Veinte grandes fracasos de Broadway
Se llama 'flop' a los fracasos comerciales estrepitosos. Es una etiqueta irresistible para los cazadores de rarezas
La cr¨®nica del musical del Broadway est¨¢ escrita por algunos de los fracasos m¨¢s recordados y notables de su historia esc¨¦nica. El flop o descalabro comercial acaba convirti¨¦ndose en una etiqueta o denominaci¨®n de origen para espectadores con morbo a la b¨²squeda de esa obra que quiz¨¢s nunca m¨¢s se vuelva a ver sobre la escena.
Carrie (Michael Gore/ Dean Pitchford / Lawrence D.Cohen, 1988)
Trasladar la novela de Stephen King que en la pantalla hab¨ªa dejado tan buen sabor de boca en la versi¨®n de Brian de Palma podia resultar uno de los proyectos m¨¢s descabellados pensados para Broadway. Ponerle canciones a los desvar¨ªos telekineticos de Carrie y su fan¨¢tica madre sin duda era un desaf¨ªo para cualquier letrista. La obra no pas¨® de las cinco funciones. A cambio se convirti¨® en un musical de culto por su extravagancia y hasta dio para algunas parodias, Scarrie.
The Rocky Horror Show (Richard 0¡¯Brien, 1975).
El desembarco de la troupe del Rocky Horror Show en Broadway en 1975 se sald¨® con el triste balance de 45 representaciones. Muy lejos de las popularidad que hab¨ªa gozado en los escenarios londinenses. Gracias a la pel¨ªcula y su conversi¨®n en obra de culto los fantasmas del Rocky siguieron viajando por diversos escenarios y pudo volver a Broadway en sucesivos revivals.
?Breakfast At Tiffany¡¯s (Bob Merrill, Edward Albee, 1966)
La literatura de Truman Capote ya hab¨ªa merecido otras adaptaciones para la escena con desigual fortuna. Ahora se presentaba todo un reto: Conseguir que el p¨²blico se olvidara de Audrey Hepburn. Para sustituirla sobre la escena la futura ¡°chica de la tele¡± -en aquellos momentos gozando de gran popularidad como compa?era televisiva de Dick Van Dyke- como la nueva se?orita Holly Golightly desayunando en Tiffanys. Un desaf¨ªo que se demostr¨® un sue?o imposible y el musical entr¨® por derecho propio en la primera divisi¨®n de los grandes flops de Broadway.
Taboo (Boy George, Charles Brusch, 2003).
No tuvo mucha suerte esta historia que tomaba el nombre del club Taboo situado en el Londres efervescente de los a?os ochenta y que contaba las aventuras del polifac¨¦tico creador Leigh Bowery y de George o¡¯Dowd, el futuro Boy George y alma del grupo Culture Club. En la producci¨®n de la obra la actriz Rosie o¡¯Donnell que nada pudo hacer para evitar el naufragio esc¨¦nico. Ni tampoco el mism¨ªsimo Boy George entrado en carnes dando vida al desaparecido Leigh Bowery.
?High Fidelity (Tom Kitt, Amanda Green, DavidLindsay-Abaire, 2006)
Diez d¨ªas y 13 representaciones fue el saldo que dej¨® la versi¨®n musical de la novela de Nick Hornby, Alta fidelidad. El paso a la escena teatral de una obra que ha gozado de buena reputaci¨®n en la pantalla muy a menudo se ha saldado con sonados fracasos, como en este caso. El New York Times le escribir¨ªa su epitafio etiquet¨¢ndolo como ¡°el musical m¨¢s olvidable de todos los tiempos¡±.
?Lennon (John Lennon, Don Scardino, 2005)
?De nada sirvieron los desvelos de Yoko Ono por dejar el nombre de John Lennon escrito con letras de oro en las marquesinas de Broadway. La comedia musical con la vida del m¨²sico como argumento no fue m¨¢s all¨¢ de las catorce representaciones. La banda musical inclu¨ªa lo m¨¢s florido del exbeatle cerr¨¢ndose como no pod¨ªa ser de otro modo con Imagine. Mejor suerte corrieron las canciones de los Beatles en manos del Cirque de Soleil con el espect¨¢culo Love (2006).
