J¨®zef Kowalski, el ¨²ltimo ulano
El centenario jinete polaco combati¨® en la guerra contra los sovi¨¦ticos en 1919, participando en la batalla de Komarow
No todos los d¨ªas entierras a un viejo h¨²sar, un drag¨®n o un ulano. Este ¨²ltimo es el caso del capit¨¢n J¨®zef Kowalski, fallecido ya centenario y que form¨® parte de la caballer¨ªa polaca, una de las m¨¢s famosas, heroicas y vapuleadas del mundo. Kowalski, que cabalg¨® con el 22? regimiento de ulanos de los subc¨¢rpatos, que ya es unidad, estaba considerado el ¨²ltimo superviviente de la Guerra polaco-sovi¨¦tica de 1919-1921, un conflicto que hoy, cuando se acerca la conmemoraci¨®n del centenario de la Gran Guerra del 14, apenas se recuerda pero que tuvo una gran significaci¨®n hist¨®rica al detener la expansi¨®n revolucionaria de los bolcheviques rusos y garantizar durante veinte a?os ¨Chasta la II Guerra Mundial- la existencia independiente de Polonia y otras partes de Centroeuropa.
J¨®zef Kowalski combati¨® en uno de los choques se?eros de aquella lejana guerra, la legendaria batalla de Komar¨®w, tenida por el mayor enfrentamiento de caballer¨ªa desde Waterloo y el ¨²ltimo en que esta fue usada a gran escala de manera independiente y no como infanter¨ªa montada. El veterano tom¨® parte tambi¨¦n en la II Guerra Mundial, aunque brevemente: alistado al inicio de la invasi¨®n alemana ¨Chab¨ªa dejado el ej¨¦rcito para volver a la granja familiar- fue hecho prisionero y pas¨® el resto de la contienda en un campo de concentraci¨®n.
Considerado el hombre m¨¢s viejo de Europa, aunque no est¨¢ claro que tuviera los 113 a?os que se atribu¨ªa, Kowalski falleci¨® el pasado 7 de diciembre en un asilo en Tursk. Hab¨ªa nacido en Smerekivka, entonces parte del imperio austro-h¨²ngaro y hoy Ucrania el 2 de febrero de 1900 (seg¨²n sus discutidos c¨¢lculos). Cabe imaginar lo que habr¨¢ visto el hombre. En su supuesto 110 cumplea?os, el viejo ulano fue condecorado por el presidente polaco con la Cruz de oficial de la Orden de Polonia Restituta. Poco despu¨¦s en una ins¨®lita ceremonia el hasta entonces teniente (no se puede decir que hubiera hecho una gran carrera en el ej¨¦rcito aunque no ser¨ªa por falta de a?os de servicio) fue ascendido a capit¨¢n.
La foto tomada en esa ocasi¨®n muestra a un hombre infinitamente viejo pero de una enorme dignidad tocado con la gorra cl¨¢sica de ulano polaco ¨Cczapka rogatywka-, la cruz en el pecho y el sable de caballer¨ªa (szabla polska, ¡°?honor i ojczyna!¡±) firmemente aferrado en las manos. En el rostro una expresi¨®n de orgullo y desdentada fiereza que a¨²n amedrentar¨ªa a los ind¨®mitos cosacos bolcheviques de la Konarmiia de Budyonny, hace tantos a?os ya desvanecidos en el polvo de la historia.
Los ulanos eran soldados de caballer¨ªa ligera, lanceros, que se convirtieron en la caballer¨ªa nacional polaca. Los primeros regimientos fueron creados a inicios del siglo XVIII y se popularizaron en todos los ej¨¦rcitos europeos. En la batalla de Komar¨®w, el 31 de agosto de 1920, formaron el n¨²cleo principal de la caballer¨ªa polaca que derrot¨® a la hasta entonces invencible Konarmiia, la caballer¨ªa roja, en una tormenta de lanzas ensangrentadas y sables rotos.
La guerra polaco-sovi¨¦tica enfrent¨® a la resucitada Polonia del mariscal Pilsudski, que trataba de lograr al este unas fronteras defendibles, contra la Rusia sovi¨¦tica de Lenin ¨Cla URSS no existi¨® hasta 1922-, ansiosa de expandir la revoluci¨®n y conseguir el control de Ucrania, una parte de la cual estaba aliada con los polacos. Tras el ataque polaco en territorio ucraniano, el ej¨¦rcito rojo contraatac¨® llegando a amenazar Varsovia. Pero al final los polacos lograron una inesperada victoria y la guerra acab¨® con la Paz de Riga que determin¨® la frontera polaco-sovi¨¦tica en el periodo de entreguerras.
En la contienda, el ej¨¦rcito cosaco del general (ex sargento zarista) Semyon Budyonny, la temible Konarmiia, oficialmente el Primer Ej¨¦rcito de Caballer¨ªa, uno de cuyos l¨ªderes era Stalin, jug¨® un papel esencial. El ¡°enjambre de jinetes¡±, como lo describi¨® un oficial polaco cay¨® sobre Polonia igual que una avalancha. Contra toda previsi¨®n la ola cosaca fue a estrellarse contra la caballer¨ªa polaca en el pueblo de Komarovo (hoy Komar¨®w), cerca de Zamos¨¦, donde los ulanos del coronel Juliuz R¨®mmel, muy inferiores en n¨²mero, lograron lo inimaginable (¡°el milagro de Zamos¨¦¡±).
Esa olvidada mel¨¦ envuelta en un ensordecedor entrechocar de espadas punteado de disparos de rev¨®lver y carabina, en la que particip¨® Isaac Babel (lo recogi¨® en su diario), parec¨ªa librarse todav¨ªa en los ojos cansados de Kowalski. La gran victoria de Komar¨®w tuvo una indeseada consecuencia: hizo creer a los polacos que la caballer¨ªa pod¨ªa tener un papel predominante pese a las lecciones de la I Guerra Mundial. La caballer¨ªa no sobrevivi¨® a la terrible mecanizaci¨®n de la guerra moderna, aunque s¨ª lo hizo el viejo ulano que ahora al fin se ha reunido con su viejo regimiento en esa ¨²ltima cabalgata de la que nadie regresa.
Babelia
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