Exilios en el celuloide

La historia de la emigraci¨®n es, en realidad, solo una. Una sola partida en millones, millones de huidas, despedidas, desarraigos. Son un centenar los que recoge David Felipe Arranz en su libro Las cien mejores pel¨ªculas sobre migraci¨®n (Cacitel). M¨¢s que una lista de t¨ªtulos imprescindibles, una exhaustiva recopilaci¨®n del mito del viaje ¡ªpara siempre¡ª en la historia del s¨¦ptimo arte. Un g¨¦nero con sus propias caracter¨ªsticas, como explica el autor: "Es un cine minoritario, de cr¨®nica, period¨ªstico, documental, que nace, dir¨ªa que en el 99% de los casos, de una experiencia real". Un cine eminentemente narrativo que justifica, dice Arranz, la elecci¨®n de las pel¨ªculas, basada en la "historia humana" que reflejan, y no necesariamente en la calidad de la puesta en escena.

Las pel¨ªculas recogidas en la recopilaci¨®n permiten concluir que el inter¨¦s por este tipo de cine est¨¢ creciendo desde hace dos d¨¦cadas. Si en los 80 Arranz recoge ocho filmes, anota 20 de esta tem¨¢tica en los 90, y 39 en los 2000. Algo que, para este profesor de Periodismo de la Universidad Carlos III, se corresponde con el auge de los movimientos migratorios que, sin embargo, no tienen un reflejo en las pol¨ªticas sociales: "No concibo que los Estados supuestamente del bienestar no sepan c¨®mo actuar ante la llegada de inmigrantes, que es milenaria. ?No hemos desarrollado, en cientos de a?os una capacidad de respuesta?" El cine, al menos, s¨ª lo ha hecho.

The italian, de Reginald Barker (1915)

La historia del gondolero veneciano Beppo, obligado a trabajar como alba?il en Nueva York para alimentar a su familia, es uno de los primeros documentos cinematogr¨¢ficos sobre la inmigraci¨®n.? "Lo que narra The italian", cuenta Arranz, "lo recupera Francis Ford Coppola en El Padrino. La base de la mafia parte de un fen¨®meno migratorio". No es ese futuro el que promete el soneto de Emma Lazarus grabado en el pedestal de la Estatua de la Libertad: "Tus hacinadas multitudes anhelantes de respirar en libertad/ el desdichado desecho de tu rebosante playa, env¨ªa a estos, los desamparados que arroj¨® la ola, a m¨ª,/ ?yo alzo mi l¨¢mpara detr¨¢s de la puerta dorada!".

Charlot emigrante, de Charles Chaplin (1917)

Pero los emigrantes no hablaban ingl¨¦s, y poco pod¨ªan saber de esta po¨¦tica bienvenida. Cuando Charlot divisa la Estatua de la Libertad no es un abrazo fraternal lo que recibe, sino un trato similar al que se tendr¨ªa con el ganado. "El desencanto de Chaplin con los Estados Unidos empieza como el de Charlot: en el primer momento en que pone un pie en Nueva York. Entonces se da cuenta de que la tierra prometida no es tan arc¨¢dica ni tan dorada". El pa¨ªs que iba a ser su futuro, de hecho, termin¨® expuls¨¢ndolo en 1952.

La leyenda del pianista en el oc¨¦ano, de Giuseppe Tornatore (1998)

Esta adaptaci¨®n de la novela de Alessandro Baricco (Seda) cuenta la historia del maquinista del Virginian, uno de los barcos que trasladaban inmigrantes europeos hacia la pr¨®spera Am¨¦rica, que un d¨ªa descubre a un ni?o abandonado a bordo del buque. Lo nombra Novecento, a?o de su descubrimiento. El ni?o vivir¨¢ en el Oc¨¦ano, el lugar de transici¨®n entre dos tierras.

