Henri R¨¦chatin, toda una vida manteniendo el equilibrio
El fun¨¢mbulo franc¨¦s bati¨® varios r¨¦cords con sus distintos n¨²meros, ejecutados siempre sin red u otras protecciones
Entr¨® en el libro Guiness de los r¨¦cords como el ¡°mayor fun¨¢mbulo del mundo¡±. Henri R¨¦chatin, conocido como Henry¡¯s, era un adicto de la adrenalina y de los retos en alturas. Desde su ciudad natal de Saint Etienne, en el este de Francia, a los edificios altos de Mosc¨², pasando por el Gran Ca?¨®n del Colorado o las cataratas del Ni¨¢gara, dio la vuelta al mundo desafiando la gravedad. Hasta sus ¨²ltimos d¨ªas, segu¨ªa realizando ejercicios de equilibrio a diario sobre un cable que ten¨ªa tendido junto a su casa. El acr¨®bata falleci¨® en su domicilio el pasado 27 de diciembre en la ciudad en la que naci¨® hace 82 a?os.
Iniciado desde peque?o en el mundo del circo por su padre, tambi¨¦n acr¨®bata, R¨¦chatin empez¨® su carrera haciendo malabarismos. Atra¨ªdo por el riesgo y siempre en b¨²squeda constante de la pr¨®xima proeza, en 1956, con 25 a?os, dio la vuelta a Francia con unos zancos. Recorri¨® entonces unos 4.400 kil¨®metros en 100 d¨ªas. Pero su verdadera vocaci¨®n era el funambulismo sobre cable, a pie o en moto. Tambi¨¦n se granje¨® una gran fama con su n¨²mero de la silla en equilibrio al borde de un precipicio, donde jugaba con el vac¨ªo. As¨ª bati¨® varios r¨¦cords. En 1965 se hizo una celebridad al atravesar el embalse de Grangent, cerca de Saint Etienne, en algo m¨¢s de dos horas, sobre un cable de 1,6 kil¨®metros de largo, a 250 metros de altura, ante 40.000 personas.
En 1973, su fama alcanz¨® nuevas cotas cuando se instal¨® sobre un cable a 25 metros de altura y se mantuvo as¨ª durante seis meses, encima de un supermercado en Saint Etienne. ¡°Bajaba su orinal con un alambre¡±, recuerda al diario Le Monde el tambi¨¦n acr¨®bata Antoine Rigot. ¡°?Se comenta incluso que su esposa dio a luz en una especie de construcci¨®n colocada sobre el cable! No era lo que se dice un fun¨¢mbulo elegante, sino un verdadero fen¨®meno, un extravagante, con una audacia y una invenci¨®n, una fuerza y una voluntad muy sorprendentes¡±.
Su espect¨¢culo m¨¢s conocido, el de las sillas en equilibrio, lo realiz¨® en 1996, en la Aguja del Mediod¨ªa del Mont-Blanc, en los Alpes, a 3842 metros de altitud. Henry¡¯s se acomod¨® en su asiento y mantuvo el equilibrio sobre dos vasos del rev¨¦s, colocados a su vez en otra silla al borde del vac¨ªo, un n¨²mero convertido en cl¨¢sico y que repiti¨® en multitud de lugares. Tambi¨¦n en 1996, con motivo de sus 60 a?os de carrera, camin¨® sobre el cable del telef¨¦rico de la misma Aguja del Mediod¨ªa.
El equilibrista franc¨¦s anunci¨® por primera vez su retirada en 2006 mediante una performance en su ciudad natal, cansado de los problemas administrativos que su rechazo a trabajar con red u otras protecciones le supon¨ªan. ¡°No soy un anarquista, pero si me proh¨ªben hacer algo, ?lo hago igual!¡±, relataba entonces a la prensa local. En 1992 rechaz¨® una invitaci¨®n para una inauguraci¨®n en Las Vegas porque las autoridades estadounidenses exig¨ªan que estuviera atado. En 2011 volvi¨® una ¨²ltima vez a representar algunos de sus n¨²meros m¨¢s cl¨¢sicos con motivo de sus 80 a?os de vida y 75 de carrera en la localidad de Duni¨¨res, en el centro de Francia.
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