Danilo P¨¦rez: ¡°Lo bonito del jazz es que te pregunta qui¨¦n eres¡±

¡°Est¨¢n prepar¨¢ndose para lo desconocido, uniendo elementos inesperados¡±, explica el pianista y fil¨¢ntropo paname?o Danilo P¨¦rez en la Berklee School de Valencia tras dar un giro a una intensa sesi¨®n con media docena de estudiantes de tres continentes, en la que ha introducido repentinamente el canto melism¨¢tico de una vocalista de origen indio en unas improvisaciones instrumentales en torno a su Suite for the Americas. Llegado de Boston, est¨¢ en la antesala a la gira de presentaci¨®n de su decimotercer ¨¢lbum como l¨ªder, Panama 500, que inici¨® este domingo en Madrid y luego seguir¨¢ por Alemania, Azerbaiy¨¢n e Israel, entre otros pa¨ªses. ¡°En esta ¨¦poca de mi vida, ha desaparecido la barrera entre la escuela y la vida del artista, estoy dando clase y me siento de gira¡±, confiesa.

Adem¨¢s del repertorio del nuevo disco quiere recuperar canciones como la c¨¦lebre Gracias a la vida de Violeta Parra, o el bolero Solo contigo basta que grab¨® con Rub¨¦n Blades en su primer ¨¢lbum. Le gusta trabajar con cantantes. ¡°?Sabes con qui¨¦n he estado coqueteando, porque su pap¨¢ quer¨ªa que grab¨¢ramos?, con Estrella Morente, ella me dijo que era el sue?o de su padre, iba yo a venir a grabar aqu¨ª, ¨¦l muri¨® y qued¨® ah¨ª la cosa, pero hemos de retomarlo¡±. Su m¨²sica respira a menudo aires de folclore y canci¨®n popular, en Panama 500 sublima esa tendencia. ¡°Lo hago porque considero que los est¨¢ndares se han concentrado mucho en Norteam¨¦rica y creo que el est¨¢ndar latinoamericano tiene una riqueza a¨²n por descubrir; he visto a Charlie Hayden tocando boleros y a Charles Lloyd tocar Rabo de Nube de Silvio Rodr¨ªguez y cuando eso se da pasan cosas maravillosas¡±. Por eso est¨¢ ¡°enamorado de este ¨²ltimo disco, porque esas mezclas han de vivirse a fondo para que no queden en un mero proyecto, yo me he en empleado muchos a?os en esa b¨²squeda para conseguir algo org¨¢nico¡±.

Esa b¨²squeda le ha llevado a registrar ¡°la celebraci¨®n del mestizaje paname?o, a contar c¨®mo a trav¨¦s del canal y de la presi¨®n demogr¨¢fica Panam¨¢ se transforma en un crisol cultural donde coinciden la influencia ind¨ªgena, los africanos que entraron con los espa?oles, los que llegaron despu¨¦s y los caribe?os que vinieron para la construcci¨®n del Canal¡±, donde incluso ¡°hay una influencia mora muy fuerte en el canto e incluso de la m¨²sica hind¨²¡±. Esta idea est¨¢ presente tambi¨¦n en el Festival de Jazz de Panam¨¢, una referencia en el continente que ¨¦l puso en marcha hace 12 a?os y que en parte costea. ¡°Cada vez que vienen artistas de fuera les damos oportunidad de que intercambien con el folclor¡±, explica. ¡°Recuerdo una ocasi¨®n en que estaba tocando con Freddie Hubbard y todos me felicitaron; entonces Dizzy Gillespie me dijo: ¡®Eso est¨¢ muy bien, es incre¨ªble, pero Bud Powell lo hizo ya, ahora quiero saber de d¨®nde vienes t¨², qui¨¦n eres¡¯. Su mensaje se me qued¨® grabado, significa que lo bonito del jazz es que te pregunta qui¨¦n eres, de d¨®nde eres y c¨®mo eres¡±.

De todos los grandes con que ha trabajado (Gillespie, Roy Haynes, Wayne Shorter, Wynton Marsalis y un largo etc¨¦tera), le ¡°han dejado huella todos en diferentes momentos¡±, pero quien m¨¢s le ha marcado es Shorter. ¡°Es con quien he visto pasar un Danilo joven y madurar por m¨¢s tiempo, es como mi padre¡±, proclama. ¡°Lo que al principio pens¨¦ que iba a ser una clase de m¨²sica con un maestro, fue una clase de humanidades, una clase de la vida¡±. Intenso, creativo, alegre el pianista es director art¨ªstico del Berklee Global Institute y tambi¨¦n un fil¨¢ntropo, que con la fundaci¨®n que lleva su nombre ha ¡°dado oportunidades a muchachos de escasos recursos para que se preparen en Panam¨¢ y tengan una oportunidad de irse a estudiar a Boston y para que cuando regresen a Panam¨¢ tengan nuevas oportunidades de trabajo¡±. Una, es el nuevo club de jazz que acaba de abrir en Panam¨¢. ¡°Una de las bases es que tiene que ser m¨²sica creativa, original¡±, destaca. Todo encaja, en el Global Institute apuestan por la creatividad y por aprovechar el poder de la m¨²sica como herramienta de cambio social. ¡°Una de las cosas que hacemos es tocar en residencias de ancianos, donde los alumnos aprenden repertorio y desarrollan el o¨ªdo¡±. Ante la extra?eza del interlocutor, aclara: ¡°S¨ª, los ancianos empiezan a cantar y les cambian los tonos, es un intercambio muy lindo porque esos est¨¢ndares, como All the things you are o Stella by starlight, significan m¨¢s para esa gente que para ellos¡±. O van ¡°a un hospital psiqui¨¢trico donde los alumnos han de buscar la manera de comunicarse para que la m¨²sica se convierta en una terapia¡±. En Panam¨¢ trabajan ¡°con ni?os de barrios muy pobres y vemos como la m¨²sica se transforma en una herramienta de cambio, c¨®mo te facilita conexiones que las palabras no te dan, pero la m¨²sica s¨ª¡±.

Esta convicci¨®n le viene de la infancia. ¡°Yo creo mucho en esa parte de la m¨²sica, porque de peque?o vi cosas maravillosas¡±, evoca. ¡°Ten¨ªa diez a?os y vino un tipo a casa que nos trabaj¨® la lavadora por 10 horas y a continuaci¨®n mi pap¨¢, que es cantante y tocaba mucho, le invit¨® a tocar el g¨¹iro y cuando acabamos le pregunt¨® cu¨¢nto le iba a cobrar y le contest¨® que la felicidad que le acababa de dar no ten¨ªa precio, que se sent¨ªa en deuda con nosotros¡±. Concluye: ¡°En un momento la m¨²sica diluy¨® todo el valor de la plata¡±. Es tambi¨¦n artista de la Unesco por la Paz y cree ¡°absolutamente¡± que la m¨²sica puede hacer algo por la concordia. ¡°El d¨ªa que Estados Unidos invadi¨® Panam¨¢, era la primera vez que regresaba a mi pa¨ªs a tocar y yo hice igualmente el concierto¡±, recuerda. ¡°Nos metimos en un club donde hab¨ªa gente que estaba contra Noriega, a favor de Noriega, de la izquierda y de la derecha y no hubo ni una pelea¡±.