Un cuarto de siglo de modernidad
El IVAM ofrece su mirada de la modernidad y contemporaneidad mediante 412 obras de su colecci¨®n La Reina inaugura hoy la gran muestra del aniversario del museo
¡°Hoy es una fecha hist¨®rica¡±, afirm¨® Antonio Saura hace justo 25 a?os, con motivo de la inauguraci¨®n del Institut Valenci¨¤ d¡¯Art Modern (IVAM). El tiempo le dio muy r¨¢pido la raz¨®n al gran pintor informalista, porque al poco de nacer uno de los primeros museos de arte moderno y contempor¨¢neo de Espa?a, surgido de la descentralizaci¨®n auton¨®mica y con un presupuesto muy ajustado, se convirti¨® en una referencia internacional en el mundo del arte. Le avalaban el rigor y el talento para detectar los ¨¢ngulos de sombra que dejaba el mercado para abrirse un espacio propio entre las vanguardias hist¨®ricas, la fotograf¨ªa, el pop arty el informalismo, un espacio que fue creciendo a lo largo de su cuarto de siglo de vida. Prueba de ello es la exposici¨®n que hoy inaugura la reina Sof¨ªa, como ya hizo entonces.
Pata Tom¨¢s Llorens esta es la mejor colecci¨®n espa?ola tras la del Reina
Colecci¨®n del IVAM. XXV Aniversario es el t¨ªtulo de la muestra que pretende dar una visi¨®n del arte del siglo XX hasta la actualidad a trav¨¦s de 412 obras. La actual directora del IVAM, Consuelo Ciscar, se la encarg¨® al cr¨ªtico y catedr¨¢tico de Filosof¨ªa Francisco Jarauta, que ha elegido entre las 11.000 piezas de los fondos del museo para trazar un recorrido ¡°cronol¨®gico¡± mediante tres grandes galer¨ªas del museo.
La primera arranca con el estupendo Hombre-cactus, de Julio Gonz¨¢lez. ¡°Esta sala es la del gran escultor de las vanguardias y sus amigos, con obras de Torres-Garc¨ªa, Brancusi, Matisse o David Smith¡±, explica el comisario.
Los fondos de Gonz¨¢lez conformaron los pilares sobre los que se edific¨® la colecci¨®n del museo. Fueron adquiridas por el primer director del IVAM, Tom¨¢s Llorens, para quien el centro valenciano posee ¡°la colecci¨®n m¨¢s importante de arte del siglo XX de Espa?a¡±, despu¨¦s de la del Centro Reina Sof¨ªa, que tambi¨¦n dirigi¨®.
La muestra prosigue intern¨¢ndose en las tensiones intelectuales surgidas en torno a la Primera Guerra Mundial, con la eclosi¨®n primero del futurismo y despu¨¦s del dada¨ªsmo, que se ilustra con obras de Duchamp, Man Ray, Arp o Sonia y Robert Delaunay. Contin¨²a con soluciones art¨ªstico-sociales como las de la Bauhaus de Gropius, o experimentales como las de Moholy-Nagy, H¨¦lion o Alexander Calder. Los manifiestos, las revistas, los libros y las ilustraciones adquieren una importancia vital en los movimientos de vanguardia, como se pone de relevancia en la exposici¨®n que se prolonga hasta el 4 de mayo.
Todol¨ª destaca la b¨²squeda de artistas fuera de los focos del mercado
¡°El IVAM supo comprar cuando se desintegr¨® el poder sovi¨¦tico¡±, apunta Jarauta, frente a la sugerente sala del constructivismo ruso (Rodchenko, Stepanova, El Lissitzky o Malevich). ¡°En el IVAM nos fijamos al principio en artistas importantes donde el mercado a¨²n no hab¨ªa puesto sus focos¡±, recuerda el exdirector de la Tate Modern Vicente Todol¨ª, otro nombre clave en la historia del IVAM, del que fue responsable art¨ªstico entre 1989 y 1996. Todol¨ª, que trabaj¨® sobre todo bajo la direcci¨®n de Carmen Alborch (y en menor medida, de Jos¨¦ Francisco Yvars), resalta ¡°la gesti¨®n profesional e independiente¡± de una etapa que vivi¨® sin injerencias pol¨ªticas.
Muy pol¨ªtica es la espectacular sala dedicada al estallido de Guerra Civil espa?ola y la Segunda Guerra Mundial. El cartelismo y todas sus variantes gr¨¢ficas se ponen al servicio de la agitaci¨®n y la propaganda. Las portadas de Heartfield para la revista AIZ, los Ecce homo de Grosz, o los fotomontajes antifascistas de Renau comparten espacio con una escultura aleg¨®rica de Lipchitz, los cuadros del Equipo Cr¨®nica y Equipo Realidad, las fotograf¨ªas del frente de Agust¨ª Centelles o un affiche de Mir¨®.
Acaba as¨ª la primera parte de la exposici¨®n, m¨¢s experimental y documental, y comienza otra m¨¢s convencional, con un espl¨¦ndido cuadro de T¨¤pies, junto a una rotunda escultura de Anthony Caro, adem¨¢s de obras de Saura, Millares o Michaux. El informalismo europeo y el expresionismo abstracto estadounidense representan un regreso a la materia. Al mismo tiempo, se detecta a finales de los 50 y principios de los 60 una abstracci¨®n geom¨¦trica de ra¨ªces constructivistas y una experimentaci¨®n con el mundo de la ciencia. La muestra se detiene aqu¨ª en obras de Gottlieb, Fontana, Oteiza o Tony Smith.
El itinerario avanza hacia otro de los puntos fuertes de los fondos del IVAM: el pop art. Est¨¢n representados artistas como Hamilton, Baldessari, Oldenburg, Rosenquist o Lindner. Y creadores en torno a la galer¨ªa de Leo Castelli, como Jaspers Johns, Rauschenberg o Lichtenstein. La iron¨ªa y la cr¨ªtica social caracterizan el pop espa?ol de Arroyo, Genov¨¦s o Gordillo. Todos ellos est¨¢n presentes en esta segunda galer¨ªa, que acaba con una cr¨ªtica a la cultura contempor¨¢nea a trav¨¦s de Richard Serra, Robert Smithson, Dieter Roth o Gerard Richter.
En la tercera galer¨ªa, el recorrido expositivo concluye con creaciones de finales del siglo XX y algunos posteriores, que revelan los problemas de identidad, de memoria colectiva o del cuestionamiento de las diversas formas de resistencia. Son instalaciones y obras de Boltanski, Tony Oursler, Cristina Iglesias, Sean Scully, Juan Mu?oz, Antoni Muntadas, Joan Fontcuberta, Markus L¨²pertz o Georg Baselitz.
En definitiva, la exposici¨®n pretende ¡°poner en valor¡± la colecci¨®n del IVAM, seg¨²n ha reiterado Consuelo Ciscar, que cumple este a?o un decenio al frente del museo, una casa que tambi¨¦n fue dirigida por Kosme de Bara?ano y Juan Manuel Bonet.
Babelia
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