Merrily We Roll Along (Stephen Sondheim, George Furth, 1981)
?El ¡°Picasso¡± de la comedia musical, Stephen Sondheim, no se ha librado como todo autor de algunos sonados batacazos esc¨¦nicos. Merrily We Roll Along fue uno de ellos y supuso el final de su relaci¨®n con Harold Prince, el t¨¢ndem que hab¨ªa revolucionado la escena y los musicales con creaciones como Company, Follies, A Little Night Music, Sweeney Todd. Canciones del espect¨¢culo como Old Friends, Our Time o No at Day Goes By dan prueba del talento creativo de Sondheim y han pasado a formar parte del repertorio de muchos int¨¦rpretes.
A Doll¡¯s Life (Larry Grossman, Betty Comden, Adolph Green, 1982)
?Que todo es posible en el musical y en Broadway a la vista est¨¢: Una comedia musical a partir de la Casa de mu?ecas de Henrik Ibsen. Otra cosa como siempre son los resultados y las reivindicaciones feministas de Nora acabaron en un sonado divorcio entre obra y publico. De nada sirvieron los nombres en la parte creativa de una pareja como Betty Comden y Adolph Green. La obra no pas¨® de las cinco funciones.
Marilyn. An American Faible. (J. Napoli.D.Frank, G. Portnoy, B.Lawrence, Thalheimer, Patricia Michaels, 1983).
Tampoco tuvo mucha suerte este primer intento de trasladar la vida de una estrella como Marilyn Monroe a la escena musical. Veinte a?os despues una serie de televisi¨®n, Smash daba con la f¨®rmula que el teatro no hab¨ªa sabido encontrar como posible argumento: La creaci¨®n de un proyecto musical basado en la vida de Marilyn Monroe con el t¨ªtulo de Bombshell. Eva al desnudo m¨¢s Los caballeros las prefieren rubias.
Jean Seberg (Marvin Hamlisch, Christopher Adler, Julian Barry, 1983).
Presentar la vida de la actriz Jean Seberg, la estrella cuyo rostro acab¨® abanderando la Nouvelle Vague, como una especie de m¨¢rtir del establishment americano podr¨ªa ser un buen argumento de partida. Elementos dram¨¢ticos en su vida no faltaban: Su lucha contra la segregaci¨®n racial, su independencia de Hollywood, el espionaje por parte del FBI, etc. El musical nunca llegar¨ªa a Broadway qued¨¢ndose a este lado del Atl¨¢ntico, en el West End londinense.
Bonnie and Clyde (Frank Wildhorn, Don Black, Ivan Menchell, 2011)
?La tentaci¨®n de trasladar a la escena y a la m¨²sica la vida de la pareja de g¨¢nsters de los a?os de la Depresi¨®n americana Bonnie Parker y Clyde Barrow venci¨® finalmente todas las resistencias y recelos creativos y subi¨® a los escenarios. A pesar de una banda sonora excelente el p¨²blico se resisti¨® a ver y o¨ªr como sal¨ªan de la boca de la pareja de g¨¢nsters las canciones y despues de 69 representaciones la obra baj¨® el tel¨®n. Seguramente el futuro con ella ser¨¢ m¨¢s benevolente.
Mata Hari (Edward Thomas, Martin Charnin, Jerome Coopersmith, 1967)
?Otro de los grandes y sonados fracasos de la historia del musical. No pudo el gusto y el arte de un director como Vincente Minnelli para que este musical con la bailarina y espia Mata Hari como protagonista no se fuera de cabeza al precipicio. Entre las an¨¦cdotas del montaje se cuenta una tos inoportuna de la actriz Marisa Mell- aqu¨ª como la esp¨ªa internacional-que se les escapaba despues de haber sucumbido al pelot¨®n de fusilamiento. No lleg¨® a pisar Broadway. Hoy es objeto de coleccionistas del musical.
A Night with Janis Joplin (Randy Johnson, 2013)
?Aunque algunos de los grandes ¨¦xitos de Broadway han tenido el formato ¡°juke box¡± y grandes ¨¦xitos como Mamma Mia, este musical que inclu¨ªa canciones de una leyenda del rock como Janis Joplin y sus admiradas int¨¦rpretes, Aretha Franklin, Nina Simone, Bessie Smith y otras voces, tuvo que guardar las canciones y la energ¨ªa que destilaba la int¨¦rprete principal para mejores tiempos futuros.
