Fernando Aramburu gana el Biblioteca Breve con ¡®?vidas pretensiones¡¯
El escritor asegura que" los poetas conforman un mundo m¨¢s cerrado, lleno de rivalidades¡±
Rencillas, odios, rivalidades, amor, sexo, alcohol y ¡°muchos pecados¡±. Todo ese c¨®ctel en una sola copa quiz¨¢ s¨®lo pueda servirlo el mundo de las letras y, m¨¢s que ning¨²n otro, el gremio de los poetas. Durante tres d¨ªas y dos noches un grupo de ellos practicar¨¢n o sufrir¨¢n cada uno de esos sentimientos y experiencias en unas jornadas po¨¦ticas en un convento regido por monjas... Son las coordenadas de ?vidas pretensiones, s¨¢tira salvaje con la que el reconocido escritor vasco Fernando Aramburu ha obtenido el premio Biblioteca Breve de novela, que convoca Seix Barral.
¡°No es un roman ¨¤ cl¨¦¡±, se ha afanado en aclarar Aramburu, quiz¨¢ porque entre los miembros del jurado y presentes en el fallo p¨²blico estaban los poetas Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald y Pere Gimferrer, ambos citados en la novela. ¡°Son anclajes de la obra en la realidad pero no son personajes: nunca he puesto mi literatura al servicio del resquemor o para denigrar a nadie¡±. Pero el dramatis personae dejar¨¢ volar la imaginaci¨®n. Est¨¢ el responsable de las jornadas y amigo de pol¨ªticos que ejercer¨¢ de confesor y velar¨¢ por el imposible descanso de las monjas; O el ilustre rapsoda Mateo Gil, de 64 a?os, ciego, que se presenta con una lazarilla sacada de sus clases universitarias, Vanessa Rinc¨®n, aprendiz de poeta pero sobre todo hermosa, por lo que por ello su veterano amante la dejar¨¢ encerrada en su celda para que no sea catada por la jaur¨ªa de restantes poetas. Completan el cuadro la ¨²ltima ganadora de las jornadas, apodada la N¨ªvea, cuarentona dispuesta a todo para ser incluida en una prestigiosa antolog¨ªa; Eugenio Alpuente, poeta que devorar¨¢ unos hongos alucin¨®genos al llegar o un tal Juanjo Changa, servil, mediocre o asesinable personaje del mundillo literario, casi siempre ebrio.
¡°Este libro no trata ni de poes¨ªa ni de literatura porque los personajes no hacen eso; los personajes confunden carrera literaria con literatura, la sociedad literaria con la literatura misma y escriben o por vanidad o por conformismo, por un extra?o af¨¢n de notoriedad¡±, defini¨® Gimferrer; ¡°ese mundo es el de la ¡°poetahambre, que dec¨ªan los modernistas¡±, apuntill¨®. O de la "poetada", como define su obra Aramburu. Eduardo Mendoza, rey de la literatura finamente regada de humor, asegur¨® como miembro del jurado que el libro deja al final ¡°una sonrisa torcida, descarnada, porque en el fondo es una reflexi¨®n sobre la literatura y la naturaleza humanas¡±.
En ese contexto, Aramburu (San Sebasti¨¢n, 1959), volvi¨® a aclarar. ¡°No es una revancha contra la poes¨ªa, solo me pareci¨® que los poetas dan m¨¢s juego literario que los novelistas, que hoy veo m¨¢s como colegas de oficina; los poetas conforman un mundo m¨¢s cerrado, lleno de rivalidades, narcisismo y dignos de parodia¡±.
Aclarado eso, el escritor admiti¨® que su relaci¨®n con la poes¨ªa ¡ªempez¨® su carrera literaria componiendo versos¡ª ¡°s¨ª es conflictiva: no hay una sola l¨ªnea de mi obra literaria que admita ser definida sin tener en cuenta mi vinculaci¨®n del momento con la poes¨ªa¡±. Ello no deja de ser uno de los rituales-gui?o de este autor, que en cada una de sus novelas siempre introduce, por ejemplo, un di¨¢logo t¨¢cito con alg¨²n escritor u obra literaria. En ?vidas pretensiones el juego se mantiene con el Lazarillo de Tormes, donde el ilustre poeta hace de ciego y su alumna-amante, casi de queso que todos quieren catar.
Tampoco le es ajeno el humor a Aramburu, que ya dej¨® ir una buena carga autobiogr¨¢fica y sat¨ªrica con la poes¨ªa en la trastienda en la que fue su primera novela, Fuegos con lim¨®n (1996), que ya le vali¨® su primer premio literario un a?o despu¨¦s, el G¨®mez de la Serna. Quedar¨ªa m¨¢s adelante con la a¨²n m¨¢s humor¨ªstica Viaje con Clara por Alemania (2010) ¡°Para m¨ª, el humor es una necesidad vital y otra de mis maneras de relacionarme con el mundo, un compromiso conmigo mismo: cuando mi situaci¨®n personal es peor, recurro al humor como ant¨ªdoto: con ¨¦l intento compensar y luchar, por ejemplo, contra el fanatismo¡±.
Si es cierta la teor¨ªa seg¨²n la cual para ser un buen escritor de novela humor¨ªstica es imposible ser un debutante sino que se requiere un escritor con experiencia y un determinado temperamento, Aramburu tiene de sobra de ambos atributos. Tras los relatos de No ser no duele (1997), con la novela Los ojos vac¨ªos (2000, premio Euskadi) abri¨® la bautizada como Trilog¨ªa de Ant¨ªbula. Ser¨ªa con El trompetista del Utop¨ªa (2003) que su obra llegar¨ªa al cine (Bajo las estrellas, en 2007, con dos Goya), pero su prestigio en las letras lo alcanzar¨ªa con Los peces de la amargura (2006), sobre la vida de v¨ªctimas y miembros de ETA. Esos relatos le comportar¨ªan dos de los siete premios que ahora con el Biblioteca Breve ostenta: el Vargas Llosa NH y el Dulce Chac¨®n. La guinda literaria, hasta ahora, se la hab¨ªa facilitado A?os lentos (2012), que se alz¨® con el Tusquets de novela. Ese bagaje es el que le ha permitido ahora dar una fuerza particular al narrador de esta novela, ¡°un gamberro que se toma licencias literarias de todo tipo y que se mofa tambi¨¦n del g¨¦nero¡±, cree el escritor. Y lanza un desaf¨ªo: ¡°Reto a que alguien acabe la novela sin sonre¨ªr siquiera¡±.
Dice Aramburu que sigue atrapado en ese sue?o de adolescente de 15 a?os cuando se prometi¨® a s¨ª mismo consagrar su vida a ser un buen escritor. Afincado en Alemania (asegura que las salvajes irreverencias del famoso Grupo 47 literario alem¨¢n ¡ªGrass, Enzensberger, B?ll¡ª que despedazaban libros tras su lectura le ha sido fuente de inspiraci¨®n), piensa que el Biblioteca Breve no deja de ser dentro de ese viaje emprendido desde la juventud ¡°una parada en una posada del camino¡±, una parada que le ha reportado, eso s¨ª, 30.000 euros. Aramburu quer¨ªa ser, despu¨¦s de escritor y por este orden, ¡°futbolista de la Real Sociedad, ciclista, ajedrecista y lanzador de jabalinas¡±. Todo fue cayendo lentamente, hasta el ciclismo, donde fue descalificado en una carrera, en la que luc¨ªa el dorsal 28, por no llevar casco. ¡°Me desanim¨® much¨ªsimo; me pareci¨® un poco injusto¡±. Miserias las hay en todos los gremios¡
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