Homenaje al fot¨®grafo desconocido
Un archivo de 500 im¨¢genes in¨¦ditas de la I Guerra Mundial, hechas durante a?os por un militar an¨®nimo, ser¨¢ la base de una gran exposici¨®n en 2014, centenario de la contienda
Viendo estas fotos en blanco y negro, algunas terribles, otras llenas de romanticismo e incluso de ternura, todas ellas testimonio mudo de una ¨¦poca indeseable de la Humanidad, la de la I Guerra Mundial, uno piensa en Senderos de gloria, la pel¨ªcula con la que Stanley Kubrick retrat¨® en 1957 la sinraz¨®n de la contienda y sus miserias. Tras un repaso veloz a estas im¨¢genes, tomadas durante y despu¨¦s de la Gran Guerra por un militar an¨®nimo que se recorri¨® todo el frente occidental de norte a sur haciendo fotos con su unidad, uno piensa que podr¨ªan estar hechas directamente por el responsable de la foto fija de aquela obra maestra de Kubrick protagonizada por Kirk Douglas.
3D World War I from Casa de la Imagen on Vimeo.
Todo comenz¨® en 2003, cuando el fotoperiodista Pablo San Juan encontr¨® por casualidad en un mercado de T¨¢nger un curioso material: unas cajitas de madera, de 15 x 20 cent¨ªmetros, dentro de cada una de las cuales hab¨ªa 50 placas de vidrio con im¨¢genes.
El vendedor le dijo que eran fotos pero que se ve¨ªan al rev¨¦s. L¨®gico, teniendo en cuenta que eran negativos obtenidos con una c¨¢mara estereosc¨®pica Verascope. Cuando San Juan extrajo uno de aquellos negativos comprob¨® que reproduc¨ªa una escena b¨¦lica antigua. Intrigado, no dud¨® en llamar de inmediato para contarle su hallazgo a su amigo Jes¨²s Rocandio, un fot¨®grafo riojano responsable de la Casa de la Imagen de Logro?o. La CDI es una entidad especializada en la conservaci¨®n de material fotogr¨¢fico que ha impulsado iniciativas tan solventes como Fotoconservaci¨®n, un encuentro internacional celebrado en 2011 donde se actualizaron las t¨¦cnicas de restauraci¨®n de patrimonio fotogr¨¢fico. Rocandio no dud¨® en recomendarle encarecidamente que comprara todas las cajas. Lo hizo, y cuando estas llegaron a Logro?o, Rocandio y sus ayudantes descubrieron con gozo que hab¨ªan adquirido un verdadero tesoro: una colecci¨®n de medio millar de negativos estereosc¨®picos de gran calidad, fechados, localizados y, muchos de ellos, con comentarios. Como explica el fot¨®grafo Carlos Trespaderne, compa?ero de Rocandio en la Casa de la Imagen, ¡°la t¨¦cnica estereosc¨®pica de aquella ¨¦poca consist¨ªa en un c¨¢mara con dos objetivos y un disparador. La imagen que se obten¨ªa era doble y correspond¨ªa una a cada ojo. Las dos quedaban recogidas en una placa de cristal, el negativo. Cuando la informaci¨®n llegaba al cerebro creaba la sensaci¨®n de profundidad¡±, una suerte de 3D en los albores del siglo XX.
La colecci¨®n supone un documento in¨¦dito de la I Guerra Mundial ya que, ¡°a diferencia de la mayor¨ªa de im¨¢genes que conocemos sobre esta contienda, nos sumerge de lleno en el frente de la contienda, en la guerra de verdad; vemos las trincheras, las armas, los tanques, los ca?ones, los ej¨¦rcitos, las destrucciones... Nunca se hab¨ªa visto esta guerra as¨ª¡±, asegura Trespaderne.
La colecci¨®n est¨¢ formada por 500 negativos de entre 1916 y 1938. Un primer bloque de 235 placas se obtuvieron durante las principales batallas de esta contienda, como Verdun, Arras o Somme. El resto corresponde a la posguerra y retrata escenas familiares y vacaciones localizadas en Niza, el sur de Italia o el norte de ?frica.
Aunque se sabe que el autor de estos negativos era un militar franc¨¦s, seguramente un capit¨¢n de artiller¨ªa ¡ªextremo deducido por sus minuciosos comentarios sobre el calibre de los ca?ones¡ª, a¨²n no se hay datos sobre su identidad, ya que no firmaba sus fotograf¨ªas. Ahora se investiga qui¨¦n era realmente este oficial aficionado a la fotograf¨ªa cuyo trabajo tiene, seg¨²n ¨¦l, ¡°un gran valor documental y est¨¦tico: ten¨ªa un ojo fotogr¨¢fico estupendo, sus planos est¨¢n muy bien construidos y sab¨ªa componer muy bien para 3D¡±.
La Casa de la Imagen inici¨® hace ahora una d¨¦cada el lento proceso de conservaci¨®n de este material, estabiliz¨¢ndolo, aisl¨¢ndolo, reproduci¨¦ndolo y realizando una complej¨ªsima restauraci¨®n digital. ¡°Las cajas llegaron en muy malas condiciones, el clima del norte de ?frica, tan seco, es terrible, ten¨ªan hasta termitas¡±, recuerda Carlos Trespaderne. En 2007 organizaron B¨¦lica, una primera muestra con una m¨ªnima parte de este material; y ahora trabajan para la puesta en marcha de una exposici¨®n definitiva, y la publicaci¨®n de un libro en 2014 con motivo del primer centenario del inicio de la contienda. Para ello, la entidad se ha puesto en contacto con asociaciones y organismos de diferentes pa¨ªses que participaron en la guerra, como Italia, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda o Reino Unido.
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