Mayorga, un fil¨®sofo entre bambalinas
El dramaturgo habla sobre sus pr¨®ximos proyectos tras el ¨¦xito de 'La lengua en pedazos'
Juan Mayorga (Madrid, 1965) es un hombre inquieto. Es de esos que, en medio de una conversaci¨®n, si tiene que explicar algo y no encuentra las palabras precisas se levanta y lo escenifica. Tambi¨¦n es de los que van paseando por las calles madrile?as con una mochila cargada de libretas. ¡°Me he acostumbrado a escribir en cualquier tipo de situaci¨®n. Puedo estar trabajando pese a cualquier ruido¡±, asegura. Aunque agradece el silencio, los momentos que utiliza para dar voz a sus textos: ¡°Para m¨ª es muy importante saber c¨®mo suenan mis personajes, su musicalidad. El relato posee al cuerpo¡±. Pese a que ha llegado a Santander para recibir hoy el VI premio Barraca que otorga la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, y con La lengua en pedazos bajo el brazo, ya est¨¢ con ganas de hablar de sus proyectos futuros, entre ellos Reikiavik, su pr¨®xima experiencia en la direcci¨®n.
Entre los planes que ahora tiene est¨¢ la obra El arte de la entrevista, con Alicia Hermida, Luisa Mart¨ªn y Elena Rivera en el reparto. La funci¨®n, una producci¨®n del grupo Marquina, estar¨¢ en diciembre en Avil¨¦s y en febrero en el teatro Mar¨ªa Guerrero de Madrid. Otro de sus pr¨®ximos montajes traspasa las fronteras hasta Serbia. Los yugoslavos es un texto que se estrenar¨¢ en Belgrado en diciembre. ¡°La lengua en pedazos se hizo en esa ciudad. All¨ª me presentaron a unos directores y les coment¨¦ que ten¨ªa un texto sobre Yugoslavia. Se interesaron y lo tradujeron. Finalmente se convirti¨® en este montaje¡±.
El modo de desarrollar sus personajes consiste en buscar situaciones que se asemejen a pliegues. Todos tienen esa intensidad, producto de una profundidad filos¨®fica que casi no tiene fondo y que no deja ni un momento de respiro. ¡°Uno se siente pose¨ªdo por una imagen o por una situaci¨®n y poco a poco llega a encontrar distintas capas que, a trav¨¦s de su escritura, puede abrir¡±, explica el dramaturgo. El arte de la entrevista parte de una de esas im¨¢genes: ¡±La obra tiene algo que ver con El chico de la ¨²ltima fila, en la medida en la que esta procede tambi¨¦n de un ejercicio escolar. A trav¨¦s de una redacci¨®n de un trabajo de clase sobre qu¨¦ hab¨ªan hecho los alumnos el fin de semana el protagonista responde de una forma singular para la trama¡±. La joven estudiante de El arte de la entrevista tendr¨¢ la misi¨®n de grabar a su abuela, como una periodista, y hacerle preguntas sobre cualquier cuesti¨®n. El trabajo final ser¨¢, al d¨ªa siguiente, comentado con los dem¨¢s alumnos. A partir de la pregunta sencilla "?Cu¨¢l es tu pel¨ªcula favorita?" se desarrollan una serie de revelaciones que desestabilizan el orden familiar.
En Los yugoslavos, el autor utiliza una experiencia familiar para desarrollar la trama. ¡°Mi abuelo era camarero en un bar llamado El tranv¨ªa. Todos los d¨ªas ven¨ªa cargado de historias¡±. En la obra hay una conversaci¨®n entre dos clientes, en la que uno aconseja al otro. La oratoria de este impresiona tanto al barman que no duda en solicitar su ayuda para que hable con su mujer, sumida en una depresi¨®n. En un principio el cliente se niega, aunque m¨¢s tarde recapacita. ¡°Esta reflexi¨®n trata sobre el origen mismo de la oferta, un necesitado pidiendo ayuda: todos queremos ser buenas personas¡±. En esta parte de la entrevista Mayorga se levanta y escenifica la escena del camarero y el cliente.
Reikiavik ser¨¢ su segunda experiencia como director tras La lengua en pedazos. ¡°Intento que los textos sean lo m¨¢s cerrados posible aunque al final me doy cuenta de que siempre evolucionan¡±, asegura. La obra tiene de tel¨®n de fondo el campeonato mundial de ajedrez que en 1972 enfrent¨® a Bobby Fischer y a Boris Spassky. ¡°Me interesa porque es una forma de hablar de la guerra fr¨ªa, pero a la vez una manera de contar la historia de esos personajes santos del ajedrez que llevaban su pasi¨®n al l¨ªmite¡±.
Su vocaci¨®n filos¨®fica, asegura, le ha influido m¨¢s que cualquier dramaturgo. ¡°Hice mi tesis doctoral sobre Walter Benjamin. Un fil¨®sofo que tiene un gesto permanentemente cr¨ªtico, pero de manera productiva¡±. Una de las se?as de identidad de sus personajes es la capacidad que tienen de sobrepasar los l¨ªmites morales y emocionales.
Babelia
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