Extra

Los chicos vendedores de prensa de las pel¨ªculas norteamericanas repart¨ªan las ediciones especiales al grito de extra. Era un t¨®pico tan recurrente que acabamos por adoptarla como un recuerdo propio de infancia. Quiz¨¢ porque lo habitual es aburrido o rancio, lo extra se sobrentendi¨® como de alta calidad. Canal + Xtra de Canal + ejerce de comentario al margen de la televisi¨®n comercial. Es el reducto imprescindible para ver lo que las exigencias masivas, pero tambi¨¦n el modelo de negocio, arrincona: el documental de calidad, la m¨²sica en directo, los formatos iconoclastas. Un jard¨ªn prohibido, fuera de ese para¨ªso chill¨®n y fl¨¢cido de la televisi¨®n tal y como la conocemos, que solo tiene un defecto, la carencia de producto europeo.

Bastar¨ªa con enumerar algunos programas que se emiten en ese contenedor, la m¨²sica desplegada por Joos Holland o la envasada en From the basement, pero quiz¨¢ la mejor parte se dedica a documentales de peque?o formato. Hay varios que no deber¨ªan pasar inadvertidos. El primero es Ser¨¦ asesinado, que reconstruye la muerte de Rodrigo Rosenberg en Guatemala y que gan¨® las portadas de todos los medios cuando la v¨ªctima leg¨® un v¨ªdeo que comenzaba con aquella l¨ªnea: ¡°Si ustedes est¨¢n viendo estas im¨¢genes significa que he sido asesinado¡±. La conclusi¨®n de que la v¨ªctima hab¨ªa coreografiado su propia muerte para vengarse del asesinato, nunca esclarecido, de su amor, crimen del que culpaba al entorno del presidente ?lvaro Colom, a¨²n provoca el asombro y deja l¨ªneas abiertas para la ficci¨®n.

No menos alucinante que el trabajo de Justin Webster es el de Alex Gibney en Mea maxima culpa. El director de Taxi al lado oscuro, con el que gan¨® un Oscar, escarba en las tramas de pedofilia y abusos sexuales dentro de la Iglesia cat¨®lica y la pasividad del Vaticano bajo los mandatos de Wojtyla y Ratzinger. La explosiva elocuencia de un pu?ado de ni?os sordomudos que fueron violados por sus sacerdotes de confianza nos obliga a plantear inc¨®modas preguntas sin respuesta decente. Son perlas, que exprimen la capacidad del medio para asomarnos al mundo. Lo habitual es la maniobra opuesta, usar el p¨¢nico y la psicosis para que echemos el cerrojo. Estos d¨ªas nos toca la invasi¨®n de criminales excarcelados, para agitaci¨®n irreflexiva de la v¨ªscera nacional.