On a Clear Day You Can See Forever (Burton Larne, Alan Jay Lerner, 2011)
Esta comedia musical con historia de reencarnaci¨®n por medio tuvo su primer debut en 1965, a continuaci¨®n Barbra Streisand y los trajes de Cecil Beaton fueron los protagonistas de la versi¨®n cinematogr¨¢fica de 1970. En el a?o 2011 Harry Connick Jr. volvi¨® a la escena como el m¨¦dico psiquiatra encargado de tratar los problemas de la protagonista, solo que esta vez, el paciente era un joven gay y sus reencarnaciones resultan mucho m¨¢s embarazosas para el doctor. No sabemos si esta ligera variaci¨®n fue la causante que la comedia musical solo alcanzara las 57 representaciones.
Dance of the vampires (Jim Steinman, 2004).
?Los alegres vampiros que el director Roman Polanski hab¨ªa creado para la pantalla con abundantes notas de humor y parodia del g¨¦nero tuvieron su adaptaci¨®n al musical. El propio Polanski se encargo de la versi¨®n alemana. La comedia musical seria adaptada para Broadway con Michael Crawford, el fantasma de la opera por excelencia. Despues de 56 representaciones los vampiros dejaron de bailar en la oscuridad.
Woman on the Verge of a Nervous Breakdown (David Yazbek, Jeffrey Lane, 2010)
?La adaptaci¨®n para Broadway de la comedia de Pedro Almod¨®var, Mujeres al borde de un ataque de nervios, no goz¨® del ¨¦xito de la pantalla. A pesar del reparto, entre otros, una diva de Broadway como Patty LuPone, la obra no pas¨® de las 70 representaciones. Quiz¨¢s la mejor comedia musical todav¨ªa est¨¢ por llegar y de la mano del propio Almod¨®var para la pantalla. O quiz¨¢s para la escena.
Lysistrata Jones (Lewis Flinn, Douglas Carter Beane, 2011)
La inspiraci¨®n en los cl¨¢sicos, eso s¨ª, convenientemente remozados para la escena, ha dado a Broadway algunos de sus grandes noches y grandes ¨¦xitos. No pas¨® esta vez con la hero¨ªna de Aristofanes transformada en animadora cherleader de un equipo de baloncesto decidida a dejar sin sexo al equipo hasta que este no consiga ganar un partido. 30 representaciones.
Nick and Nora (Charles Strouse, Richard Maltby Jr., Arthur Laurents, 1991)
?Sobre el papel el proyecto era prometedor: Una comedia musical a partir de la pareja protagonista de la serie policiaca The Thin Man creada por Dashiell Hammet y que en el cine hab¨ªan interpretado William Powell y Mirna Loy y su inseparable fox-terrier, Asta. Pero otra vez el p¨²blico se resisti¨® a ver una historia y unos int¨¦rpretes sobre la que continuaban flotando los fantasmas de sus protagonistas cinematogr¨¢ficos. Y todo eso a pesar de los esfuerzos del fox-terrier que tampoco pudo hacer nada para que la obra no pasara de las nueves funciones.
The Capeman (Paul Simon, Derek Walcott, 1998)
?El debut de Paul Simon en Broadway no fue precisamente un ¨¦xito. Su comedia musical The Capeman, una obra que recreaba una historia real de inmigrantes latinos y la cr¨®nica negra adem¨¢s de provocar la ira de algunos sectores acusando a los autores de mitificar a un asesino, fue rechazada por el p¨²blico. En el reparto dos estrellas latinas como Ruben Blades y Marc Anthony. Por culpa de la obra Paul Simon pas¨® a ser conocido como The Flopman.
Ghost The Musical (Dave Stewart, Glenn Ballard, Bruce Joel Rubin, 2012)
?Otra vez la historia se repite. Pel¨ªcula de ¨¦xito trasladada a la escena musical que espera volver a repetir el favor del p¨²blico. Producci¨®n originalmente brit¨¢nica viajara hasta Broadway pero ni la inclusi¨®n en la banda sonora de la famosa Melod¨ªa encadenada que tantas l¨¢grimas hab¨ªa hecho correr en las salas de cine evit¨® el fracaso no pasando de las 136 representaciones.
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