Evocando a Alice Cooper, la banda m¨¢s truculenta de la historia del rock
Michael Bruce, guitarrista de Alice Cooper, participa hoy en la presentaci¨®n del primer gran estudio sobre el grupo
Intenten imaginar la concatenaci¨®n de circunstancias. Resulta que seguramente el m¨¢ximo experto mundial en la m¨²sica de Alice Cooper es un barcelon¨¦s: Sergio Martos ha escrito un libro exhaustivo, Alice Cooper. Por un bill¨®n de d¨®lares (66 RPM Ediciones). Atenci¨®n: en sus 300 p¨¢ginas, el libro llega hasta 1974, con la ruptura del grupo original; un segundo volumen se ocupar¨¢ de la posterior carrera en solitario de Vincent Fournier, al¨ªas Alice Cooper.
El guitarrista y teclista de la primera formaci¨®n de Alice Cooper era Michael Bruce (Arizona,1948). Ocurre que una hija de Bruce, Mikaela, reside en Madrid y se encontr¨® por sorpresa con el tomo de Martos. Esa casualidad aceler¨® los contactos: Bruce se ofreci¨® a venir a tocar con la banda de Sergio, los Schizophrenic Spacers, enamorados del rock setentero que ocasionalmente recrean los espect¨¢culos de...Alice Cooper.
Aqu¨ª todo empieza a torcerse: se cierra el concierto-presentaci¨®n del libro para hoy en el Moby Dick madrile?o, en sesi¨®n de tarde. Lo que nadie pod¨ªa imaginar entonces es, ay, que fuera a coincidir con el cl¨¢sico Madrid-Barcelona. Cuesta explic¨¢rselo a Michael, un hombre pl¨¢cido que -por ejemplo- se niega a decir nada malo de Vincent/Alice: ¡°ya s¨¦ que hizo una jugada fea pero, mira, mientras siga tocando nuestro repertorio de ¨¦xitos, me llegan unos espl¨¦ndidos cheques por derechos de autor¡±.
Habla m¨¢s libremente de Frank Zappa, al que normalmente se atribuye el ¡°descubrimiento¡± de Alice Cooper: ¡°siempre he sospechado que los fichajes del sello de Zappa, Straight Records, fueron pensados para desgravar impuestos y potenciar su imagen freak, sin voluntad de vender. Nos libramos los que no compart¨ªamos m¨¢nager con Frank, como nosotros. Bueno, y Captain Beefheart, que era amigo de Frank¡±.
Esencialmente una banda de directo, Alice Cooper alcanz¨® ventas millonarias fuera de Straight, con las contundentes producciones de Bob Ezrin. ¡°Tuvimos suerte: antes probamos con David Briggs, el productor de Neil Young, que era de los de porros y botas encima de la mesa de mezclas. Un horror para nosotros¡±.
Sus singles, generalmente cantos de rebeli¨®n, fueron publicidad para un in¨¦dito concepto teatral del rock, con guillotinas, camisas de fuerza, serpientes y mucha provocaci¨®n. Durante unos a?os, Alice/Vincent fue algo as¨ª como el Anticristo, antes de que se supiera que era un aficionado al golf que votaba a los republicanos. Cuando Johnny Rotten prob¨® como posible miembro de los futuros Sex Pistols, lo hizo cantando el ¡°I'm eighteen¡±, ¨¦xito de Alice Cooper en 1971.
El dato no impresiona a Bruce, que confiesa que fue ajeno al punk rock: ¡°Todo eso ya lo hab¨ªan hecho los New York Dolls. Adem¨¢s, yo prefer¨ªa escuchar a Steely Dan. Tampoco me impresionaron bandas que salieron luego, como The Tubes o Marilyn Manson, que desarrollaron nuestros conceptos esc¨¦nicos¡±. De aquellos d¨ªas intoxicantes, recuerda especialmente el encuentro con John Lennon: ¡°los Beatles me cambiaron la vida; yo tocaba folk hasta que escuch¨¦ ¡°She loves you¡±. John y Yoko estaban en el backstage de un concierto, vestidos de blanco. Me acerqu¨¦ a saludar y no me sal¨ªan las palabras. Pero cuando me march¨¦ pens¨¦ que era un disparate que estuvieran sin un guardaespaldas; cualquier chiflado les pod¨ªa haber atacado.¡±
Ellos vivieron su particular pesadilla de seguridad en Brasil, donde tocaron en plena dictadura militar. ¡°?bamos escoltados por jeeps cargados de polic¨ªas armados, capaces de colarse en una autopista por la direcci¨®n contraria. Pero fue peor en el concierto: se juntaron decenas de miles de personas, sin ning¨²n tipo de barrera entre ellos y el escenario. Empezaron a empujar y vi que la gente se amontonaba, a punto de saltar al escenario por la pura presi¨®n. Hasta que sali¨® un polic¨ªa de paisano, sac¨® una pistola y comenz¨® a disparar al aire. Todo se calm¨® y seguimos el concierto...aterrorizados. Nos dijeron que eso era normal pero estoy convencido de que hubo muertos en la avalancha. Hab¨ªa censura y los peri¨®dicos no contaron nada pero yo nunca lo he olvidado¡±.
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