Alan Hollinghurst y la ir¨®nica elegancia del paso del tiempo
Uno de los m¨¢s prestigiosos novelistas del Reino Unido, recorre casi un siglo en su nueva obra: 'El hijo del desconocido'
Alan Hollinghurst es reconocido como uno de los mejores novelistas de Reino Unido, aunque se le cita especialmente como un brillante exponente de la literatura gay, una etiqueta que ahora le pesa y en la que el autor dice no querer verse constre?ido en su madurez: ¡°Estoy un poco harto de ser una categor¨ªa, porque me parece reduccionista¡±, admite el escritor, que en sus libros ha trazado una gran panor¨¢mica de la vida de los homosexuales ingleses a lo largo de casi un siglo. Hollinghurst (Gloucestershitre, Inglaterra, 1954) dice haber entrado en una nueva fase con su ¨²ltimo t¨ªtulo, El hijo del desconocido (Anagrama), el primero de su producci¨®n que no es calificado estrictamente de ¡°novela gay¡±, como ¨¦l mismo subraya durante una entrevista en su casa de Londres.
La idea de la novela gay era m¨¢s significativa en los ochenta, porque era un territorio nuevo. Pero el mundo de hoy es muy diferente, legal y socialmente, y creo que esa definici¨®n se ha acabado
¡°La idea de la novela gay era m¨¢s significativa en los ochenta, porque era un territorio nuevo. Pero el mundo de hoy es muy diferente, legal y socialmente, y creo que esa definici¨®n se ha acabado¡±, sostiene el autor de La biblioteca de la piscina (1988), su exitoso debut literario, La estrella de la guarda (1994) y El hechizo (1998). Con La l¨ªnea de la belleza, no solo una historia de sexo gay en la era Margaret Thatcher sino tambi¨¦n un retrato de la burgues¨ªa anglosajona que le mereci¨® comparaciones con Henry James, obtuvo el Man Booker en 2004 y una mayor proyecci¨®n derivada del prestigioso premio literario. Solo las exigencias promocionales y su naturaleza de escritor minucioso dilataron la publicaci¨®n de una nueva obra, El hijo del desconocido.
Hollinghurst asegura no haber sentido la presi¨®n de un galard¨®n que genera grandes expectativas: ¡°Al contrario, sent¨ªa que pod¨ªa hacer lo que quer¨ªa despu¨¦s de haber ganado un buen n¨²mero de lectores¡±. Desmiente la sugerencia de alg¨²n cr¨ªtico de que la ausencia de ese sexo expl¨ªcito que tanto impact¨® en sus novelas, o la inclusi¨®n por primera vez de un destacado personaje femenino en El hijo del desconocido, apunten a ganar nuevas audiencias.
La novela trata del modo en que cada uno cuenta la historia para dar forma a una existencia y explicarla
Historia social y en parte tambi¨¦n comedia de costumbres, el libro encarna una reflexi¨®n sobre el paso del tiempo y el deterioro de la memoria en los individuos y la sociedad, algo que ¡°quiz¨¢ entendemos especialmente los novelistas, porque la memoria es nuestro principal recurso, tan valioso como inseguro¡±. El relato pivota en torno a un arist¨®crata y poeta georgiano m¨¢s bien mediocre (Cecil Valance), cuya muerte prematura en la I?Guerra Mundial acabar¨¢ convirtiendo su figura y los versos que escribi¨® en su juventud en el mito de una generaci¨®n. Trufada de acerados di¨¢logos, la narraci¨®n se despliega en cinco cap¨ªtulos que corresponden a diferentes ¨¦pocas, desde 1913 ¡ªv¨ªsperas de la contienda¡ª hasta la era del iPhone, un recorrido en el tiempo donde el recuerdo de Cecil ser¨¢ objeto de sucesivas reinterpretaciones. Con este libro elegante, de rica prosa y lectura amena, Hollinghurst aporta una visi¨®n ir¨®nica sobre la biograf¨ªa literaria, la dificultad de conocer al ser humano y ¡°el modo en que cada uno cuenta la historia para dar forma a una existencia y explicarla¡±.
Como en sus otros libros, aqu¨ª destila una fascinaci¨®n por la vida de las clases m¨¢s favorecidas en sus magn¨ªficas casas de campo victorianas, ese mundo que se extingue de veladas musicales y lectura de poemas, y que a lo largo del siglo XX suscita reacciones tanto favorables como contrarias. Hollinghurst asegura que la recreaci¨®n de ese universo exquisito reniega de la nostalgia: ¡°Soy consciente de la seducci¨®n de aquel tiempo, pero no quiero idealizar un periodo de divisi¨®n de clases y mucha pobreza, donde adem¨¢s te pod¨ªan meter en la c¨¢rcel por mantener relaciones sexuales con otro hombre¡±.
Adem¨¢s de novelista, traductor de obras de Racine al ingl¨¦s y gran amante de la poes¨ªa que fue su primera vocaci¨®n, ha elegido el fragmento del poema de Tenyson para titular El hijo del desconocido, porque encierra ¡°la idea del futuro inexcrutable¡±. Ya no cultiva el g¨¦nero (en su juventud public¨® un volumen de poemas, ¡°pero en cuanto firm¨¦ el contrato del libro se me acab¨® la inspiraci¨®n¡±), aunque sostiene que ¡°haber escrito poes¨ªa te ayuda a ser un buen escritor de prosa: el sonido de lo que escribo es muy importante para m¨ª¡±.
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