El polvor¨ªn serbio
El serbio Goran Paskaljevic lleva media vida echando la vista atr¨¢s, reflexionando sobre el pasado m¨¢s o menos cercano de su pueblo
El serbio Goran Paskaljevic lleva media vida echando la vista atr¨¢s, reflexionando sobre el pasado m¨¢s o menos cercano de su pueblo, mientras, como buen cineasta que es, analiza el m¨¢s inmediato de los presentes. La huella que deja el drama nunca se borra del todo, sobre todo si no se comprende su esencia, y bajo esta premisa se mueve su cine desde hace cuatro d¨¦cadas. En Al nacer el d¨ªa, su ¨²ltimo trabajo, nos vuelve a hablar de la memoria, pero tambi¨¦n del legado, conceptos que suelen ir de la mano, con la historia de un viejo m¨²sico que, ya en la cuesta abajo de su vida, descubre que fue hijo adoptado tras morir sus padres en un campo de concentraci¨®n para jud¨ªos y gitanos en Belgrado durante la Segunda Guerra Mundial.
AL NACER EL D?A
Direcci¨®n: Goran Paskaljevic.
Int¨¦rpretes: Mustafa Nadarevic, Predrag Ejdus, Nebojsa Glogovac, Meto Jovanovski.
G¨¦nero: drama. Serbia, 2012.
Duraci¨®n: 90 minutos.
A trav¨¦s de una muy adecuada fotograf¨ªa donde dominan los colores ocres, que convierte a la pel¨ªcula en un continuo tono marr¨®n, y una esencial presencia de la m¨²sica, Paskaljevic recorre la historia de su pa¨ªs con paradas en sus odios, temores y contiendas, y abundando en la convicci¨®n de que poco se ha arreglado, de que todo se repite en mayor o menor medida. Los nuevos nazis son las inmobiliarias que derruyen edificios para construir nuevos, previo paso por el desahucio de sus habitantes; padres e hijos, condenados a no entenderse; gitanos que siguen sufriendo el acoso. Como ya dec¨ªa el t¨ªtulo de, quiz¨¢, su mejor pel¨ªcula, El polvor¨ªn (1996), la zona ha sido un continuo flujo de estallidos pol¨ªticos, sociales y morales, y ah¨ª el director aprovecha para componer secuencias en las que, en la ¨®rbita de las Fresas salvajes de Bergman, el individuo forma parte del pasado sin salirse del plano, observando su historia, con min¨²scula, y su Historia, con may¨²scula. As¨ª, hasta un final en el que quiz¨¢ est¨¦ de m¨¢s un ep¨ªlogo con el que se quiere dejar un poso distinto del que, en realidad, posee la pel¨ªcula.
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