Carlo Mazzacurati, director de cine italiano
Creador de una po¨¦tica sobria y comprometida, logr¨® el Le¨®n de Plata por su pel¨ªcula ¡®Il toro¡¯
El director de cine italiano Carlo Mazzacurati muri¨® el mi¨¦rcoles pasado en el hospital de Padua a los 57 a?os. El c¨¢ncer que le consum¨ªa dsede hac¨ªa mucho tiempo s no le impidi¨® terminar su ¨²ltima cinta, La sedia della felicit¨¤, que se estrenar¨¢ en abril. En 1994 gan¨® el Le¨®n de Plata en el Festival de Cine de Venecia por Il toro. Gan¨® tambi¨¦n premios por sus guiones, entre ellos el del delicioso Marrakech Express de Gabriele Salvatores. Trabaj¨® y actu¨® con Nanni Moretti, quien sostuvo sus primeros pasos en el s¨¦ptimo arte, a trav¨¦s de su productora Sacher. Hasta el final presidi¨® la Cinemateca de Bolonia, una de las m¨¢s activas y prestigiosas del mundo. En la Universidad de esta ciudad norte?a estudi¨® cine cuando era un chaval. Entre sus cintas m¨¢s logradas y conocidas, est¨¢n La lingua del santo, La passione, La giusta distanza, L'amore ritrovato.
Mazzacurati, uno de los m¨¢s delicados y serenos cineastas de Italia, que no ha encontrado su merecida repercusi¨®n internacional, vivi¨® alejado de los cen¨¢culos cinematogr¨¢ficos, en la provincia de V¨¦neto, en su Padua natal. Desde all¨ª observaba y contaba el mundo, con una mirada emp¨¢tica pero nunca melodram¨¢tica. Relataba las vidas de personajes cotidianos, perdedores y so?adores, como fueron los protagonistas de las comedias agridulces de Dino Risi o Mario Monicelli. Grande y regordete ¡ªcon una barba tupida bien veteada de canas en los ¨²ltimos a?os¡ª fue artista y hombre atento, reflexivo e ir¨®nico. Uno de sus cameos m¨¢s divertidos es el de su papel de cr¨ªtico cinematogr¨¢fico al que su amigo y colega Nanni Moretti atormenta en Caro diario (1993), culp¨¢ndole por una recensi¨®n positiva y oscuramente intelectual de la pel¨ªcula Harry, lluvia de sangre.
Mazzacurati dirigi¨® su primera cinta, Notte italiana, en 1987, gracias al apoyo de la Sacher Film, la productora de Moretti. La ¨²ltima, la ya mencionada La sedia della felicit¨¤, la rod¨® cuando ya sab¨ªa que la enfermedad no ten¨ªa remedio. Fue presentada este oto?o en el festival de cine de Tur¨ªn como su testamento art¨ªstico. Entre las dos obras, el autor firm¨® 19 pel¨ªculas, la mayor¨ªa ambientadas en el noroeste del pa¨ªs, la zona de Italia que mejor conoc¨ªa y m¨¢s amaba. Un paisaje de llanuras borrosas por la niebla, naves industriales y repentinos desgarros de belleza imprevista, que sirve de met¨¢fora de la humanidad que puebla sus historias. Una humanidad intensa y cercana que se coagul¨® en los rostros de algunos actores fetiche ¡ª Antonio Albanese, Silvio Orlando, Giuseppe Battiston, Fabrizio Bentivoglio¡ª, a los que ¨¦l descubri¨®.
¡°La muerte de Carlo Mazzacurati priva al cine italiano de un int¨¦rprete de gran originalidad¡±, escribi¨® el ministro de Cultura Massimo Bray al conocer su fallecimiento; ¡°era h¨¢bil en contar con inteligencia su territorio, su preciosa identidad de historia y memoria, en di¨¢logo con el mundo global¡±, prosegu¨ªa la nota.
Para entender su po¨¦tica minimalista y profunda, el cin¨¦filo espa?ol deber¨ªa recuperar al menos dos de sus producciones. Il toro (1994), galardonada en Venecia, cita que suele ser bastante avara con los creadores italianos. Es la historia de amistad y desesperaci¨®n, solidaridad y ganas de rescate, de dos ganaderos en el paro que deciden robar Corinto, un valios¨ªsimo toro semental. El pretexto narrativo, pero no el desenlace y el tono, se parecen al de La lingua del santo (2000) un drama social disfrazado de comedia: dos amigos fallidos viven con peque?os hurtos inocentes, hasta que un d¨ªa deciden sustraer una reliquia de San Antonio ¡ªlo que pasa por su lengua¡ª de la catedral de Padua.
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