El fabulador como notario
El Garc¨ªa M¨¢rquez reportero es perspicaz y tiene una debilidad especial por las rarezas
Est¨¢ el Garc¨ªa M¨¢rquez de las columnas de opini¨®n: vers¨¢til, imprevisible. Lo mismo puede ocuparse de un tema duro como los desaparecidos en Argentina bajo la dictadura que de un tema ligero como el sexo en los aviones durante los vuelos.
Barroco y afor¨ªstico al tiempo, casi siempre se muestra m¨¢s interesado en seducir que en convencer. Sus textos est¨¢n repletos de ocurrencias:
¡°La ¨²nica manera de combatir el miedo al avi¨®n es volando con miedo¡±.
¡°La literatura de ficci¨®n la invent¨® Jon¨¢s cuando convenci¨® a su mujer de que hab¨ªa vuelto a casa con tres d¨ªas de retraso porque se lo hab¨ªa tragado una ballena¡±.
Luego est¨¢ el Garc¨ªa M¨¢rquez reportero. Es acucioso, perspicaz, y tiene una debilidad especial por las rarezas, en las cuales se apoya para entregar casi siempre una versi¨®n inesperada. Para mostrarnos la osad¨ªa de Miguel Littin, el director de cine chileno que en plena dictadura de Pinochet se atrevi¨® a ingresar en su pa¨ªs a grabar una pel¨ªcula, elige situaciones y datos asombrosos. Cualquier periodista ortodoxo subestimar¨ªa tal opci¨®n por considerar que solo conduce a lo pintoresco. Garc¨ªa M¨¢rquez sabe que eso le permite ir m¨¢s all¨¢ de lo obvio ¨C el desaf¨ªo del director de cine inerme al dictador sanguinario ¨C y elevar la apuesta al explorar los conflictos internos del personaje.
Entonces nos cuenta que para entrar en Chile como inc¨®gnito, Littin tuvo que afeitarse, y al hacerlo sinti¨® que perd¨ªa la personalidad que la barba le hab¨ªa conferido, y no logr¨® imponer su nueva cara ni a la familia, ni a los amigos, ni a s¨ª mismo.
El Garc¨ªa M¨¢rquez reportero hace valer sus ventajas como escritor cuando llega el momento de narrar. Sabe, como Flaubert, que Dios est¨¢ en los detalles, as¨ª que se prodiga en su b¨²squeda. En ¡°Noticia de un secuestro¡±, por ejemplo, nos cuenta que los secuestrados ten¨ªan que entenderse con captores enmascarados. Entonces aguzaron los sentidos para descubrir qui¨¦nes estaban tras las caretas. ¡°La m¨¢scara¡±, dice, ¡°esconde el rostro pero no el car¨¢cter. As¨ª lograron individualizarlos. Cada m¨¢scara ten¨ªa una identidad diferente, un modo de ser propio¡±.
Conoce los vasos comunicantes entre la literatura de ficci¨®n y la de no ficci¨®n, y sabe potenciar cada una de estas dos disciplinas con los recursos de la otra. Como novelista parece reportero porque es veros¨ªmil, y como reportero parece novelista porque es imaginativo en sus enfoques y descubre en los elementos del mundo real un cierto orden que solo se cre¨ªa posible en el universo de la ficci¨®n.
Garc¨ªa M¨¢rquez ha dicho que ¡°el reportaje es el cuento completo¡±, y en su obra period¨ªstica aplica eso que predica. Los sucesos de los cuales se ocupa tienen una raz¨®n de ser que ¨¦l recrea de manera minuciosa, paso a paso, cuid¨¢ndose de que nos quede claro c¨®mo se lleg¨® adonde se lleg¨®, qu¨¦ tuvo que ver el entorno. Sus reportajes, al igual que sus novelas, plantean un argumento y adem¨¢s nos revelan un universo. En esa ambici¨®n radica el poder de su periodismo.
Alberto Salcedo Ramos es escritor y periodista colombiano.
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