Don Quijote y Sancho Panza charlan sobre los escenarios

En el vetusto sal¨®n de actos de la Real Academia Espa?ola, enmarcado por dos enormes vidrieras iluminadas por el sol primaveral del pasado jueves. A un lado, la alegor¨ªa de la elocuencia, al otro, la de la poes¨ªa. Y en el centro, el actor Carlos Hip¨®lito, que lee un fragmento del Libro del buen amor, de Juan Ruiz, arcipreste de Hita. Tantas veces han repetido los escolares espa?oles, y los adultos en que se convirtieron, esas palabras ("Juan Ruiz, arcipreste de Hita"), que quiz¨¢ hayan olvidado la sonoridad de su obra. El ciclo C¨®micos de la lengua, organizado por la Real Academia Espa?ola y dirigido por Jos¨¦ Luis G¨®mez, se propone rescatar a los cl¨¢sicos de la p¨¢gina impresa para darles vida en una lecturas dramatizadas en los escenarios de Madrid. Una decena de textos que se hacen carne desde el 10 de marzo hasta el 19 de mayo para festejar el cumplea?os (tres siglos ya) de la casa del diccionario.

Pero no solo estar¨¢ presente el arcipreste. Tambi¨¦n Santa Teresa de Jes¨²s (Teresa de ?vila en este otro ¨¢mbito, el de la creaci¨®n literaria) en la voz de Julia Guti¨¦rrez Caba, Don Quijote y Sancho en la de Ernesto Arias o la tr¨¢gica vida de Segismundo en los cuerpos del propio Jos¨¦ Luis G¨®mez y Blanca Portillo, que ya abord¨® la obra de Calder¨®n en 2012. Las lecturas de parte de las obras ¡ªdram¨¢ticas, narrativas o l¨ªricas¡ª, acompa?adas de las explicaciones de un acad¨¦mico distinto en cada espect¨¢culo, duran en torno a 40 minutos y se representar¨¢n en las sedes de la Real Academia, el Centro Dram¨¢tico Nacional, el Teatro Espa?ol, la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico y el Teatro de la Abad¨ªa. Textos coronados en escenarios coronados.

"Este es el eslab¨®n m¨¢s amplio y m¨¢s potente del aniversario. Una simbiosis entre el teatro, la palabra en acto y el estudio ling¨¹¨ªstico del idioma", explica Dar¨ªo Villanueva, secretario de la Real Academia. Las celebraciones del tercer centenario, aunque tocadas por la crisis, buscan resarcirse de la imposibilidad de festejar los anteriores aniversarios: en 1814 la Guerra de Independencia no daba mucho espacio a la alegr¨ªa y la Academia se hab¨ªa dividido entre patriotas y afrancesados, y en 1914, por respeto a los pa¨ªses acosados por la I Guerra Mundial, tampoco parec¨ªan convenientes grandes fastos. Ahora s¨ª, aunque modestos. C¨®micos de la lengua se suma a la exposici¨®n La lengua y la palabra, celebrada hasta el pasado 26 de enero en la Biblioteca Nacional, o la publicaci¨®n de la colecci¨®n III Centenario, que edita cuatro novelas cumbre de la literatura espa?ola: La busca (P¨ªo Baroja), Misericordia (Benito P¨¦rez Gald¨®s), El camino (Miguel Delibes) y Muertes de Perro (Francisco Ayala).

La voz de Carlos Hip¨®lito resuena en el sal¨®n de actos de la Real Academia, cuya ac¨²stica extra?a la declamaci¨®n del actor: "Acometi¨¦ronme luego muchos miedos y temblores,/ los mis pies y las mis manos no eran de s¨ª se?ores,/ perd¨ª seso, perd¨ª fuerza, mud¨¢ronse mis colores". Suena al Libro del buen amor, pero con una particularidad. Las zetas se hacen sibilinas, las eses vibran, las haches se vuelven efes. Es el castellano que debieron escuchar los coet¨¢neos del arcipreste de Hita (c. 1284 - c. 1351), recuperado sobre el escenario. "Al principio parec¨ªa como aprender otro idioma", confiesa Hip¨®lito. Desde luego, eso no suena a espa?ol, o no del todo. El actor contin¨²a: "Por momentos parece catal¨¢n, o gallego. Uno se da cuenta de que todas las lenguas de la Pen¨ªnsula est¨¢n en este idioma, y es un descubrimiento emocionante". Jos¨¦ Luis G¨®mez defiende la apuesta de direcci¨®n: "Este elemento, recuperar esa fon¨¦tica, era un atractivo y una dificultad a?adida. Pero el viaje de la lengua solo se puede percibir si uno lo recorre. Es una aportaci¨®n de memoria, de memoria colectiva".

No es la ¨²nica apuesta arriesgada. A medida que Ernesto Arias desvela las palabras de Cervantes, aparecen ante el p¨²blico Sancho y Teresa Panza, que discuten sobre el futuro del escudero y su familia. No aparecen como lo har¨ªan en una obra convencional, por supuesto: "No se pueden armar los personajes con toda la encarnadura del teatro, pero s¨ª con una huella de encarnadura", explica G¨®mez. No hay cambios de vestuario y el actor apenas var¨ªa su voz, su gesto, su posici¨®n en el escenario. Pero ah¨ª est¨¢n Sancho y Teresa mostrando su lenguaje y dando forma al mundo popular de El Quijote.

A¨²n as¨ª, lo que sostiene estas "lecturas en vida", como las ha definido Jos¨¦ Luis G¨®mez, es el texto y el uso que de ¨¦l hacen los c¨®micos. Para esta empresa, la mano de Vicente Fuentes, "maestro de palabra", que ha buscado "que emergiera un discurso musical que reforzara el movimiento dram¨¢tico". Una musicalidad insuflada al papel que se deja ver en la voz templada y llena de Julia Guti¨¦rrez Caba, Teresa de ?vila por unos minutos, que casi parece levitar mientras enuncia unas palabras ahora hechas carne: "No es dolor corporal sino espiritual, aunque no deja de participar el cuerpo algo...".