Fallece Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia de Espa?a

Gonzalo Anes ha fallecido hoy en Madrid despu¨¦s de legar a la historiograf¨ªa espa?ola una obra de asombrosa envergadura, fruto de medio siglo de incansable actividad profesional, tal como puede comprobar todo aquel que se asome a las p¨¢ginas que le est¨¢n dedicadas en una de sus creaciones m¨¢s queridas, el Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol. Una obra no s¨®lo extensa por el n¨²mero de sus t¨ªtulos, sino tambi¨¦n fundacional, puesto que est¨¢ vinculada al nacimiento de la historia econ¨®mica en nuestro pa¨ªs, que conoci¨® de su mano un r¨¢pido desarrollo y una feliz institucionalizaci¨®n, a partir de su acceso a la c¨¢tedra de Historia Econ¨®mica Mundial y de Espa?a de la Facultad de Ciencias Econ¨®micas de la Universidad de Santiago en 1967 y, el a?o siguiente, a la misma c¨¢tedra en la Universidad Complutense de Madrid.

Gonzalo Anes se hab¨ªa trasladado desde su Asturias natal (Trelles en el concejo de Coa?a, 1931) a la capital de Espa?a con veinte a?os para cursar sus estudios en la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Econ¨®micas de Madrid, por entonces la ¨²nica de su g¨¦nero en Espa?a. Licenciado en 1957, emprendi¨®, bajo la direcci¨®n de Luis Garc¨ªa de Valdeavellano, la redacci¨®n de su tesis doctoral, concluida en 1966 sobre La agricultura espa?ola en el tr¨¢nsito del Antiguo al Nuevo R¨¦gimen. Su publicaci¨®n en Editorial Taurus (1970) bajo un t¨ªtulo diferente, Las crisis agrarias en la Espa?a moderna, signific¨® por su originalidad un verdadero aldabonazo dentro del mundo historiogr¨¢fico hispano, que salud¨® un¨¢nimemente la aparici¨®n del estudio por el enfoque in¨¦dito que representaba dentro de la investigaci¨®n de los tiempos modernos. Antes y despu¨¦s de este hito, hay que dar cuenta de toda una serie de significativos trabajos sobre la econom¨ªa y los economistas espa?oles de los siglos XVII y XVIII, entre los que cabe destacar los reunidos en la inolvidable colecci¨®n ¡°Ariel Quincenal¡± bajo el t¨ªtulo de Econom¨ªa e ¡®Ilustraci¨®n¡¯ en la Espa?a del siglo XVIII (1969) y el dedicado a Francisco Mart¨ªnez de Mata, autor pr¨¢cticamente descubierto a los estudiosos por la espl¨¦ndida introducci¨®n a sus discursos y memoriales (1971), donde se arrojaba nueva luz sobre la universalmente admitida crisis espa?ola del siglo XVII.

En estos mismos a?os el historiador asturiano alcanza el momento culminante de su producci¨®n y de su influencia, tanto a partir de la docencia ejercida desde su c¨¢tedra, como a partir de la nueva orientaci¨®n que confiere a la revista Moneda y Cr¨¦dito (que estar¨¢ bajo su direcci¨®n entre 1966 y 1989) para convertirla en el verdadero ¨®rgano de expresi¨®n de la joven disciplina de la historia econ¨®mica en Espa?a, gracias a la generosa y liberal acogida en sus p¨¢ginas de los trabajos de los estudiosos de la materia, sin distinci¨®n de adscripci¨®n a escuela o tendencia alguna. Es el momento tambi¨¦n en que se incorpora al ambicioso proyecto de la Historia de Espa?a Alfaguara, escribiendo (en 1975) el volumen sobre El Antiguo R¨¦gimen: los Borbones, que compon¨ªa el d¨ªptico modernista junto al revolucionario texto de Don Antonio Dom¨ªnguez Ortiz sobre la ¨¦poca de los Reyes Cat¨®licos y los Austrias. Y este ser¨ªa tambi¨¦n el a?o en que ser¨ªa invitado a incorporarse durante un curso al c¨¦lebre Institute of Advanced Study de Princeton por el prestigioso hispanista John Elliott, que prosegu¨ªa en aquel instituto sus trabajos sobre el Conde Duque de Olivares con la colaboraci¨®n de Jos¨¦ Francisco de la Pe?a. Y poco despu¨¦s de su regreso, en 1978, ser¨¢ elegido miembro de n¨²mero en la que ser¨¢ su nueva casa, la Real Academia de la Historia.

Sin que sus nuevas obligaciones le impidan seguir escribiendo otra serie de obras significativas (como su contribuci¨®n de 1985 al Homenaje a Pierre Vilar, el libro dedicado a su regional natal, Econom¨ªa y sociedad en la Asturias del Antiguo R¨¦gimen de 1988, la nueva edici¨®n de su libro para Alfaguara, ahora bajo el t¨ªtulo de El Siglo de las Luces de 1994, y el m¨¢s ambicioso de sus trabajos consagrado al Nuevo Mundo, La Corona y la Am¨¦rica del Siglo de las Luces de 1994), la mayor parte de sus energ¨ªas las canalizar¨¢ en el seno de la Real Academia de la Historia, sobre todo durante la larga etapa de su direcci¨®n, desde 1988 hasta hace unas horas. Bajo su mandato, la instituci¨®n se ha visto beneficiada por su infatigable dedicaci¨®n, que se ha manifestado en muchos campos, pero entre los cuales quiz¨¢s deba entresacarse su preocupaci¨®n por la consolidaci¨®n y seguridad del edificio, su denodado esfuerzo por garantizar unas finanzas saneadas a una entidad siempre corta de recursos en relaci¨®n con sus tareas, su decidida apuesta por organizar actividades destinadas a incorporar a un p¨²blico m¨¢s amplio de interesados por la Historia y, finalmente, el proyecto del Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol, una obra de enorme envergadura que ha de resultar un instrumento de extrema utilidad al servicio de los historiadores y de los interesados por la Historia, en Espa?a y fuera de Espa?a. Es cierto que el Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol ha estado en el centro de una viva pol¨¦mica, motivada esencialmente por la inadecuada elecci¨®n de los autores de algunas voces sensibles (muy en particular la del general Franco, al que contra toda evidencia parece exculparse de su condici¨®n de implacable dictador de cu?o fascista), pero este hecho no debe condenar el conjunto de la obra.

Y desde luego, al margen de este ¨²ltimo debate y tambi¨¦n al margen de los muchos y merecidos reconocimientos acad¨¦micos, el nombre de Gonzalo Anes figurar¨¢ siempre como el de uno de los indudables renovadores de la historiograf¨ªa espa?ola del siglo XX y como uno de los m¨¢s destacados servidores de la Real Academia de la Historia.

Carlos Mart¨ªnez Shaw es catedr¨¢tico de Historia Moderna en la UNED y miembro de la Real Academia de la Historia.