Little Senegal, de Rachid Bouchareb (2001)

"La b¨²squeda de su pasado conduce a un inmigrante a encontrarse con su futuro". Alloune trabaja como gu¨ªa en el Museo de los esclavos, en Senegal. Consciente de su propia ignorancia sobre sus antepasados, viaja hasta Estados Unidos emulando el exilio forzado de aquellos dos siglos atr¨¢s, lo que le conduce de las plantaciones del Sur hasta el territorio conocido como Little Senegal en el Harlem neoyorquino.

La otra Am¨¦rica, de Goran Paskaljevic (1995)

Los espa?oles tambi¨¦n han tenido su peque?a huida hacia la tierra prometida de Estados Unidos. El director serbio Goran Paskaljevic retrata el viaje del espa?ol Alonso, que regenta un bar en Brooklyn en el que, adem¨¢s, tiene contratado a un inmigrante ilegal procedente de Montenegro. ¡°Una supervivencia sazonada con toques de iron¨ªa y humor negro¡±.

Ghosts, de Nick Broomfield (2006)

Es el turno del ¨¦xodo de Asia hacia el viejo continente. Esta cinta est¨¢ basada en la historia real de 23 inmigrantes chinos que murieron en la costa norte de Inglaterra en 2004 mientras faenaban recogiendo marisco. La pel¨ªcula recoge su viaje desde el pueblecito chino de Fu Jian hasta las aguas brit¨¢nicas.

Las puertas del para¨ªso, de Andrzej Wajda (1968)

La pel¨ªcula retrata uno de los primeros fen¨®menos migratorios de la Historia. En 1212, entre la Cuarta y Quinta Cruzada, el adolescente franc¨¦s Jacques de Cloys llama a los ni?os a hacer una expedici¨®n de "inocencia y pureza" para conquistar Tierra Santa. El escritor polaco Jerzy Andrzejewski "supo ver la tragedia que supuso la marcha" en su relato Bram y Raju, que version¨® Wajda para el celuloide.

Las uvas de la ira, de John Ford (1940)

Adaptaci¨®n de la novela de John Steinbeck, surgida tras su trabajo como periodista en The San Francisco News. Sus relatos sobre los jornaleros vagabundos que viajaban los valles agr¨ªcolas de California para trabajar en la recolecta, los oakies,?dar¨ªa lugar a la pel¨ªcula de John Ford. "Tras las diferentes oleadas de inmigrantes extranjeros que acudieron a trabajar en la recogida de la fruta, finalmente llega el turno de los propios estadounidenses, que iban abandonando su tierra por el hambre". El trabajo de documentaci¨®n del Ford para realizar el filme recoge el testimonio de uno de ellos, Dust Bowl: "Est¨¢bamos fam¨¦licos y quiz¨¢ viv¨ªamos de ello. Pod¨ªamos tal vez encontrar un trabajillo si pod¨ªamos conseguir arrastrarnos".

La piel quemada, de Josep Maria Forn (1967)

¡°Otra muestra de fen¨®menos de xenofobia, pero esta vez dentro de Espa?a en los a?os 60". La cinta recoge el d¨ªa a d¨ªa de los charnegos, andaluces emigrados a Catalu?a en busca de un futuro mejor. "El director se tuvo que imbuir del ambiente que se form¨® contra la llegada masiva de andaluces", cuenta Arranz.. "Para el r¨¦gimen franquista, era inc¨®modo esta realidad en la que la gente ten¨ªa que desplazarse dentro del pa¨ªs para poder comer", lo que hizo que la pel¨ªcula recibiera una mala calificaci¨®n de cara a recibir subvenciones. Esto dificult¨® enormemente su carrera comercial.

O salto, de Christian de Chalonge (1968)

Mientras, del otro lado de la frontera, un mill¨®n y medio de portugueses abandonaron su pa¨ªs entre 1960 y 1974 para llegar a Francia. Esto les obligaba a cruzar dos veces nuestra fronteras, transportados por mafias. "Hu¨ªan de la dictadura de Salazar", narra Arranz, "que les obligaba a enrolarse como soldados en las colonias. Algunos terminaban en ?frica y otros ten¨ªan la suerte de escapar a Francia".