Muere Bob Hoskins a los 71 a?os

Un Bob Hoskins pillado en cueros no solo logra sostener la intensa mirada de Judi Dench (en su caso completamente vestida) sino que acaba rob¨¢ndole el plano con pasmosa sencillez. La popular pel¨ªcula que les reuni¨® en 2005, Mrs Henderson presenta, quiz¨¢ no sea uno de los t¨ªtulos m¨¢s memorables del actor ingl¨¦s, fallecido el martes a los 71 a?os, pero solo aquella escena resume la capacidad del int¨¦rprete de lidiar con los m¨¢s grandes, porque en realidad ¨¦l era uno de ellos. La versatilidad con la que transit¨® desde el drama y la comedia hasta el g¨¦nero de aventuras le merecieron el respeto de la profesi¨®n, y sobre todo los papeles recurrentes de maleante, cuyo aspecto embrutecido sol¨ªa encerrar personajes de tremenda ternura, le ganaron el favor y el cari?o del p¨²blico. Solo el Parkinson consigui¨® retirarle de escena hace dos a?os, despu¨¦s de m¨¢s de tres d¨¦cadas volcado en un oficio que tambi¨¦n le abri¨® las puertas de Hollywood.

El g¨¢nster londinense que cree tener el mundo del hampa en su mano hasta que una cadena de sangrientos sucesos hace tambalear sus cimientos consolid¨® la reputaci¨®n de Hoskins con la cinta El largo Viernes Santo (1980). Coprotagonizado por Helen Mirren, sigue siendo uno de los filmes m¨¢s recordados y venerados de la filmograf¨ªa brit¨¢nica, adem¨¢s del puntal de la carrera del hijo de una maestra y un camionero que hab¨ªa abandonado la escuela a los 15 a?os. Nacido en el condado de Suffolk (sureste de Inglaterra) en 1942, criado en el norte de Londres y forjado en las tablas de los teatros de provincias, al tiempo que desempe?aba una variedad de oficios para subsistir, acab¨® ingresando en el cine casi por casualidad y ya no lo abandon¨®.

Convertido en rostro habitual de las producciones televisivas y cinematogr¨¢ficas de su tierra, el salto internacional vino de la mano de una pel¨ªcula dirigida por Neil Jordan que le brind¨® uno de los mejores trabajos de su singladura. Hoskins encarna en Mona Lisa (1986) al ch¨®fer de una prostituta de lujo negra de la que est¨¢ perdidamente enamorado y que se deja arrastrar por esa pasi¨®n hasta sus ¨²ltimas consecuencias. Aquel personaje curtido pero al tiempo vulnerable le procur¨® un Bafta ¡ªlos premios del cine brit¨¢nico¡ª, un Globo de Oro y su ¨²nica nominaci¨®n al Oscar. No lo gan¨®, pero la industria hollywoodense lo fichaba dos a?os m¨¢s tarde para sostener en pantalla la mirada nada menos que de Jessica Rabbit, una sexy vampiresa de dibujos animados junto a la que coprotagoniz¨® uno de los ¨¦xitos de taquilla de la ¨¦poca ?Qui¨¦n enga?¨® a Roger Rabbit?, 1988.

Sirenas, Hook, Nixon, Un cuento de Navidad o la m¨¢s reciente Neverland son algunos de entre la larga n¨®mina de t¨ªtulos que film¨® al otro lado del Atl¨¢ntico, donde nunca le falt¨® el trabajo pero donde tampoco quiso establecerse definitivamente. Hombre de car¨¢cter t¨ªmido en la vida real, Hoskins nunca pretendi¨® ejercer de estrella, segu¨ªa apegado al acento cockney que delataba sus or¨ªgenes de la clase trabajadora y cuando manifestaba su ideolog¨ªa de izquierdas no se mord¨ªa la lengua: Tony Blair, dijo en una ocasi¨®n, ¡°ha sido incluso m¨¢s pernicioso para el Reino Unido que la propia Margaret Thatcher¡±. Se identificaba con el tambi¨¦n actor Danny DeVito no solo porque ambos compart¨ªan una escasa estatura, sino principalmente porque el colega estadounidense exhib¨ªa un sentido del humor mordaz, iba a su aire en la industria y tante¨® ¡ªcomo ¨¦l mismo¡ª la direcci¨®n cinematogr¨¢fica.

Hoskins dirigi¨® dos pel¨ªculas que pasaron a los anales sin pena ni gloria. Pero de lo ¨²nico que se lament¨® a lo largo de su carrera fue de su participaci¨®n en la cinta Super Mario Bros, basada en un juego de consola, ¡°lo peor que he hecho en mi vida¡±. Porque, en general, agradec¨ªa todo aquello que le hab¨ªa brindado su oficio, la oportunidad de encarnar, por ejemplo, a personajes hist¨®ricos tan dispares como Edgar Hoover, el papa Juan XXIII o Mussolini. Esa trayectoria fue premiada en el Festival de San Sebasti¨¢n de 2002 con el Premio Donostia, justo diez a?os antes de que Hoskins anunciara su retirada al serle diagnosticada la enfermedad de Parkinson. No se supo m¨¢s de ¨¦l hasta el anuncio ayer mismo de su muerte a causa de una neumon¨ªa.