La autoedici¨®n explota en Fr¨¢ncfort

El modelo de negocio no est¨¢ demasiado claro y hay tanta variedad de propuestas como cabezas tiene una hidra pero la autoedici¨®n ya ha puesto un pie firme en el sector editorial. Era cuesti¨®n de tiempo: la conjunci¨®n entre Internet, la edici¨®n digital y la impresi¨®n bajo demanda est¨¢ generando los primeros temblores serios. La Feria del Libro de Fr¨¢ncfort, que cierra ma?ana, es la ¨²ltima muestra: por vez primera ha dedicado un espacio espec¨ªfico a este subsector, que ha agrupado con un prometedor (o inquietante) ep¨ªgrafe: The Next Generation. La reacci¨®n era la esperada despu¨¦s de que hace apenas un a?o el gigante Penguin adquiriera Author Solutions, l¨ªder del sector de la autoedici¨®n, por la friolera de 86 millones de euros. Quiz¨¢ las cifras que mueve lo justifiquen: en su cat¨¢logo hay 150.000 autores, que han publicado 190.000 t¨ªtulos, casi todos en la Red, claro. As¨ª son las cifras de la autoedici¨®n, que creci¨® un 58% en Estados Unidos el a?o pasado.

El movimiento de Penguin ha hecho abrir los ojos a todos. Las plataformas de autoedici¨®n son casi infinitas y potencias como Amazon (Kindle Direct Publishing) o Google (Google Books) ofrecen esa posibilidad. La automatizaci¨®n de la conversi¨®n en formato digital y una nula intervenci¨®n en el texto hacen que en menos de 72 horas el libro est¨¦ colgado en la Red listo para descargarse en las principales plataformas a un coste muy bajo o de poco m¨¢s si se opta por hacer una minitirada en papel (impresi¨®n bajo demanda). La descarga/compra por los autores y su entorno y el gran volumen de autores (en el caso digital) hacen cuadrar los n¨²meros, a pesar de que en la Red se parta de 0,99 euros (precio que los expertos dicen que empieza a estar muerto) en una horquilla que hoy no suele sobrepasar los 5,99 euros.

El segundo paso ha sido que en muchos casos algunas de estas plataformas o empresas cuelgan el texto en la Red de manera gratuita pero ofrecen servicios de edici¨®n. De esas empresas se visualizan bastantes en el pabell¨®n norteamericano (Mantra, Widbook¡­) y tambi¨¦n en el ¨¢rea europea de Alemania (BoD), ya junto a editoriales tradicionales. Tambi¨¦n se ha anunciado Book- Works, que se vende en EE UU como ¡°La Asociaci¨®n de los Autoeditores¡±, con un cat¨¢logo de m¨¢s de medio millar de autores.

Las editoriales cl¨¢sicas han empezado a prestar atenci¨®n a un fen¨®meno que en principio utilizaban m¨¢s escritores noveles (mujeres y cierta tendencia a novela parapsicol¨®gica) cuando, am¨¦n del fen¨®meno de la trilog¨ªa de E.L. James 50 sombras de Grey, en las listas de los m¨¢s vendidos de Amazon, un 20% como m¨ªnimo son de escritores autoeditados y en las de los 50 m¨¢s vendidos en plataformas como Kobo suelen aparecer libros salidos de su departamento de autoedici¨®n, Kobo Writing Life. ¡°Un 10% de nuestras ventas de libros proceden de este tipo de autores¡±, asegura desde su fastuoso estand en la feria Michael Tamblyn, jefe de contenidos de Kobo, con una cartera de unos 30.000 autores autoeditados y unos 100.000 t¨ªtulos. Kobo, afirma Tamblyn, ofrece la posibilidad de publicar ¡°a escritores noveles que las editoriales no quieren o de los que ni se miran sus originales, pero tambi¨¦n tenemos autores que ya han publicado en papel y con obras que el mercado no les reedita o acad¨¦micos que no hallan d¨®nde hacer p¨²blicos sus trabajos; el perfil es muy amplio¡±.

A la barra libre en el nuevo modelo de negocio se suman los sellos cl¨¢sicos

Que los grandes editores cl¨¢sicos entraran era cuesti¨®n de tiempo. ¡°Se trata de ofrecer todas las posibilidades que puede dar el sector; no es s¨®lo descubrir nuevos autores y estilos sino tambi¨¦n crear comunidades de lectores y escritores: un editor ha de saber qu¨¦ es lo que quiere su p¨²blico; eso no puede dejarse en manos de Amazon¡±, alerta Claudio L¨®pez Lamadrid, responsable editorial de Random House Mondadori, que cuenta con la red social Me gusta escribir, con casi 9.000 usuarios y d¨®nde se dan consejos para ser escritor y publicar.

Tras la estela de Penguin (ahora asociada con Random House), todos los grandes est¨¢n haciendo lo propio: HarperCollins ha creado Authonomy; Blomsbury (editora de Harry Potter) tiene ya su gu¨ªa y servicios editoriales (de pago) Writers & Artists; los alemanes de Holtzbrinck (d¨¦cima potencia mundial) tiene dos: Neobooks y Epubli.com; Alfaguara, del grupo Santillana, trabaja la suya¡­

La mancha se ha extendido a importantes cadenas de librer¨ªas como Barnes & Noble, que ofrece Nook Press o, sin ir m¨¢s lejos, Casa del Libro (del Grupo Planeta). Bubok lo lleva practicando en Espa?a desde hace unos a?os, una autoedici¨®n a la que tambi¨¦n se ha a?adido hace nueve meses un sello mediano como Roca Editorial a trav¨¦s de RocaAutores.

La barra libre que comporta la autoedici¨®n hace arrugar m¨¢s de una nariz. ¡°Que pueda publicar cualquiera y en esas cantidades no deja de ser m¨¢s ruido que se a?ade a nuestro ya tocado sector; se supon¨ªa que la labor de los editores era filtrar, como hacen las buenas librer¨ªas¡­ pero nadie del negocio se quiere perder esa pata¡±, constata Luis Solano, de Libros del Asteroide.

La necesidad de que en la Red haya tambi¨¦n un m¨ªnimo de calidad es lo que defiende, desde el ¨¢rea de los agentes literarios de la feria, Sandra Bruna, cuya empresa acaba de lanzar su propia plataforma digital para autores noveles: SB e&books: ¡°Con la crisis, las editoriales se arriesgan menos con debutantes y por eso hemos decidido que de los que me lleguen, si tienen calidad suficiente, los editaremos en digital nosotros y si funcionan en la Red, los moveremos ante editores cl¨¢sicos¡±.