Apostando por los sonidos cl¨¢sicos
La esperada cita murciana con los j¨®venes Raphael Gualazzi y Ben L'Oncle Soul acab¨® en gozoso aquelarre soul
Cuando al asiduo asistente a un festival de estilo definido -l¨¦ase la 33? edici¨®n de Cartagena Jazz Festival- se le acostumbra al coqueteo con el pop-rock -enti¨¦ndase inaugurar con Low y clausurar con The Waterboys- no es dif¨ªcil imaginar la disposici¨®n del respetable ante el atractivo doble concierto de Raphael Gualazzi + Ben L?Oncle Soul.
A priori, el encuentro pintaba muy bien. Dos j¨®venes, de nombre Raffaele Gualazzi (Urbino-Italia, 1981) y Benjamin Duterde (Tours-Francia), se convierten en los ¨²ltimos tres a?os en la revelaci¨®n de sus respectivos pa¨ªses, haciendo g¨¦neros primigenios en continua revisi¨®n como el jazz y el soul. Adem¨¢s de la sonrisa que tienen en com¨²n, sin ser atractivos f¨ªsicamente, ofrecen conciertos incendiarios capaces de hacer vibrar a las masas profanas tras haber obtenido reconocimiento por participar en conocidos cert¨¢menes. Las ventas de discos tambi¨¦n los avalan. Esto sumado al tratarse de la ¨²nica visita que ambos hacen a nuestro pa¨ªs, en este 2013, hizo ineludible la cita.
Las teclas del piano de media cola y una serie de micr¨®fonos dispuestos verticalmente en l¨ªnea, intuyeron que el encargado de abrir la noche ser¨ªa el italiano Raphael Gualazzi acompa?ado por una secci¨®n de vientos. La instrumental Smashing thirds de Fats Waller le sirvi¨® para calentar dedos y dejar claras sus influencias desde el inicio. "Esta canci¨®n que voy a tocar es la primera que escrib¨ª", intent¨® explicar en ingl¨¦s antes de pasar a hacerlo en italiano atendiendo a la petici¨®n de una voz femenina entre el p¨²blico. En pie y a capela comenz¨® con Crazy rag time, como una muestra de predilecci¨®n desde su expl¨ªcito t¨ªtulo, al igual que la coreada Lady O.
Tras quince minutos, y cuando ya m¨¢s de uno nos comenz¨¢bamos a preguntar el porqu¨¦ de no utilizar su propia lengua para cantar, Gualazzi se anticipa con la habilidosa Follia d¡¯amore que abr¨ªa su exitoso segundo disco a la que uni¨® Senza ritegno, primer sencillo de Happy Mistake (Sugar, 2013). Trabajo ¨¦ste con proyecci¨®n internacional, que sin duda lo aproxima al geniecillo Jamie Cullum con temas como la ?smooth? Seventy days of love. De lo que ¨¦l r¨¢pidamente huye acerc¨¢ndose al otro nombre de comparaci¨®n odiosa: Paolo Conte, en Un mare in luce, a quien seguramente deba la sorna suficiente a la hora de bromear con su propia voz, a igual que en las certeras canciones Reality and fantasy o Loves goes down slow.
Desde siempre el jazz y el blues van de la mano, y en las ¨¢giles extremidades de Raphael Gualazzi no iba a ser menos. Con Confessin' the Blues popularizada por B.B. King y My babe por Little Walter, rindi¨® tributo a los or¨ªgenes sure?os de la m¨²sica americana. De similar manera record¨® la maestr¨ªa y belleza de compositores como Nino Rota, interpretando un popurr¨ª de Amarcord, s¨®lo al piano. Generoso con las fuentes, el italiano prescindi¨® de mostrar temas de corte m¨¢s pop e incluso de dejarse llevar por la verborrea o sobre actuaci¨®n. Consecuente del marco en el que hab¨ªa sido programado ?o no estaba actuando en un festival de jazz?.
Por su parte, hizo lo propio. el franc¨¦s Ben L?Oncle Soul acompa?ado por la s¨®lida banda americana de soul psicod¨¦lico y funk, originaria de San Francisco (California), Monophonics. Incluso pec¨® por defecto, dejando incomprensiblemente fuera su reci¨¦n estrenado temazo Hallelujah!!!. Ni recuper¨® una de las versiones que conten¨ªa su EP debut Soul Wash para la so?ada etiqueta discogr¨¢fica Motown en 2009, ni tan siquiera la exigida -y cansina- Seven nation army. ?Estoy muy contento de poder mostrar por vez primera en vuestro pa¨ªs mi nuevo trabajo a¨²n in¨¦dito? aclar¨® desde en principio, y as¨ª fue. Aparentemente un showcase con lujo, pero el riesgo que tiene una audici¨®n en primicia ante un p¨²blico a¨²n no conquistado es lo que result¨® de su apuesta: la gente no se entreg¨® al baile como si lo hizo a la liturgia gospel en Lord we know.
Los dos singles en franc¨¦s de su primer y hom¨®nimo LP fueron de los momentos m¨¢s celebrados. Las irresistibles Petite s?ur -segunda canci¨®n tras la introducci¨®n instrumental- y Soulman -llegando a los escasos bises- demuestran que el chico tiene madera de cl¨¢sico. Homenajes tambi¨¦n los hubo, y muy dignos. Al int¨¦rprete Diamond Joe con Don't set me back, al grand¨ªsimo e inspirador Otis Redding con These arms of mine y en peque?os gui?os a los Three little birds de Bob Marley y la famos¨ªsima My girl de Smokey Robinson para The Temptations -incluso una certera adaptaci¨®n del exitoso Bang Bang (my baby shot me down) de Sonny Bono, cantada por el organista de la banda-. Una gozosa actuaci¨®n que vislumbra futuro ¨¦xito en Espa?a, siempre que los presupuestos le permitan seguir manteniendo tras su figura a una numerosa formaci¨®n de aut¨¦ntica m¨²sica soul. Oh yeah!
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