Subt¨ªtulos a toda velocidad

Un mill¨®n de personas con discapacidad auditiva tienen dificultades para acceder a la televisi¨®n en Espa?a. La ley obliga a las cadenas a emitir un determinado porcentaje de su programaci¨®n subtitulada o en lengua de signos (para sordos) y audiodescrita (para ciegos). Las cuotas se alcanzan mayoritariamente, pero la calidad de las emisiones no siempre alcanza el nivel deseable. En el caso de los canales infantiles de TDT nacionales (Clan, Boing y Disney Channel), un estudio universitario advierte de que el subtitulado no cumple todos los par¨¢metros establecidos en la gu¨ªa que detalla los requisitos que deben acatar estos contenidos.

El baremo lo marca la norma UNE 153010, elaborada por la Asociaci¨®n Espa?ola de Normalizaci¨®n y Certificaci¨®n (AENOR), que fija los criterios para los subt¨ªtulos del teletexto destinados a personas con d¨¦ficit auditivo. Define, por ejemplo, los colores que se atribuyen a los personajes atendiendo a su importancia: amarillo, verde, cian y magenta, por este orden. El blanco corresponde a personajes secundarios, al subtitulado de un telediario o al narrador de un documental. La norma fija tambi¨¦n el n¨²mero de caracteres m¨¢ximos que debe tener una l¨ªnea, si esta debe estar alineada a la izquierda o centrada. Y detalla, asimismo, el uso de didascalias o emoticonos para explicar situaciones como un susurro o un grito.

Un estudio realizado por la investigadora Ana Tamayo, del departamento de Traducci¨®n y Comunicaci¨®n de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Jaume I, sostiene que el 18% de los subt¨ªtulos supera la velocidad recomendada (un m¨¢ximo de 15 caracteres por segundo), lo que dificulta la lectura por parte de los espectadores. Adem¨¢s, casi la mitad no cumplen la posici¨®n de los efectos sonoros y no se usa el s¨ªmbolo que identifica la m¨²sica ambiental.

El trabajo de campo se llev¨® a cabo entre el 14 enero y el 14 febrero de 2013, un periodo en el que las tres cadenas examinadas realizaron 8.654 emisiones. Se defini¨® una muestra representativa de 383 minutos (128 para cada una). El c¨®mputo corresponde a 6 horas y 32 minutos, un periodo en el que se han analizado 6.116 subt¨ªtulos de 81 programas diferentes.

Tamayo se embarc¨® en la tesis impulsada por su propia experiencia. ¡°Vengo de una familia propensa a la degeneraci¨®n auditiva. Esto, junto a mi ya leve p¨¦rdida de audici¨®n, hace que tenga una motivaci¨®n a?adida para la realizaci¨®n de este proyecto¡±, cuenta. Su objetivo era comprobar si la norma de subtitulaci¨®n para personas sordas (SPS), que viene a ser ¡°un c¨®digo de buenas pr¨¢cticas¡±, se respeta.

La conclusi¨®n es que no siempre se cumple. Los tres canales examinados respetan los porcentajes que exige la ley. Clan (p¨²blico) rotulaba el a?o pasado el 100% de su programaci¨®n; Boing rondaba el 90%; y Disney Channel superaba el 75% (m¨ªnimo que marca la ley), seg¨²n el estudio, que para el an¨¢lisis cualitativo ha tenido en cuenta 11 macrovariables: velocidad de lectura, formato y posicionamiento de subt¨ªtulo, convenciones tipogr¨¢ficas, emociones, sonidos, efectos sonoros, identificaci¨®n de los personajes, l¨¦xico, sintaxis, m¨²sica ambiental y m¨²sica argumental. El trabajo concluye que ninguna de las cadenas evaluadas cumple con todos los par¨¢metros de la norma UNE y que existe una falta de homogeneidad tanto en una misma televisi¨®n como en el conjunto de los operadores en casi todas las variables.

Adem¨¢s de emisiones que no cumplen la velocidad de lectura, otras no centran los textos en pantalla o se?alizan mal onomatopeyas, efectos sonoros o m¨²sica ambiente. El l¨¦xico y la sintaxis deben cuidarse de manera especial ya que, como apunta Tamayo, los ni?os con sordera tienen menos vocabulario y no entienden bien los tecnicismos, las frases hechas o el lenguaje coloquial. Adem¨¢s, perciben peor las frases subordinadas. Seg¨²n el estudio, en el 5,4% de los casos se adapta el l¨¦xico y un 5% de las frases tienen una estructura diferente de la de sujeto-verbo-objeto.

Emilio Ferreiro, coordinador del ¨¢rea de formaci¨®n de la Confederaci¨®n Estatal de Personas Sordas y experto en accesibilidad, particip¨® en el equipo de trabajo que configur¨® la normativa hace un par de a?os y tambi¨¦n percibe que hay aspectos que no se cumplen. ¡°Cada televisi¨®n ha utilizado su propio sistema de subtitulado. La antigua norma era muy liviana. La nueva es m¨¢s pormenorizada y exigente, pero es probable que los canales no hayan tenido tiempo de adaptarla¡±.

Desde su experiencia, Ferreiro afirma que uno de los principales aspectos del subtitulado, la literalidad, no se respeta en un alto porcentaje. ¡°Cuando elaboramos la norma debatimos sobre la diferente velocidad a la hora de hablar o de leer. Planteamos si se deb¨ªa comprimir el mensaje y acortarlo o dejarlo tal cual. Entonces apostamos por la literalidad, pero hay que tener una cierta flexibilidad para poder transmitir matices y emociones¡±. Al evaluar la subtitulaci¨®n de los programas infantiles, Ferreiro admite que hay deficiencias que se deber¨ªan solucionar y observa que en muchos casos son problemas derivados de una falta de recursos. Tamayo cree que la rotulaci¨®n digital puede ser una soluci¨®n. ¡°Permite proyectar subt¨ªtulos m¨¢s legibles y con menos problemas t¨¦cnicos¡±. Pero de momento solo Clan ha dado este paso.