Seguridad

El resumen de los dos primeros a?os de legislatura de Mariano Rajoy es la ley de seguridad que se perpetra en el Parlamento. Viene arropada por la mayor¨ªa absoluta, que es la verdadera mayor¨ªa silenciosa, porque ni da argumentos, ni entra en debate, ni pacta, sino que arrasa calladamente con todo. Y es el mejor resumen de legislatura porque se dirige de manera directa contra la ¨²nica oposici¨®n que ha encontrado el Gobierno en la devaluaci¨®n de la ciudadan¨ªa. Al terminar la huelga de basuras en Madrid, con el convencimiento ciudadano de que era una protesta razonada y explicable, la alcaldesa de la ciudad corri¨® a decir que era urgente limitar el derecho de huelga. ?Y limitar el derecho a la explotaci¨®n de los trabajadores de servicios p¨²blicos? Por ejemplo.

Por ah¨ª campa nuestro futuro. Si hay razones para la huelga y la protesta, suprimamos la protesta y la huelga. Si somos incapaces de atajar el descontento. Entonces prohibamos el descontento. Cu¨¢ntas risas nos echamos a costa de la ridiculez de crear un Ministerio de la Felicidad Suprema en Venezuela, pero acaso no es lo mismo nuestra ley de prohibici¨®n suprema. Multemos a quien pida limosna o al que reclame la acci¨®n pol¨ªtica frente a los desahucios bancarios. Si nadie te va a devolver un techo tal y como exige la Constituci¨®n, prohibamos invocar la Constituci¨®n en la v¨ªa p¨²blica. Si una filmaci¨®n de la actividad policial ha servido para encausar a agentes que traspasaron las l¨ªneas del exceso, no esperen una petici¨®n de disculpas, sino una ley para impedir que nadie los vuelva a filmar. Nunca una ley de seguridad se empe?¨® tanto en asegurar al poder y desproteger al ciudadano.

A la espera de la privatizaci¨®n de los teatros, con nuestros edificios de millonarias reformas pagadas por nosotros y sus lugares de privilegio cedidos por nosotros, la ley de seguridad puede servir de inspiraci¨®n a la ley de sanidad o educaci¨®n, gremios tambi¨¦n en v¨ªas de precarizaci¨®n y posterior venta. Basta con prohibir enfermar a los enfermos y prohibir a los fracasados escolares fracasar, y si no que se atengan a las consecuencias. Aunque los j¨®venes espa?oles empiezan a tener las cosas m¨¢s claras que sus padres: el dinero dicta la ley. Con toda seguridad.