Bailar ¡®La traviata¡¯
El italiano no escribi¨® ning¨²n ballet, pero sus obras siguen adapt¨¢ndose al terreno coreogr¨¢fico
?Giuseppe Verdi no escribi¨® ning¨²n ballet como tal, pero algunos de sus principales t¨ªtulos oper¨ªsticos, en la versi¨®n francesa, s¨ª iban a recibir la inclusi¨®n de escenas de danza como era preceptivo en los teatros franceses (hizo un total de 24 piezas para ballet contendidas en siete t¨ªtulos de ¨®pera); como a Wagner, le espera a Verdi un destino posterior ligado a la escena de ballet, ya que su m¨²sica en la actualidad sigue siendo adaptada al terreno coreogr¨¢fico. Algunas ¨®peras como La traviata o El trovador se siguen versionando como grandes ballets de argumento (el ¨²ltimo trovador lo hizo V¨ªctor Jim¨¦nez con su compa?¨ªa zaragozana LaMov en 2008); Las cuatro estaciones, el ballet de la ¨®pera V¨ªsperas sicilianas [I vespri siciliani] ha sido construido como ballet sinf¨®nico en m¨²ltiples ocasiones, la m¨¢s notable en el entorno del ballet moderno en repertorio es la de Jerome Robbins bajo el t¨ªtulo The four seasons (New York City Ballet, 18 de enero de 1979), que re¨²ne adem¨¢s (para alargar el metraje hasta los 36 minutos) tres danzas de otras ¨®peras verdianas: dos de Jerusalem (Scherzando y Vals) y una de El trovador (Echo de la Boh¨¨mienne). El vestuario y la escenograf¨ªa son de Santo Locasto y en la distribuci¨®n original estaba Mija¨ªl Baryshnikov como solista principal del Oto?o. Para la gira londinense del NYCB este papel se encomend¨® a Benjamin Millepied, que lo altern¨® con el madrile?o Joaqu¨ªn de Luz, que lo sigue haciendo actualmente. Sigue siendo fundamental el libro de Knud Arne Jurgensen (Parma, 1995): The Verdi Ballets.
Verdi compuso ballets para Jerusalem, Macbeth, I vespri siciliani, A¨ªda (bailes de Joseph Hansen en 1880), El trovador (coreograf¨ªa de Bournonville en Copenhague en 1865), Don Carlos (bailables de Arthur Saint-Leon en Par¨ªs en 1867) y Otello. Cuando Vespri¡ va a La Scala en 1856, Verdi acepta quitar el ballet; en la temporada 2011 el teatro San Carlo de N¨¢poles resucit¨® la versi¨®n francesa ¨ªntegra, ballet incluido.
Resulta tan llamativa como reveladora la apreciaci¨®n de Francesco Izzo de que Verdi emple¨® en muchas de sus ¨®peras ¡°ritmos de danza que contribuyen a la descripci¨®n de personajes y situaciones tanto como al desarrollo de la acci¨®n¡±. Despu¨¦s de la experiencia y buena acogida de Jerusalem en Par¨ªs en 1855 Verdi se aproxima m¨¢s a la m¨²sica de danza, en parte influenciado por la colaboraci¨®n en la ?pera con Lucien Petipa, al que lo lleg¨® a unir una cierta amistad. Despu¨¦s cre¨® el bailable de Don Carlos (1866), conocido como Ballo della regina, y cuando prepara en 1871 A¨ªda para la ?pera de El Cairo la concibe de origen con el ballet y se inspira claramente en otro producto tardorrom¨¢ntico: L¡¯Africaine, de Meyerbeer. Cuando A¨ªda tiene su premi¨¨re en el Teatro alla Scala de Mil¨¢n en 1872 se anuncia como ¡°opera ballo¡±. Algunos especialistas verdianos juzgan los ballabille de Otello como los m¨¢s bellos del compositor y se citan ejemplarmente la canci¨®n ¨¢rabe (con la invocaci¨®n a Al¨¢) y la canci¨®n griega (en allegro vivace, el momento de m¨¢s esplendor). Los bailes Macbeth, de apenas 10 minutos de duraci¨®n, no tuvieron tanta suerte, a pesar de sus brillantes y evocadores temas escoceses para los metales.
Algunos hitos coreogr¨¢ficos con la m¨²sica de Verdi son las Danzas egipcias de Louis Fuller (1906); Los tres mosqueteros, de Birgit Cullberg (1947); dos obras de Ruth Page: Revenge (1951) y Camille (1957); Lady and the Fool, de John Cranko, con arreglos de Charles Mackerras (1954); Vittorio, coreografiado y protagonizado por el norteamericano Zachary Solov en el Metropolitan de Nueva York (1954), con dise?os de Esteban Franc¨¦s; Maurice B¨¦jart cre¨® el pas de deux Violetta en 1959, con dise?os de Germinal Casado, y en agosto de 1977 estren¨® en la Arena de Verona V come¡, con los dise?os del Bosquet protagonizado por Ivan Marko, Patrick Touron y Daniel Lommel, entre otros. El R¨¦quiem ha sido coreografiado en varias ocasiones; lo hizo Inre Eck en P¨¦cs en 1976 y Cesc Gelabert en 1987. Georges Balanchine cre¨® Ballo della regina en 1978 y Kenneth MacMillan, Verdi variations en 1982. B¨¦jart y Bosquet se hab¨ªan reunido en el teatro de La Moneda para una producci¨®n de La traviata en 1973 (cantada por Ursula Koszut), que ese mismo a?o fue llevada al teatro de los Campos El¨ªseos de Par¨ªs; la parte bailada la protagoniz¨® J?rg Lanner.
Revenge (que sale tambi¨¦n de El trovador), de Page, tuvo una orquestaci¨®n de Isaac van Grove y una segunda versi¨®n por los Ballets de los Campos El¨ªseos en Par¨ªs en 1951, con dise?os de Clav¨¦ y protagonizado por Sonia Arova y H¨¦l¨¨ne Trailine.
Babelia
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