Hanif Kureishi: ¡°En una novela te puedes permitir ir a la deriva; en las pel¨ªculas, no¡±
El novelista escribi¨® el guion de 'Le Week-end', que desmenuza las relaciones de larga duraci¨®n
Hanif Kureishi (Londres, 1954), uno de los grandes de las letras brit¨¢nicas, es un creador que se abre camino a machetazos en las almas de sus lectores, un autor que incluso ha desnudado sus sentimientos en obras biogr¨¢ficas como Mi o¨ªdo en su coraz¨®n. Hijo de paquistan¨ª e inglesa, con el tiempo Kureishi se ha alejado de la imagen de ¡°otro autor m¨¢s que reflexiona sobre la inmigraci¨®n asi¨¢tica en Reino Unido¡±. Pero no ser¨¢ tan f¨¢cil que se quite el marchamo de padre de El buda de los suburbios. Tambi¨¦n ha sido guionista, entre otras, de Mi hermosa lavander¨ªa, Sammy y Rosie se lo montan o Londres me mata (que ¨¦l mismo dirigi¨®). Ayer estren¨® en Espa?a su ¨²ltima incursi¨®n f¨ªlmica: Le week-end, de Roger Michell, acid¨ªsima reflexi¨®n sobre lo que mantiene unidos a los viejos matrimonios, tras una vida marcada por las desilusiones y las oportunidades truncadas.
As¨ª que los ojillos nerviosos, chispeantes e ir¨®nicos de Kureishi miran con desd¨¦n mientras se desmarca del cine: ¡°Soy un contador de historias. Si acaso, si necesita precisar, soy novelista. No soy un guionista disponible ni abierto a encargos¡±. De repente, Kureishi sonr¨ªe: ¡°Pero me gusta hacer pel¨ªculas, me atrae mucho el trabajo con los actores¡ Aunque insisto en que no me catalogue as¨ª. Por ejemplo, los domingos juego pachangas de f¨²tbol con mis amigos y no por ello los lunes me puedo autodenominar como futbolista¡±. Con Michell se re¨²ne mucho, escribe, se lo ense?a, discuten y vuelve a corregir. ¡°Es doloroso aunque divertido. Debes ser honesto y comprometerte con los personajes, y decidir desde el principio ad¨®nde va la pel¨ªcula. En la novela puedes ir a la deriva, en el cine, no¡±.
Kureishi cuenta sentimientos y hechos que pocos m¨¢s se atreven a mostrar en el cine. ¡°Tengo un listado de homosexuales, inmigrantes, obreros que se acuestan con ancianas, viejos que se desean¡ Son las ideas que me surgen, yo no voy detr¨¢s de ellas. Soy profesor de universidad y siempre les digo a mis alumnos: ¡®No se¨¢is previsibles, sorprended. ?Grandes y chocantes ideas? En la literatura inglesa tenemos Frankenstein, Doctor Jeckyll y Mister Hyde¡ Hamlet¡¯. El arte es banal cuando es previsible. Debes crear algo original que a la vez te sorprenda a ti y al p¨²blico. Le week-end nace de observar a mis amigos, algunos con relaciones sentimentales muy largas. ?Qu¨¦ te puede unir a alguien m¨¢s de 25 a?os? ?Qu¨¦ pasa cuando un d¨ªa te levantas y te preguntas qu¨¦ est¨¢s haciendo en esa pareja? As¨ª de simple. Cada uno tiene su raz¨®n: miedo a la soledad, a la enfermedad, a no saber qu¨¦ hacer¡ Una vez que tienes la idea, tienes la pel¨ªcula¡±. El tr¨ªo protagonista irrita a los espectadores: ¡°Claro, porque se parecen a ellos, porque son como nosotros. Nadie es perfectamente encantador, siempre acabas irritando a alguien. Roger y yo somos as¨ª, y aun as¨ª nos hablamos. En realidad, a ver ?los protagonistas de los hermanos Karamazov son simp¨¢ticos?¡±.
Kureishi ve mucho cine, porque tiene hijos j¨®venes. ¡°Voy por obligaci¨®n a pel¨ªculas americanas, qu¨¦ remedio¡±. El escritor reconoce que para los detalles le gusta ir por la calle cogiendo de aqu¨ª y all¨¢. ¡°Es lo que hago tras construir el esquema y los personajes, porque necesito esa concreci¨®n¡±. ?Y c¨®mo se siente ¨¦l en el Reino Unido actual? ¡°Supongo que como los espa?oles en su pa¨ªs, es todo muy desagradable. Aunque el sistema econ¨®mico es asqueroso, la gente lo pasa muy bien, aprendes a vivir con mucho menos que en los setenta. Son momentos muy dif¨ªciles. Para un artista esto no tiene por qu¨¦ ser negativo. Lo malo para la econom¨ªa no tiene por qu¨¦ ser malo para la creaci¨®n. As¨ª naci¨® el punk, as¨ª nacen grandes revoluciones art¨ªsticas. Desde luego no todos los artistas tienen que mostrar un poso social en su obra, pero entonces su trabajo no perdura. Solo genios como Beckett o Kafka est¨¢n por encima de esa premisa, y, sin embargo, en sus escritos algo nos apela ¡ª?sus personajes, sus ideas?¡ª como personas y como sociedad¡±.
Babelia
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