Literatura contra los da?os colaterales desde Pakist¨¢n
Nadeem Aslam, uno de los autores en ingl¨¦s m¨¢s relevantes de su generaci¨®n, aborda el extremismo islamista
Nadeem Aslam se aferra ¡°a la belleza que subsiste en un mundo oscuro¡± cuando desgrana una conmovedora historia de amor y conflicto en El jard¨ªn del hombre ciego, novela que sigue los avatares de una familia paquistan¨ª durante los meses que sucedieron al 11-S y expone el impacto entre la gente com¨²n de la intervenci¨®n occidental en el vecino Afganist¨¢n, y de la guerra contra el terror desencadenada tras aquellos ataques. El precio que Pakist¨¢n todav¨ªa hoy sigue pagando es enorme. ¡°Solo uno de cada cincuenta ataques de los drones de Estados Unidos [aviones teledirigidos que operan a ambos lados de la frontera afgano-paquistan¨ª] mata a un militante. Las 49 v¨ªctimas restantes son inocentes¡±, subraya el autor paquistan¨ª (Gujranwala, 1966) durante una entrevista en su casa de Londres. Es ese drama de los ¡°da?os colaterales¡± el que incita a los dos j¨®venes protagonistas de su libro, un estudiante de medicina paquistan¨ª y su mejor amigo, a cruzar la frontera con Afganist¨¢n para asistir a los heridos. Su idealismo colisionar¨¢ con la intransigencia de los talibanes, el cautiverio a manos de los se?ores de la guerra afganos y finalmente de unas tropas estadounidenses que se revelan atroces con aquellos a los que considera sospechosos de terrorismo.
'El jard¨ªn del hombre ciego'? es expl¨ªcito en la descripci¨®n
de interrogatorios
y torturas a presos
El relato es desgarradoramente expl¨ªcito en la descripci¨®n de los interrogatorios y torturas que infligen a sus presos los supuestos defensores de la democracia y la libertad, pero se muestra igualmente implacable con un radicalismo musulm¨¢n que utiliza la religi¨®n como arma de subordinaci¨®n. El anciano ciego que da t¨ªtulo a la novela (padre natural de uno de los j¨®venes y adoptivo del otro) ha asistido impotente a la transformaci¨®n de la escuela isl¨¢mica que fund¨® en un centro de yihadistas. A trav¨¦s de veterano personaje, el autor quiere contraponer los ¡°valores humanistas¡± del Islam, el anhelo de una civilizaci¨®n que anta?o fue puntera en el cultivo del arte y de la ciencia, con la intolerancia de los extremistas en auge.
Nadeem Aslam precis¨® de cuatro a?os y medio para escribir El jard¨ªn del hombre ciego (Mondadori) en el que, a pesar de los horrores que lo impregnan, se impone una historia de amor y ¡°la importancia que tiene una sola vida¡±. Su pluma, rica en el lenguaje y en los simbolismos, destila un tono po¨¦tico especialmente cuando describe hermosos aunque fugaces episodios. Y lo hace en ingl¨¦s, una lengua que solo aprendi¨® ya cruzada la adolescencia. ¡°Mi vida se rompi¨® a los 14 a?os¡±, explica sobre el exilio en el Reino Unido al que se vio forzada su familia a causa de la persecuci¨®n pol¨ªtica de su padre, un poeta y productor de cine de filiaci¨®n comunista. El progenitor hab¨ªa sido muy cr¨ªtico con el apoyo estadounidense a los muyaid¨ªn de Afganist¨¢n, canalizado a trav¨¦s del r¨¦gimen del dictador paquistan¨ª Zia ul Haq, tras la invasi¨®n sovi¨¦tica de ese pa¨ªs (1979). El resultado, tras la retirada de la URSS nueve a?os despu¨¦s, fue la toma del poder por los talibanes.
Aslam solo conoc¨ªa un ingl¨¦s muy b¨¢sico cuando recal¨® en Huddersfield (norte de Inglaterra). ¡°Porque no provengo de una familia rica y en Pakist¨¢n asist¨ª a una escuela en urd¨²¡±, alega. Ello le impidi¨® ahondar en sus queridas materias de Humanidades, en pro de las ciencias que le llevaron a matricularse en Qu¨ªmicas en la Universidad de Manchester. En el tercer a?o dej¨® la carrera: ¡°Me di cuenta de que mi ingl¨¦s ya era lo suficientemente bueno para dedicarme a escribir¡±, dice. Atribuye ese dominio a una obsesi¨®n autodidacta y a su inmersi¨®n en las obras de autores tan diversos como Garc¨ªa M¨¢rquez, Toni Morrison o Cormac McCarthy. En su empe?o, lleg¨® a copiar a mano El oto?o del patriarca, Beloved y Moby Dick, entre otros libros.
Desaf¨ªa a los que imponen su visi¨®n de ¡°lo que significa ser musulm¨¢n¡±
Esa fue la forja de un escritor que, tras su debut con Season of the rainbirds (1993), ha recibido elogios y galardones por Mapa para amantes perdidos (2004), ambientado en una comunidad de emigrantes paquistan¨ªes en el norte de Inglaterra, y The wasted vigil (2008), un recorrido por tres d¨¦cadas de la historia de Afganist¨¢n hasta el ascenso y ca¨ªda del terrible r¨¦gimen talib¨¢n. Este ¨²ltimo libro entronca en cierto modo con El jard¨ªn del hombre ciego, su cuarta novela, que ¨¦l enmarca en ¡°una d¨¦cada que empez¨® en el 11-S y acab¨® con la primavera ¨¢rabe¡±. ¡°Y, entre esos dos momentos, la guerra contra el terror, Abu Ghraib y Guant¨¢namo, las bombas de Londres y Madrid, la incomprensi¨®n entre el Este y el Oeste¡ En el libro, quise incluir todo esos elementos¡±. Ateo al igual que su padre (aunque su madre es una mujer muy religiosa), Aslam proclama metaf¨®ricamente: ¡°Me convert¨ª en un musulm¨¢n tras el 11-S¡±. Con esa declaraci¨®n define su desaf¨ªo tanto frente a los crecientes prejuicios con los que el mundo occidental mira al Islam como frente a aquellos radicales que quieren imponer su distorsionada ¡°definici¨®n de lo que significa ser musulm¨¢n¡±. Sobre eso Aslam profundizar¨¢ para quienes asistan ma?ana a una charla que dar¨¢ en el Centro de Cultura Contempor¨¤nia de Barcelona.
La actualidad se impone al final de la entrevista e, inquirido sobre los planes del presidente Obama de atacar Siria, subraya que ¡°los escritores no deben dictar a la gente el qu¨¦ pensar, sino sugerirles sobre qu¨¦ deben pensar¡±.
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