Lo improbable de la historia

La secci¨®n ¡°El se?or Peabody y lo improbable de la Historia¡±, incluida en el espacio Las aventuras de Rocky y sus amigos ¡ªserie que emit¨ªa Televisi¨®n Espa?ola cuando este cr¨ªtico iba, literalmente, al parvulario¡ª, pon¨ªa al servicio de la did¨¢ctica irreverente los viajes temporales del atildado can protagonista junto a Sherman, su hijo adoptivo humano. Con trazo sint¨¦tico y un tan inteligente como pragm¨¢tico uso de la animaci¨®n limitada, el animador Jay Ward equilibraba humor culterano y comedia tonta en un soberbio ejemplo de televisi¨®n infantil altamente sofisticada, que no obviaba referencias al clima de Guerra Fr¨ªa.

Peabody y Sherman, un prodigio de la l¨ªnea pura, no parec¨ªan material id¨®neo para una adaptaci¨®n en clave de animaci¨®n 3D, pero la pel¨ªcula de Rob Minkoff (El rey le¨®n) resuelve el desaf¨ªo de manera triunfal. La pel¨ªcula busca equivalentes corp¨®reos al esquematismo gr¨¢fico del modelo, respeta la esencia de sus personajes, s¨®lo aten¨²a un par de grados el mordiente del humor marca Ward y logra que la gracia keatoniana de su perro protagonista sobreviva y domine la situaci¨®n en el contexto de una s¨²per-producci¨®n tan fren¨¦tica como requiere el gusto contempor¨¢neo. Con su recorrido por la Revoluci¨®n Francesa, el antiguo Egipto, la guerra de Troya y la creaci¨®n de la Gioconda, partiendo de una reuni¨®n social condenada al desastre, Las aventuras de Peabody y Sherman ni subestima al espectador infantil, ni habla en doble sentido para seducir al adulto. Por el contrario, permite que todo el mundo participe de su irresistible fiesta.