Horror para tratar las pesadillas
La directora Kimberly Peirce rueda un 'remake' de 'Carrie', el cl¨¢sico literario de Stephen King que ya llev¨® al cine Brian de Palmallev¨®
De entrada podr¨ªa parecer que se ha vendido al Hollywood comercial. Kimberly Peirce al frente de un remake de un filme de horror. No es exactamente lo que uno espera de la autora de Boys Don¡¯t Cry o Stop-Loss (Ausente) por mucho que los estudios se esfuercen en vender la nueva versi¨®n de Carrie como una ¡°re imaginaci¨®n¡± del cl¨¢sico literario de Stephen King o del filme que Brian De Palma nos dej¨® para siempre en el recuerdo. Para ser honestos, Carrie tampoco era el proyecto con el que esperaba sorprendernos esta realizadora trasgresora y abiertamente gay que desde hace cinco a?os no ha conseguido convencer a Hollywood para que la den una c¨¢mara. Pero en cuanto rascas un poco y dejas a un lado la ic¨®nica imagen de Sissy Spacek cubierta de sangre es f¨¢cil ver en Carrie, al menos en el Carrie de Peirce, todos los temas que la han interesado en su corta carrera y que hacen de este filme una obra mucho m¨¢s cercana y menos de g¨¦nero de lo que pudiera parecer. Personajes marginados en un mundo de bullies y abusones, problemas de identidad, de adolescencia, de intolerancia religiosa en el mundo asfixiante de una comunidad peque?a que s¨®lo sabe mirarse el ombligo. Todas estas son las razones que llevaron a Peirce a decir que s¨ª. Eso y el deseo de volver a tocar una c¨¢mara. ¡°Porque los directores estamos hechos para dirigir y no es bueno estar sin trabajo¡±, dice con esa labia que tiene la realizadora estadounidense de 46 a?os.
El proyecto le vino de rebote despu¨¦s de que no consiguiera que los estudios le dieran luz verde a una comedia rom¨¢ntica algo l¨¦sbica y con bastante sexo que estuvo desarrollando con Judd Apatow durante todos estos a?os. ¡°Les pareci¨® muy arriesgada y sin embargo me ofrecieron Carrie. No entend¨ª nada pero inmediatamente llam¨¦ a Brian (De Palma) porque somos muy amigos¡±, recuerda del incoherente giro que dio su carrera. De Palma no s¨®lo le dijo que aceptara el proyecto sino que le dio todo su apoyo y la hizo ver los muchos puntos en com¨²n que exist¨ªan entre la historia de Carrie White y la de Brandon Teena, en el centro de la tragedia de Boys Don¡¯t Cry. Fueron tambi¨¦n clases magistrales de cine para una realizadora que salt¨® al mundo del cine casi de rebote, despu¨¦s de vivir un par de a?os en Jap¨®n aprendiendo japon¨¦s y canalizando sus inquietudes art¨ªsticas en la fotograf¨ªa. Pel¨ªculas como El Padrino, en su opini¨®n una mezcla de historia familiar y de violencia, y sobre todo La Dolce Vita y 8 ? adem¨¢s de cualquiera de las obras de Stanley Kubrick y Los cuentos de la luna p¨¢lida de Kenji Mizoguchi la hicieron cambiar su rumbo. Clases de cine y vida que extendi¨® a su actriz protagonista, Chlo? Grace Moretz, con quien mantuvo conversaciones casi diarias por Skype sobre quien era Carrie. ¡°Lo m¨¢s interesante de Chlo? es que es una joven extraordinariamente carism¨¢tica y una gran actriz que hizo todo lo que fue necesario para el papel. Porque si la conoces es el polo opuesto, segura, fruto de una bell¨ªsima familia que la quiere y la apoya en todo lo que hace. Nada que ver con Carrie y a la vez fue Carrie¡±, recuerda la directora. Ella tambi¨¦n goza de la misma seguridad y ya demostr¨® antes tener un ojo para sus actores: Hilary Swank pas¨® en sus manos de ser una don nadie en una secuela de Karate Kid a ganarse su primer Oscar con su retrato de ese transexual asesinado en Boys Don¡¯t Cry. Y Peirce tambi¨¦n fue la primera en creer que en ese pedazo de carne llamado Channing Tatum hab¨ªa un actor en bruto como demostr¨® en Stop-Loss. ¡°Yo s¨®lo busco actores que sean capaces de hacer el papel. El resto no importa¡±, subraya como si eso fuera tan simple.
Jud¨ªa por parte de madre y cat¨®lica por parte de padre, Peirce es creyente pero no ciega, consciente del ¡°profundo efecto¡± que tiene la religi¨®n en las personas, un dato tambi¨¦n en el centro de una historia que para muchos no es m¨¢s que uno de los cl¨¢sicos del terror moderno. Eso y las redes sociales, una bendici¨®n tecnol¨®gica de la era moderna que transforma tambi¨¦n en una experiencia terror¨ªfica durante la pel¨ªcula cuando sucesos como los que tienen lugar en Carrie o en otras de las muchas matanzas m¨¢s recientes y reales se convierten en una experiencia viral. ¡°Pero todo esto no son m¨¢s que detalles porque lo que espero es haber hecho la mejor de las versiones, como cuando uno cuenta una y otra vez las grandes historias de Shakespeare o de los hermanos Grimm a una nueva generaci¨®n, con un giro diferente, actores nuevos e igualmente fant¨¢sticos y donde la reinterpretaci¨®n sea igualmente buena¡±, resume, para qu¨¦ negarlo, ya con la vista puesta en esos otros proyectos m¨¢s personales que, si Hollywood no los quiere, llevar¨¢ a formar parte de esa cacareada edad de oro de la televisi¨®n donde la trasgresi¨®n es la norma
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