Gana un documental italiano

Un crisol conmovedor de voces, rostros y gestos recogidos a lo largo de la carretera que circunda Roma. Es la consagraci¨®n del cine sobre la realidad, que en esta edici¨®n de cumplea?os (donde hubo poco que celebrar), entr¨® en la selecci¨®n oficial. Y finalmente gan¨®.

?¡°El Grande Raccordo Anulare es como un anillo de Saturno: as¨ª lo defini¨® Federico Fellini en Roma, oda de amor a su ciudad¡± ¡ªexplicaba el viernes Rosi a EL PA?S¡ª ¡°Roma es un planeta y los 70 kil¨®metros de autov¨ªa que la rodean en un c¨ªrculo perfecto acaban siendo una frontera, llegar hasta tocarla significa subirse a otra dimensi¨®n. El acr¨®nimo aumenta esta dimensi¨®n casi m¨ªstica y por eso decidimos jugar en el titulo con la idea del Santo Grial¡±.

Atrapados en este anillo Rosi encuentra a sus personajes: personas pintorescas que acaban siendo como vecinos de un edificio: transparente tras su c¨¢mara, nunca visible y apenas audible, el director coge de la mano al espectador y le acompa?a hasta dentro de algunas casas.

Se visita a trav¨¦s de su mirada el minipiso de protecci¨®n oficial que comparten un rico y culto se?or del Norte con su hija; el castillo bizarro ¡ªcasi un templo del m¨¢s extra?o camp¡ª donde vive un noble que ama ba?arse en una ba?era dorada, el hostal de Bed and breakfast donde se realiza una fotonovela rom¨¢ntica malamente interpretada por un actor cincuent¨®n que da consejos a una actriz novata. Entra tambi¨¦n en la auto caravana en la que habitan dos prostitutas o en la casita en la que reside, al lado del r¨ªo T¨ªber, un agudo pescador de anguilas. Rosi firma un gran reportaje en color, rodado con mano sabia y empat¨ªa discreta al tiempo que sincera. Quiz¨¢s falta un marco com¨²n que otorgue un sentido unitario a estos fragmentos.

El Le¨®n de plata, galard¨®n para la mejor direcci¨®n, va al griego Alexandros Avranas por Miss Violence, la dur¨ªsima historia de un padre que viola a sus hijas y sobrinas y las obliga a ejercer la prostituci¨®n. La mano fr¨ªa y descarnada del director acrecenta la incomodidad y la angustia en el espectador, a medida que va descubriendo todas las miserias de la que, durante los primeros 15 segundos, era una familia de anuncio.

Su protagonista, el actor heleno Themis Panou se llev¨® la Copa Volpi como mejor int¨¦rprete masculino. Mientras que la mejor actriz fue Elena Cotta, la abuela muda y tozuda de la pel¨ªcula italiana Via castellana Bandera firmada por Emma Dante, una directora teatral, en su debut en la gran pantalla.

La elecci¨®n del documental como mejor obra no asombra, hasta hab¨ªa sido nombrada entre las candidatas m¨¢s probables tras los calurosos aplausos con que fue acogido y, sobre todo, considerado el nivel medio de las veinte pel¨ªculas que aspiraban en esta edici¨®n al galard¨®n. Pablo Larra¨ªn, director chileno de No (2013) o Post mortem (2010), miembro del jurado y seleccionado ayer por el New York Times entre los 20 j¨®venes cineastas m¨¢s interesantes del mundo, admiti¨® que juzgar las cintas en competici¨®n le resultaba dif¨ªcil: ¡°Le pregunt¨¦ a Bernardo en qu¨¦ deb¨ªamos fijarnos, qu¨¦ busc¨¢bamos¡±, cont¨® el jueves, durante una entrevista.

Bertolucci, una persona que de cine algo debe de entender por haber confeccionado obras como ?ltimo tango en Par¨ªs (1972) o Novecento (1976), le contest¨®: ¡°Buscamos placer¡±. ¡°Creo que es eso¡±, consideraba Larra¨ªn, ¡°buscamos placeres desconocidos".

Siguiendo esta estrella, la decisi¨®n final ten¨ªa un abanico muy restringido. La mayor¨ªa de pel¨ªculas rebosaban de personajes psic¨®patas, retorcidos, violentos, m¨ªseros. Las historias eran turbias, desesperadas, poco ten¨ªan de novedosas y demasiado de algo ya visto, en el tema y sobr todo en la ejecuci¨®n formal de los trabajos.

Menos mal no gan¨® Tom ¨¤ la ferme del joven quebequ¨¦s Xavier Dolan, un blues de soledad homosexual con mucho sexo expl¨ªcito sin raz¨®n alguna. Lo mismo se puede decir del m¨¢s silbado en la sala: Under the Skin del brit¨¢nico Jonathan Glaze, donde la alien¨ªgena sexy Scarlett Johanssen liga con hombres que luego asesina ahog¨¢ndoles en un extra?o l¨ªquido oscuro. O el vagabundo de Child of God de James Franco en su debut como director, que defeca en primer plano, en una escena sin efectos especiales. O el violento y rabioso Nicholas Cage de Joe que pega a pol¨ªcias sin raz¨®n y visita un burdel mientras su perro se zampa a otro perro.

La lista de perversiones in¨²tiles y caza-bostezos podr¨ªa seguir. ¡°Casi da por sospechar que a estas alturas basta con poner una escena extrema en una obra mediocre para que esta acabe siendo seleccionada en un festival¡±, comentaba Alberto Crespi, importante cr¨ªtico italiano, que a?ad¨ªa preocupado que este criterio marca una distancia infinita entre el cine cultivado en fr¨ªo en los cert¨¢menes para cin¨¦filos y los gustos del p¨²blico, que son los que deber¨¢n pagar la entrada.

Una de las pocas bocanadas de ox¨ªgeno, en este lienzo infernal que acabaron pintando las obras de la selecci¨®n oficial, se mereci¨® el premio al mejor gui¨®n. Se trata de Philomena del c¨¦lebre autor brit¨¢nico Steven Frears. Una pel¨ªcula bien hecha, con un gui¨®n impecable, una reina de la interpretaci¨®n como Judi Dench y una historia conmovedora.