiano. Bunny Wailer, que s¨ª fund¨® The Wailers actu¨® en 2009.
Rita Marley y sus hijos Ziggy, Kymani y Stephen se subieron al escenario en 2011 para conmemorar el 30 aniversario del fallecimiento del patriarca. Los otros Marley que han actuado: Julian en 2004, Kimany Marley en 2012, y Damian en esta edici¨®n.
En ese 2011, Jimmy Cliff despleg¨® ¨¦xitos como Wild world y You can get it if you really want, adem¨¢s de versionar la canci¨®n de El Rey Le¨®n Hakuna Matata acompa?ado por dos ni?os en el escenario.
Babelia
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