Portugal se deshace de Mir¨®

Christie¡¯s subastar¨¢ a principios de febrero en Londres una particular colecci¨®n de arte, un conjunto de 85 obras del artista barcelon¨¦s Joan Mir¨® valoradas en 35 millones de euros (pero que podr¨ªan alcanzar los 80 millones), perteneciente desde 2008, por una serie de carambolas, fraudes y desastres financieros, al Estado portugu¨¦s.

Hay cuadros, collages, dibujos, gouaches y piezas de gran formato. Ninguno de estos cuadros, algunos verdaderas obras maestras seg¨²n expertos en la trayectoria del artista, ha sido expuesto jam¨¢s en Portugal a pesar de que llevan en el pa¨ªs, almacenados primero en las dependencias de un banco y despu¨¦s en las de otro, desde 2006. El anuncio de su venta ha desatado una oleada de protestas en medios art¨ªsticos, culturales y pol¨ªticos lusos, aunque, hasta ahora, las iniciativas lanzadas para frenar su venta (una proposici¨®n parlamentaria impulsada desde la izquierda rechazada por la mayor¨ªa conservadora en el Gobierno y una recogida de firmas por una plataforma independiente que lleva ya registrados m¨¢s de 7.000 apoyos) no han detenido el calendario, que sigue fijado para el 5 y el 6 del mes que viene.

La extra?a historia portuguesa de esta colecci¨®n arranca en 2006, cuando el Banco Portugu¨ºs de Neg¨®cios (BPN), una instituci¨®n que con el tiempo iba a convertirse en la pesadilla financiera de varios Gobiernos nacionales, compr¨® estos 85 cuadros, por 34 millones de euros, a un empresario retirado japon¨¦s, Kazumasa Katsuta. El tipo estaba considerado el principal coleccionista privado de Mir¨® desde que en 1991 adquiriera m¨¢s de 500 obras a la viuda de Matisse, galerista del artista catal¨¢n en Estados Unidos. El prop¨®sito del banco no era levantar un centro cultural con las obras, sino servirse de ellas como inversi¨®n.

El presidente del BPN por aquella ¨¦poca, el pol¨¦mico (y actualmente acusado de corrupci¨®n) Jos¨¦ Oliveira Costa, se puso en contacto en 2007 con una de las pocas personas en Portugal que han gozado de estos cuadros: el experto en arte contempor¨¢neo y director del Museu Colecc?o Berardo de Lisboa Pedro Lapa. ¡°Me llam¨®, me ense?¨® los cuadros y hablamos de hacer una exposici¨®n con las obras. A m¨ª me encant¨® la idea. Pero ya por entonces la situaci¨®n del banco comenzaba a hacer aguas. Despu¨¦s ya no me llam¨® m¨¢s. La siguiente vez que vi a Oliveira Costa fue en televisi¨®n, esposado, camino de la c¨¢rcel¡±.

El banco, efectivamente, se hund¨ªa: en oto?o de 2008, con el cicl¨®n de la crisis ya soplando en toda Europa, el Gobierno portugu¨¦s lo nacionalizaba, junto con todas sus propiedades (y sus deudas) tras inyectar de urgencia 700 millones de euros. Pocos d¨ªas despu¨¦s, Oliveira Costa era procesado, acusado, entre otras cosas, de blanqueo de capitales, falsificaci¨®n de documentos y fraude fiscal. Junto a ¨¦l (que a¨²n aguarda juicio) fueron procesados otros 16 dirigentes del banco, en un esc¨¢ndalo pol¨ªtico-medi¨¢tico que salpic¨® hasta al presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva.

Mientras, los cuadros languidec¨ªan, bien cuidados y conservados, cierto, en las dependencias de la Caixa Geral de Dep¨®sitos, banco p¨²blico que se hizo con los bienes del BPN. ¡°Algunos de ellos, eso s¨ª, viajaron hasta Nueva York a una exposici¨®n en 2009 en el MoMA, pero los portugueses jam¨¢s pudieron apreciar lo que, en el fondo, era suyo porque se hab¨ªa nacionalizado. El conjunto abarca toda la trayectoria y todas las ¨¦pocas del artista¡±, a?ade Lapa. Las obras incluyen, entre otras, un ¨®leo pintado por Mir¨® en 1968 titulado Femme et oiseaux (mujeres y p¨¢jaros), cuyo precio de salida est¨¢ en 4,8 millones de euros y Painting (pintura), que partir¨¢ de tres millones. El mismo Lapa, despu¨¦s de la nacionalizaci¨®n, trat¨® de organizar la siempre pospuesta exposici¨®n, pero el Gobierno no apoy¨® la idea.

En 2011, por imposici¨®n de la troika, el Banco Portugu¨ºs de Neg¨®cios fue reprivatizado y vendido, por 40 millones de euros, al banco BIC, de capital angole?o. Pero los cuadros y otros bienes (y una monta?a de cr¨¦ditos dudosos y de operaciones ruinosas) quedaron en manos del Estado portugu¨¦s. Los compradores solo se hicieron con la parte saneada de la instituci¨®n, dejando ¡°el banco malo¡± en manos lusas. Por eso, del agujero del Banco Portugu¨ºs de Neg¨®cios siguen manando n¨²meros negativos: hay informaciones de la prensa portuguesa que apuntan a que esta sima financiera puede llegar a los 7.000 millones de euros.

De ah¨ª que el Gobierno, para hacer caja y enjugar parte de esta inmensa deuda, decida vender esta colecci¨®n alegando que le lleg¨® un poco de rebote y sin pretenderlo. El secretario de Estado de Cultura, Jorge Barreto, trataba de dejar clara hace unos d¨ªas la postura del Ejecutivo en una breve nota escrita enviada al diario P¨²blico: ¡°La adquisici¨®n de la colecci¨®n Mir¨® no es considerada una prioridad en el actual contexto de organizaci¨®n de colecciones del Estado¡±.

El argumento no convence a los que se oponen a la venta de lo que, afirman, en el fondo, se ha convertido en patrimonio de todos los portugueses. La exministra de Cultura socialista Gabriela Cavanillas asegura que a¨²n hay tiempo de parar la subasta, pero que para eso es necesaria cierta ¡°buena voluntad¡± que no parece existir en un Gobierno que, seg¨²n ella, ¡°trata al arte como si fuera basura¡±. Pedro Lapa, el director del Museu Cole??o Berardo, asegura que hay posibilidades de que la colecci¨®n sea adquirida completa y que despu¨¦s viaje a alg¨²n pa¨ªs ¨¢rabe, dejando m¨¢s empobrecida a la ya empobrecida Portugal. Y a?ade: ¡°Entiendo que el pa¨ªs no tiene dinero para adquirir obras de arte. Pero esta colecci¨®n ya est¨¢ aqu¨ª, ya es nuestra. No hay que adquirir nada como dice el secretario de Estado porque ya est¨¢ adquirido. El Estado portugu¨¦s no puede negociar con el arte como lo har¨ªa un banquero¡±.

En esta informaci¨®n se dec¨ªa que el pintor Joan Mir¨® era mallorqu¨ªn, cuando naci¨® en Barcelona el el 20 de abril de 1893.