La fotograf¨ªa tranquila de Bohnchang Koo
El fot¨®grafo coreano propone, en su primera exposici¨®n individual en Espa?a, una conversaci¨®n con grandes maestros de la pintura y un retorno a lo m¨ªnimo bajo una luz po¨¦tica
Los fot¨®grafos asi¨¢ticos se mueven bien en el vac¨ªo, en los espacios donde no circula el aire. Lugares donde cuenta tanto lo escondido como lo representando. Bohnchang Koo (Se¨²l, Corea del Sur, 1953) ha titulado su primera exposici¨®n individual en Espa?a Slow Talk, toda una declaraci¨®n de intenciones. El artista propone en la galer¨ªa madrile?a Ivorypress (del 21 de noviembre de 2013 al 25 de enero de 2014) una conversaci¨®n queda con el visitante en tiempos de prisas. ¡°Mi fotograf¨ªa no es dram¨¢tica¡±, repite, como gira un derviche, varias veces durante el encuentro. Lo suyo es una po¨¦tica del vac¨ªo. ¡°Las im¨¢genes las he tomado en menos de una fracci¨®n de segundo, pero piden tiempo al espectador¡±, observa con una peque?a c¨¢mara en bandolera. Nada de llevar la mirada en flash de una instant¨¢nea a otra. Hay que detener el reloj. Parar el tiempo. ?Para ver qu¨¦?
El fot¨®grafo coreano, una referencia en su pa¨ªs, presenta 28 im¨¢genes pertenecientes a seis series que abarcan dos d¨¦cadas de trabajo en las que el blanco y el vac¨ªo, a veces, lo iluminan todo. Son fotograf¨ªas desprovistas de color que, parad¨®jicamente, remiten a maestros de la pintura. Bohnchang Koo no esconde un di¨¢logo con Giorgio Morandi o Mark Rothko. Al contrario. Lo reivindica. ¡°No hay un deseo de imitaci¨®n pero s¨ª de conversar y admirar¡±, observa el artista. As¨ª sucede en su serie Vessel (Vasija), donde fotograf¨ªa cer¨¢micas blancas coreanas a trav¨¦s del ojo de una c¨¢mara de gran formato. El resultado, al contrastar la loza contra un fondo tambi¨¦n blanco, interroga a Morandi.
Pero mientras esto ocurre, en otras fotograf¨ªas nieva. En Pencil of Nature (L¨¢piz de la naturaleza), un trabajo que se mira al igual que se lee un haiku, unas ac¨ªculas de pino se tumban sobre la nieve. El viento las barre hasta hacerlas casi desaparecer. Im¨¢genes sucesivas congelan, como peque?os garabatos de un ni?o sobre un folio blanco, esa huida.
Y despu¨¦s, tras la nieve, irrumpe el agua en su trabajo Ocean (Oc¨¦ano). Son capturas de un mar oscuro y en calma las cuales nos aproximan a la fotograf¨ªa del japon¨¦s Hiroshi Sugimoto y sus c¨¦lebres marinas. Sin embargo, la exposici¨®n exige llegar con ojos nuevos. Se entiende que Bohnchang Koo de clases de fotograf¨ªa y v¨ªdeo en la universidad coreana de Kyungil, que haya dirigido la Bienal de Fotograf¨ªa de Daegu o que estos d¨ªas dirija la Geonhi Art Foundation. Lleva la imagen en la mirada. Y eso exige tiempo.
Durante dos a?os, el artista ha visitado un templo en Jap¨®n para fotografiar (Portraits of Time, Retratos del tiempo) con distintas luces y climatolog¨ªas unas sencillas paredes. La acumulaci¨®n de polvo, los desconchones y las grietas las dotan de vida. Y como los cr¨ªos cuando adivinan una forma en una nube, de improviso, aparece un rayo o una tormenta.
En este viaje de afuera adentro, quiz¨¢ sea Interiors (Interiores) su serie m¨¢s personal. Fotograf¨ªa cajones que un d¨ªa estuvieron repletos de objetos pertenecientes a su estudio. Ahora, despu¨¦s de una mudanza, est¨¢n casi vac¨ªos. En una de las im¨¢genes m¨¢s rotundas, un imperdible en una esquina, el pl¨¢stico roto de un paquete de tabaco y una fina hebra parecen trazas de una historia a punto de suceder. Peque?as marcas que deja la vida.
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