La Feria apunta contra Apple y Amazon

Juergen Boos, director de la Feria del Libro de Fr¨¢ncfort desde 2005, proviene de una editorial cient¨ªfica y su perfil siempre fue el de sobrio gestor econ¨®mico. Con esas credenciales ha toreado con exitosas, ambiguas y parcas palabras diversas situaciones delicadas de la convocatoria editorial m¨¢s importante del mundo, como, sin ir m¨¢s lejos, la pol¨¦mica por la escasa presencia de autores en lengua castellana cuando la invitaci¨®n a la cultura catalana en 2007 o la presencia de China en 2009, a los 20 a?os de la matanza de Tianamen. Por eso sorprende mucho que, desde su taimada discreci¨®n, Boos haya lanzado en su tradicional discurso de apertura de la feria que arranca hoy un claro ¨®rdago a monstruos tan sacrosantos como Apple o Amazon, a los que ha citado con nombres y apellidos como oligopolios que est¨¢n concentrando en su poder el valor de toda la cadena del ¨¢mbito cultural y del libro en particular. ¡°Los est¨¢ndares t¨¦cnicos ¨Cdesde sistemas de pago a algoritmos de b¨²squeda¡ª influyen en lo que leemos y c¨®mo y en las cosas que sabemos. Controlan nuestro acceso a los bienes culturales. Apple, Amazon y similares son m¨¢quinas de retener clientes que dominan no s¨®lo el comercio electr¨®nico sino hasta los dispositivos finales¡±.

Boos verbaliza, desde el altavoz internacional m¨¢s s¨®lido del sector, la preocupaci¨®n de su gremio ante los nuevos gigantes que amenazan con hacer irreconocible el negocio ¨Cy sus riendas y centros de gravedad¡ª de editores, distribuidores, libreros y escritores. Una muestra de los cambios producidos directa o indirectamente por ellos y la tecnolog¨ªa es, en la misma edici¨®n de este a?o, el notable incremento del ¨¢rea destinada espec¨ªficamente a los profesionales de la autoedici¨®n, subsector que presenta una modesta (en el contexto gigantesco de la feria) pero ya bien visible agenda, con m¨¢s de medio centenar de actos este subsector editorial. Entre las estrellas literarias invitadas este a?o la organizaci¨®n misma ha destacado la presencia del norteamericano Hugh Howey, paradigma de c¨®mo est¨¢ el patio: es el autor de la saga Wool, que estall¨® a nivel internacional y de ventas tras publicar directamente por su cuenta v¨ªa el sistema Kindle Direct Publishing, de Amazon. El ¨¦xito le llev¨® al papel el a?o pasado, en la tambi¨¦n poderosa Simon & Schuster.

La denuncia a los oligopolios t¨¦cnicos que tambi¨¦n acaban si¨¦ndolo de los contenidos no es ¨®bice para que Boos, pragm¨¢tico, haya acogido precisamente al vicepresidente de contenidos de Kindle¨CAmazon, Russ Grandinetti, en uno de los 23 selectivos eventos de la Frankfurt Academy que se desarrollan, bajo disuasorio pago, como actividades paralelas de la feria. Junto a ¨¦l, y quiz¨¢ para contrastar, est¨¢ prevista la intervenci¨®n de Markus Dohle, m¨¢ximo responsable de otro gigante (¨¦ste a¨²n con alguno de sus pies de papel): el reci¨¦n nacido (hace oficialmente apenas tres meses) grupo Penguin Random House.

En ese contexto, parece casi un desaf¨ªo o un bello acto rom¨¢ntico el pabell¨®n de la cultura invitada este a?o a la feria, Brasil, articulado a partir de columnas que asemejan madera pero que est¨¢n hechas de papel prensado y cart¨®n, como la mayor parte de su mobiliario, donde junto a libros pueden verse tambi¨¦n maquetas del arquitecto m¨¢s universal que ha dado el pa¨ªs suramericano, Oscar Niemeyer, en una voluntad de mostrar una cultura plural y rica m¨¢s all¨¢ de futbol, samba y caipirinhas. La oferta brasile?a, en ese se ntido, es potente: son 170 las casas editoriales representadas y 70 los escritores invitados a participar en una mareante lista de actividades. Son cifras espectaculares, como las que, a pesar de la crisis, vuelve a mostrar la feria: 7.300 exhibidores provenientes de m¨¢s de un centenar de pa¨ªses que acabar¨¢n atrayendo a unas 280.000 personas, seg¨²n las primeras estimaciones.