Historietas de un asesino en serie

Para todo el mundo, Jeff Dahmer fue un demonio depravado que descuartiz¨® a 17 hombres a los que previamente drog¨®, viol¨® y asesin¨®. Incluso su abogado no disimul¨® su encarnizamiento durante el proceso judicial que se celebr¨® en Milwaukee (Wisconsin) en 1992: ¡°Es un enfermo necrof¨ªlico al que le encanta mantener relaciones sexuales con objetos sin vida¡±. Para Derf Backderf (Ohio, 1959), un autor de c¨®mic con nominaciones a los premios Eisner y con una colecci¨®n de caricaturas pol¨ªticas que ya tiene un hueco en un museo, era otra cosa. ¡°Era un cr¨ªo al lado del cual me sentaba en la sala de estudio y con el que pasaba el tiempo en la sala de la banda de m¨²sica¡±, cuenta en el prefacio de Mi amigo Dahmer, la novela gr¨¢fica que public¨® en EE UU en 2012. La obra, que ha recibido hace unas semanas el premio a la revelaci¨®n en el Festival de Angulema, se acaba de editar en Espa?a de la mano de Astiberri.

En ella, Derf Backderf evoca los a?os adolescentes que comparti¨® con alguien que pasar¨ªa a la historia negra como El carnicero de Milwaukee. Doscientas p¨¢ginas en blanco y negro, seguidas de un ep¨ªlogo, notas y fuentes, que retratan a un joven an¨®malo, repleto de rarezas que solo llamaban la atenci¨®n de sus colegas de clase y que jam¨¢s alarmaron a sus profesores. Esa insensibilidad para captar se?ales perturbadas perdura en la sociedad estadounidense de hoy. ¡°Es deprimente que no podamos identificar ni ayudar a estos chicos antes de que se desmanden. Adam Lanza, que masacr¨® a 20 escolares y seis profesores hace un a?o, me recuerda mucho a Dahmer. Tambi¨¦n era un chico extra?o que nadie reconoci¨® como peligroso hasta que fue demasiado tarde¡±, explica por correo electr¨®nico el autor.

Backderf, que vive ahora en Cleveland, naci¨® en Richfield (Ohio) en una casa situada a siete kil¨®metros de la vivienda de los Dahmer, un hogar desasosegante marcado por broncas, enfermedades mentales y despreocupaci¨®n hacia los hijos. Jeff era un ni?o raro que no inquiet¨® a nadie. Ten¨ªa un altar en el bosque para sacrificar animales, eliminaba cuerpos muertos con ¨¢cidos y, a partir de 1976, comenz¨® a beber compulsivamente. Backderf nunca fue su amigo, pero pertenec¨ªa a la pandilla que lo adopt¨® durante un tiempo como una suerte de buf¨®n o mascota. Imitaban su forma de hablar y le animaban a simular ataques epil¨¦pticos para divertirse. En el c¨®mic vuelca todo aquella inconsciencia juvenil, pero tambi¨¦n ha hecho el esfuerzo por registrar las tinieblas que absorb¨ªan a Dahmer cada vez m¨¢s a menudo: las fantas¨ªas homoer¨®ticas, la violencia hacia los animales, la misantrop¨ªa social... No fue f¨¢cil. ¡°Me ha costado 20 a?os completar la obra. Con diferencia, es mi trabajo m¨¢s oscuro. No fue nada divertido escribirlo, batall¨¦ con ¨¦l¡±, confiesa.

La novela gr¨¢fica arranc¨® como una historia corta de ocho p¨¢ginas. Poco despu¨¦s de la detenci¨®n de Dahmer, el historietista comenz¨® a recopilar informaci¨®n. ¡°No estaba seguro de que iba a hacer con ese material, pero me di cuenta de que all¨ª hab¨ªa una historia notable que no estaba contando la prensa generalista, y que mi amistad con Jeff me proporcionaba una perspectiva singular¡±, expone en la obra. Desde la perspectiva del trabajo finalizado, abunda por correo: "Soy un contador de historias. Esta era una historia incre¨ªble que cay¨® del cielo y aterriz¨® en mi ordenador. ?C¨®mo no iba a contarla? Me di cuenta de que era ¨²nica y mis instintos acertaron porque es ya un best-seller internacional. Y todav¨ªa m¨¢s importante es que el libro ha recibido alabanzas tanto del p¨²blico como de los cr¨ªticos".

Cuando mataron a Dahmer en la c¨¢rcel en 1994 se sent¨® a dibujar y escribir. Tres a?os despu¨¦s se public¨® por primera vez en la antolog¨ªa Zero Zero y, en 2002, el autor se autoedit¨® una obra de 24 p¨¢ginas que triunf¨®: fue nominada a un premio Eisner, se tradujo a varios idiomas, adaptada al teatro y alabada por la cr¨ªtica. Pero Backderf no estaba satisfecho y reh¨ªzo sus pasos. Entrevist¨® a antiguos compa?eros y profesores, revis¨® fichas policiales, ley¨® las entrevistas que concedi¨® el asesino y descubri¨® algunos aspectos nuevos de su adolescencia. ¡°Creo que Dahmer no tuvo que haber acabado como un monstruo¡±, se?ala en el pr¨®logo el autor, donde tambi¨¦n avisa: ¡° Mis simpat¨ªas acaban cuando Dahmer mata¡­ Hay una cantidad sorprendente de personas que ven a Jeffrey Dahmer como una especie de antih¨¦roe, un ni?o v¨ªctima de abusos que se veng¨® de la sociedad que le rechazaba. Eso es absurdo. Dahmer fue un miserable pervertido cuya depravaci¨®n alcanza lo casi incomprensible. Compadecedle, pero no simpatic¨¦is con ¨¦l¡±. Su nueva obra estar¨¢ en las ant¨ªpodas: ser¨¢ la segunda parte de una comedia autobiogr¨¢fica sobre sus d¨ªas de barrendero, que ya abord¨® antes en Trashed.