Puro movimiento dram¨¢tico
El universo de Verdi es inabarcable: un director de escena solo puede iluminar algunos senderos La m¨²sica del italiano crea acci¨®n y de lo que se trata es de escuchar bien lo que ¨¦l imagina
Cuando pienso sobre Verdi me siento apabullado por las varias vidas que me har¨ªan falta para navegar y alcanzar su vasto universo art¨ªstico. Algunos artistas construyen su vida con una voracidad creativa de dimensiones heroicas. Pienso tambi¨¦n en la ingente bibliograf¨ªa existente sobre el compositor italiano, inabarcable. Y si a?adimos a esto la mirada de un director de escena, siempre limitada por la toma de decisiones, determinadas por el tiempo en que vive, por su contexto, por su personalidad. Llegaremos a una sencilla conclusi¨®n: solo podemos iluminar algunos senderos del bosque aunque lo que desear¨ªamos es descubrir ¡°los senderos que la maleza oculta¡± (cita de Knut Hamsun).
Creo que uno conoce a Verdi desde que nace. Sus melod¨ªas son conocidas por nuestros sentidos desde los primeros instantes de vida. Quiz¨¢s sea cierto que los vientres de nuestras madres dejan pasar las notas musicales y los embriones se mueven al comp¨¢s de La traviata. No recuerdo la primera vez que o¨ª su m¨²sica. Siempre ha estado presente. Ha sido como un miembro m¨¢s de la familia.
Puse en escena mi primera ¨®pera, Il mondo della luna, de Haydn, en una ciudad holandesa: Maastricht. Digo esto porque durante aquellos d¨ªas compr¨¦ en una librer¨ªa de Amberes la biograf¨ªa de Verdi de Mary Jane Phillips-Matz. Ya hab¨ªa le¨ªdo varios textos sobre el compositor italiano e incluso durante un tiempo con mis pr¨¢cticas de italiano me imbu¨ª en ¡°il risorgimento¡±. Pero nunca hab¨ªa accedido a un trabajo tan vasto y exhaustivo como aquel. La le¨ª con nocturnidad y sin alevos¨ªa en un par de semanas. Estaba preparando el que fue mi primer Verdi: Un ballo in maschera para el Gran Teatre Liceu de Barcelona, Royal Opera de Copenhague y ENO en Londres. Me repet¨ªa continuamente: ¡°Comprender el pasado para entender el presente¡±. A¨²n faltaban dos a?os para el estreno, pero la pasi¨®n creativa, la ansiedad art¨ªstica y la fascinaci¨®n por aquella m¨²sica me pose¨ªan. Los apuntes de los renovadores Max Reinhardt y Wieland Wagner sobre el mundo de la ¨®pera fueron en aquel momento y siguen siendo ahora referentes importantes en mi trabajo. Asimismo me ayud¨® y mucho, la experiencia de haber puesto en escena a Shakespeare (no voy a descubrir ahora la devoci¨®n de Verdi por Shakespeare). Pero al final el director de escena, como dec¨ªa antes, tiene que decidir, tiene que interpretar, no hay lectura sin interpretaci¨®n.
Un ballo in maschera, en la l¨ªnea del Verdi m¨¢s pol¨ªtico, transcurri¨® en un congreso de diputados
Un ballo in maschera en la l¨ªnea del Verdi m¨¢s pol¨ªtico transcurri¨® en un congreso de diputados, una gran sala de baile, durante la transici¨®n espa?ola. Confusi¨®n, mentiras, brutalidad, agitaci¨®n y m¨¢scaras, muchas m¨¢scaras para esta gran ¨®pera pol¨ªtica.
Despu¨¦s han venido otros Verdi muy importantes para m¨ª aunque con mayor o menor fortuna obviamente. Il trovatore en la Staatsoper Hannover. Este t¨ªtulo lo hab¨ªa rechazado varias veces (quiz¨¢s todav¨ªa con la risa en los labios por culpa de los hermanos Marx) hasta que descubr¨ª que se trataba de un gran miserere de dolor y desesperaci¨®n por la muerte de un ser querido. Muy Lejos de la idea folcl¨®rica de los gitanos alrededor del fuego de tantas y tantas producciones.
La traviata es una de las ¨®peras m¨¢s representadas de todos los tiempos, lo que la convierte en una especie de trampa abarrotada de clich¨¦s de la que es dif¨ªcil de escapar. Aunque el contexto de su creaci¨®n no tuviera nada que ver con ning¨²n t¨®pico. Verdi est¨¢ hablando de algo muy personal. La mejor traviata que he visto estaba puesta en escena con una silla solamente, un drama seco y duro sobre las relaciones de pareja.
Dirig¨ª Macbeth para la ?pera de Fr¨¢ncfort. En esta ¨®pera, libreto y partitura forman un todo compacto. Sabemos que Verdi valoraba de forma muy especial los buenos libretistas: ¡°Un compositor en busca de una buena historia¡±. Aunque pueda parecer una contradicci¨®n por la dificultad musical de muchas de sus ¨®peras, sobre todo las m¨¢s tard¨ªas, Verdi de un modo similar a Shakespeare ayuda al director de escena porque ¨¦l mismo imagina lo que sucede en el escenario. Su m¨²sica crea acci¨®n, es puro movimiento dram¨¢tico. Se trata de escuchar bien.
Don Carlos, en Basilea en 2006, fue un trabajo especial. La dramaturgia inicial marc¨® muchas de las decisiones est¨¦ticas posteriores. Hab¨ªa que escoger entre las m¨²ltiples versiones que Verdi hab¨ªa dejado, como sucede en muchas de sus ¨®peras. Finalmente la versi¨®n de cinco actos en franc¨¦s me pareci¨® la mejor en aquel momento. El compositor italiano, componiendo en franc¨¦s y una puesta en escena en forma de oratorio por la vieja Europa: un canto contra la intolerancia.
A¨ªda ha sido mi ¨²ltima ¨®pera de Verdi. Y sobre todo conservo el recuerdo del ¨²ltimo dueto del acto IV. Puede sonar extra?o, pero ah¨ª Verdi es extremadamente sint¨¦tico, simple, m¨ªnimo. Abre puertas hacia otros territorios.
Voy a continuar con Verdi por el mundo los pr¨®ximos a?os, Otello, La forza del destino, R¨¦quiem, Rigoletto. Voy a compartir muchas noches de insomnio con ¨¦l. Cuando crece la desesperanza, la m¨²sica tiene algo hermoso que nos ayuda a ser mejores y a so?ar despiertos. Gracias, Giuseppe.
Calixto Bieito es director de escena.
Babelia
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