Jes¨²s, Napole¨®n y Mahoma, los m¨¢s importantes seg¨²n un ¡®software¡¯

Entre los 50 personajes m¨¢s relevantes de la historia Jesucristo se sit¨²a en el n¨²mero 1 y en el 50 est¨¢ Oliver Cromwell, a quien los libros reparten entre dictador y libertador. Napole¨®n va el n¨²mero dos y el tercero es Mahoma. ?Adivinan qui¨¦n es el cuarto? William Shakespeare. Nelson Mandela ha quedado en la 356 posici¨®n de la lista de las 2.000 personalidades m¨¢s importantes de la historia. A pesar de que no corren tiempos gloriosos para la clase pol¨ªtica, de ellos es la supremac¨ªa en los diez primeros pelda?os. Eran otros tiempos, con sus luces y con sus terribles sombras. A saber: el n¨²mero cinco es Abraham Lincoln, George Washington va el sexto, Adolf Hitler se encarama como el s¨¦ptimo m¨¢s importante, Alejandro Magno como el noveno, y Thomas Jefferson cierra el Top 10 precisamente en ese n¨²mero.

Un momento¡­ ?De d¨®nde sale esta lista? Se pueden imaginar que ha sido elaborada por un c¨®nclave de eruditos historiadores pero¡­ nada m¨¢s lejos de la realidad. Un software creado por Steven Skiena, profesor de inform¨¢tica en la Universidad de Nueva York Stony Brook, y su colega Charles Ward, un inform¨¢tico que trabaja para Google, es el art¨ªfice de la clasificaci¨®n, informa The Sunday Times. El programa de b¨²squeda realiza un ranking de la importancia hist¨®rica a trav¨¦s de la agregaci¨®n de millones de opiniones expresadas en Internet, de la misma manera en que Google realiza una jerarquizaci¨®n de las p¨¢ginas web. El ingenio incluye un algoritmo que mide la decadencia que experimenta la reputaci¨®n a lo largo del tiempo. As¨ª predice c¨®mo la relevancia de la gente perdurar¨¢ hasta 200 a?os despu¨¦s de su muerte

El primer factor en que se apoya este peculiar medidor de eternidad es la prevalencia de la gente en Wikipedia, la enciclopedia online; pero tambi¨¦n rastrea otras zonas de la Red a la caza de la cantidad de libros que se han publicado sobre esas personas con tal de calibrar la fecha de caducidad que tendr¨¢ su fama.

Skiena y Ward le han dado igual peso a la fama y a la dignidad en sus mediciones de posteridad. Los inform¨¢ticos afirman que para que se recuerde a las personas a largo plazo no importa si llegan a ser c¨¦lebres por su notoriedad o por la trascendencia de su contribuci¨®n a la humanidad. Los resultados han sido publicados en el libro que se titula, como no pod¨ªa ser de otra manera, Who¡¯s bigger (qui¨¦n es m¨¢s grande).

La clasificaci¨®n no solo tiene a Mandela demasiado abajo en la lista. Mijail Gorbachov ech¨® el tel¨®n de acero abajo, pero esta peculiar forma de analizar la historia lo deja en el lugar 637. Mucha m¨¢s suerte ha tenido su colega Ronald Reagan que ha sido listado como el 32, no sabemos si por sus dotes como actor. Aqu¨ª no para la cosa: Reagan se a¨²pa seis posiciones por encima de Franklin de Roosevelt, mientras que su aliada Margaret Thatcher obtiene una discreta 271. Entre los 50 m¨¢s importantes hay cinco reyes y reinas, mientras Winston Churchill aparece en la posici¨®n 37, un lugar por detr¨¢s de¡­ George W Bush.

Con respecto al espacio que este ranking reserva a los artistas, vemos a Mozart como el m¨²sico de m¨¢s influencia en el pelda?o 24, tres por delante de Beethoven y 24 por encima de Bach. Elvis Presley es la estrella de la m¨²sica contempor¨¢nea mejor situada: en el 69, le siguen Madonna en el 121, Bob Dylan en el 130 y John Lennon como n¨²mero 162.

En cuanto al arte, encabeza la categor¨ªa Leonardo da Vinci con un puesto 29, Vicent Van Gogh, con el 73, y Francis Bacon, en el 81.

Volvamos al algoritmo que es capaz de darse cuenta de c¨®mo la fama de una persona conquistar¨¢ las futuras generaciones. Un ejemplo es la cantante Britney Spears. Si se tiene en cuenta el criterio de la celebridad, la chica de Oops!... I did it again aparecer¨ªa en el n¨²mero 27 del ranking, pero se desploma hasta el lugar 689 una vez que se observa el factor de la decadencia con el tiempo.

Los autores aseguran que el algoritmo puede detectar cambios como por ejemplo la importancia de las mujeres en la sociedad o si la historia que se ense?a en las escuelas se concentra en aquellas figuras que fueron realmente m¨¢s importantes en moldear el mundo en el que hoy vivimos¡­ Y afirman que aproximadamente un tercio de las personas consideradas dignas de estudio no lo son en realidad.

Algunos historiadores de prestigio como Antony Beevor han mostrado su rechazo a esta computarizada mirada a la historia. Beevor ha calificado de "absurda" la posibilida de que un algoritmo suponga un acercamiento cient¨ªfico a la disciplina. El an¨¢lisis inform¨¢tico es, prosigue, tan subjetivo como cualquier otro.