¡®Mi lucha¡¯, de Adolf Hitler, volver¨¢ a publicarse en Alemania

El banquillo de los acusados en el juicio que se celebr¨® el 15 de octubre de 1948 en M¨²nich estaba vac¨ªo y tampoco hab¨ªa un abogado que defendiera al acusado ausente, una contrariedad que no irrit¨® a nadie en la sala por una raz¨®n de sentido com¨²n. El acusado, Adolf Hitler, se hab¨ªa suicidado con una pistola Walther calibre 7,65 mil¨ªmetros, el 30 de abril de 1945, en la soledad de su b¨²nker en Berl¨ªn.

El proceso fue breve y la decisi¨®n de la Corte otorg¨® al ministerio de Finanzas de Baviera un t¨ªtulo legal in¨¦dito. Ese d¨ªa, el juez se?al¨® que no era necesario mencionar las razones para declarar culpable al ex dictador y sentenci¨® que todos sus bienes en Baviera, incluidos los derechos de autor de un libro escrito por Hitler, deb¨ªan ser confiscados y pasar a manos de la administraci¨®n b¨¢vara.

La sentencia convirti¨® al ministerio de Finanzas, en el propietario de los derechos de autor del libro Mi lucha, que pertenec¨ªan a la editorial del partido nazi, Franz Eher, Pero el regalo de la justicia no enriqueci¨® las arcas, en ese entonces, casi vac¨ªas del estado b¨¢varo. La sentencia oblig¨® a las autoridades del ministerio a llevar a cabo una solitaria cruzada para impedir que la obra magna del F¨¹hrer volviera a ser editada en el planeta tierra.

Pero la cruzada b¨¢vara estuvo condicionada por un problema legal. Los derechos de autor de Mi lucha caducan el 31 de diciembre de 2015, una fecha que har¨¢ posible que el libro entre en el dominio p¨²blico y pueda volver a ser imprimido. Para evitar nuevas ediciones financiadas por partidos de extrema derecha en Alemania, el Instituto de Historia Contempor¨¢nea de M¨²nich logr¨® obtener, en 2012, un permiso del gobierno b¨¢varo para publicar una ambiciosa edici¨®n comentada del libro maldito.

El ambicioso proyecto estuvo a punto de fracasar en diciembre del a?o pasado cuando la jefa del gabinete b¨¢varo, Christine Haderthauer, anunci¨® que el Gobierno seguir¨ªa impidiendo la publicaci¨®n del famoso libro, aun despu¨¦s de que expiren los derechos de autor. ¡°Nuestra posici¨®n es que hay que detener tambi¨¦n el proyecto del Instituto, porque no es tarea del estado difundir propaganda nazi¡±, dijo la jefa del gabinete b¨¢varo.

Pero el rigor de las decisiones pol¨ªticas del gobierno b¨¢varo, son impredecibles y el mi¨¦rcoles pasado el ministro de Cultura de Baviera, Ludwig Spaenle anunci¨®, despu¨¦s de un violento debate en el parlamento regional, que M¨²nich renunciaba a adoptar nuevas medidas legales para impedir el trabajo de reedici¨®n de Mi lucha que lleva a cabo el Instituto de Historia Contempor¨¢nea.

¡°No se puede atentar contra la libertad cient¨ªfica¡±, declar¨® el ministro b¨¢varo. ¡°El Instituto de M¨²nich, que tiene a su cargo este proyecto puede publicar una edici¨®n bajo su propia responsabilidad¡±, agreg¨®.

Las declaraciones del pol¨ªtico causaron un profundo alivio en la sede del instituto, pero dejaron en el aire un interrogante que solo podr¨¢ tener una respuesta a partir del 1 de enero de 2016, cuando una editorial intente sacar a la venta en el pa¨ªs una edici¨®n no comentada del libro maldito.

¡°Ya no habr¨¢ m¨¢s problemas legales para continuar nuestro trabajo y tampoco tendremos que devolver el dinero (500.000 euros) que nos dio el Gobierno para el proyecto¡±, dijo Simone Paulmilch, portavoz del instituto b¨¢varo, a EL PA?S. ¡°Aun no conocemos la dimensi¨®n de las declaraciones del ministro, pero se puede suponer que tampoco habr¨¢ medidas legales en contra de otras publicaciones, aunque las leyes siguen vigentes¡±, a?adi¨®.

Una sentencia de la Corte Suprema germana en 1979 permiti¨® la venta del libro en las tiendas de anticuarios y los sabuesos b¨¢varos tampoco saben c¨®mo impedir la difusi¨®n del libro en Internet, donde los nost¨¢lgicos de Hitler siguen ofreciendo descargas gratuitas y en varios idiomas del volumen. Pero Baviera sigue utilizando el art¨ªculo 130 del C¨®digo Penal que castiga con penas de c¨¢rcel la incitaci¨®n al odio racial y proh¨ªbe escritos que, como Mein kampf, puedan ser utilizados como propaganda para difundir los ideales del nacionalsocialismo.

Adolf Hitler comenz¨® a escribir su libro en 1924 cuando cumpl¨ªa una condena de c¨¢rcel en la prisi¨®n de Landsberg y escribi¨® las ¨²ltimas p¨¢ginas en Obersalzberg, un id¨ªlico lugar en los Alpes b¨¢varos donde el dictador pose¨ªa una casa. La primera edici¨®n del primer volumen del libro vio la luz en julio de 1925 y el segundo volumen se public¨® en diciembre de 1926.