La novela negra francesa hace sombra a n¨®rdicos y anglosajones
El g¨¦nero triunfa en el pa¨ªs con una mezcla de tradici¨®n y autores j¨®venes
El g¨¦nero policiaco en Francia est¨¢ de fiesta. Hace 152 a?os que Honor¨¦ de Balzac public¨® Un asunto tenebroso, lo m¨¢s pr¨®ximo a una obra fundacional del g¨¦nero en el pa¨ªs vecino, pero, lejos de mostrar signos de cansancio, la literatura criminal no para de crecer m¨¢s all¨¢ de los Pirineos y de extenderse por Europa rivalizando con n¨®rdicos y anglosajones. Uno de cada cuatro libros vendidos en el pa¨ªs vecino es novela negra y pr¨¢cticamente todas las editoriales tienen su colecci¨®n o sello policial. A la tradici¨®n del polar m¨¢s cl¨¢sico de los sesenta y setenta, con una fuerte carga cr¨ªtica y social, se han unido otras voces nuevas, j¨®venes que han llevado al g¨¦nero a otros lugares, a otras realidades, que le han dotado de fuerza y lo han renovado sin perder su esencia.
¡°El g¨¦nero est¨¢ muy vivo en todas partes pero en Francia es donde quiz¨¢s han hecho una recepci¨®n m¨¢s completa y una reinterpretaci¨®n m¨¢s propia. Los franceses tienen m¨¢s diversidad y lo combinan con una personalidad muy propia. Van desde Fred Vargas hasta el thriller de Franz Thilliez y en medio hay autores que completan muy bien ese espectro¡±, asegura el escritor Lorenzo Silva, alma del festival Getafe Negro, que se celebr¨® en octubre en la localidad madrile?a y que este a?o se ha centrado, precisamente, en la novela negra francesa.
El nombre de Fred Vargas, estrella en Getafe, aparece en cualquier conversaci¨®n sobre el g¨¦nero en Francia. La creadora del comisario Adamsberg?ha vendido 100.000 ejemplares de La tercera virgen?(Siruela) y destaca por su calidad."Es la que m¨¢s ha marcado esta ¨¦poca¡±, nos comenta el escritor Bernard Minier. ¡°Es esencial por su fantas¨ªa, por su galer¨ªa de personajes, su punto de vista post moderno pero, sobre todo, por su amor a la lengua¡±, asegura el autor de El C¨ªrculo y Bajo el hielo (Roca, traducci¨®n de Dolors Gallart).
La n¨®mina de autores de un g¨¦nero que se caracteriza por haber inutilizado las etiquetas que trataban de clasificarlo y por haber derribado barreras de g¨¦nero y geogr¨¢ficas es inabarcable.
El thriller tiene en Francia una repercusi¨®n que no ha tenido en ning¨²n pa¨ªs fuera del mundo anglosaj¨®n y eso se nota en su proyecci¨®n exterior. Franz Thilliez es el maestro de este subg¨¦nero. El autor de Gataca o Atomka (Destino) constata la evoluci¨®n en Francia: ¡°Cuando era joven las tiendas de libros estaban copadas de literatura anglosajona. Ahora, la gente busca comprender la realidad en la que vive y en Francia tenemos gran cantidad de escritores capaces de divertir y de explicar el mundo en que vivimos¡±.
¡°La tradici¨®n de cr¨ªtica social, de se?alar las zonas sombr¨ªas de la sociedad est¨¢ muy viva¡±, asegura Olivier Truc, corresponsal de Le Monde para los pa¨ªses escandinavos y exponente en s¨ª mismo de la renovaci¨®n y la deslocalizaci¨®n del g¨¦nero con su primera novela El ¨²ltimo Lap¨®n (Destino, traducci¨®n de Joan Riambaud M?ller). ¡° Sin embargo creo que los autores de hoy han tenido recorridos m¨¢s diversos y menos politizados que los de sus predecesores de los setenta, muy ligados a la extrema izquierda¡± a?ade Truc rememorando a Jean Pierre Manchette (editado en Espa?a por RBA), Didier Daeninckx o Jean Bernard Pouy, m¨¢ximos exponentes del neo polar de aquella ¨¦poca.
Truc no es la ¨²nica voz nueva que ha sacado la la novela negra francesa de los l¨ªmites de lo franc¨®fono. ¡°Est¨¢ Caryl F¨¦rey ¨Cque con Haka, Utu, Zulu y Mapuche, entre otras, ha situado sus excelentes novelas negras en Nueva Zelanda (las dos primeras), en el sur de ?frica (la tercera) y en Argentina (la cuarta)¨C y todo un conjunto de thrillers que fusilan ¨Cy, en algunos casos, remedan¨C el thriller yanqui¡±, asegura Minier, juicio confirmado por Marc Fern¨¢ndez, redactor jefe de Alibi, publicaci¨®n francesa especializada en el g¨¦nero. Fern¨¢ndez cree que en la actualidad se mezcla perfectamente ¡°una parte muy tradicional que perpet¨²a el polar cl¨¢sico y otra m¨¢s joven que est¨¢n inventando otro g¨¦nero¡±. Entre estos ¨²ltimos, algunos ejemplos:Jean Christophe Crang¨¦, autor de El origen del mal (Grijalbo, traducci¨®n de Pedro Agn¨¢) y creador de la concepto ¡°thriller puro¡± ; Jer¨¦mie Guez, que ha ganado a los 25 a?os el premio polar SNCF de este a?o con Balanc¨¦ dans les cordes o Rachid Santaki, un chico de los suburbios parisinos que ha renovado con fuerza el lenguaje literario.
Las voces femeninas destacan, y mucho, algunas, extremadamente precoces. Es el caso de C¨¦cile Coulon, 23 a?os, seis novelas a su espalda y un respaldo excepcional de cr¨ªtica y p¨²blico. M¨¢s ejemplos: Dominique Sylvain (autora de La ausencia del Ogro o La hija del samurai, Suma) y Karine Gi¨¦bel. Las dos han pasado, junto con Minier y el cr¨ªtico y escritor Claude Mespl¨¨de, este a?o por Getafe. ¡°Son hombres y mujeres de entre 25 y 40 a?os, que no han conocido el Mayo del 68, que viven con las nuevas tecnolog¨ªas¡±, resume Fern¨¢ndez.
La voracidad traductora completa un panorama dif¨ªcil de igualar. V¨ªctor del ¨¢rbol, Prix du polar Europ¨¦en 2012 por La tristeza del samurari (Alrev¨¦s) o Carlos Salem, por citar dos ejemplos recientes, han vivido un ¨¦xito de cr¨ªtica y ventas y un reconocimiento en Francia que todav¨ªa se les niega en Espa?a. ??Por qu¨¦ triunfa tanto el g¨¦nero en Francia? Thilliez y Truc hablan de ¨¦xito mundial, de una oferta de evasi¨®n y de mucha calidad para explicarlo. Minier lanza una alerta: ¡°El peligro es que demasiado polar mate al polar¡±. Por ahora no ha ocurrido. La fiesta contin¨²a.
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