Mandela, estrella en el festival del S¨¢hara

Esta vez no hay luna, que m¨¢s o menos llena, creciente o menguante hab¨ªa acompa?ado siempre las ediciones anteriores del FiSahara (Festival Internacional de Cine del S¨¢hara), as¨ª que para la und¨¦cima, que arranc¨® la noche del mi¨¦rcoles, s¨ª que tom¨® sentido el slogan enga?oso y rom¨¢ntico utilizado siempre en este festival at¨ªpico y especial, sin ser verdad del todo, de ¡°cine bajo las estrellas¡±.

Mandela es la figura que este a?o destaca en ese firmamento luminoso. A su figura y legado est¨¢ dedicado esta edici¨®n de un festival que casi siempre por esta ¨¦poca y desde 2003 (en 2004 no hubo) lleva la magia del cine a los campamentos de poblaci¨®n refugiada saharaui. Un festival que no solo cumple esa faceta cultural y l¨²dica, sino que tiene tambi¨¦n un fondo pol¨ªtico: hacer visible el conflicto del S¨¢hara Occidental.

Y para recordar a Mandela ha llegado este a?o al campamento de Dajla, sede del FiSahara, una delegaci¨®n sudafricana capitaneada por Andrew Mlangeni, compa?ero de prisi¨®n de m¨ªtico l¨ªder del movimiento que encabez¨® la revuelta contra el apartheid de r¨¦gimen de minor¨ªa blanca que durante tantos a?os aterroriz¨® Sud¨¢frica y escandaliz¨® al mundo. A sus casi 90 a?os, Mlangeni se convirti¨® en la noche estrellada de desierto del S¨¢hara en el autentico protagonista de la jornada primera, con permiso del propio Mandela, cuyo nombre fue tantas veces repetido en los protocolarios discursos de inauguraci¨®n.

Las comparaciones de aquella lucha que devolvi¨® la dignidad a la raza negra, con la que a¨²n mantiene el pueblo saharaui en defensa de su autodeterminaci¨®n, fueron inevitables y lugar com¨²n de las intervenciones de la Ministra saharaui de cultura, Jadiya Hamdi, y del primer ministro de su mismo gobierno Abdelkader Taleb. El cine como punto de encuentro en mitad de la nada, como manifestaci¨®n cultural pero tambi¨¦n como denuncia, como ventana al mundo del grito de un pueblo que no se rinde y que resiste pac¨ªficamente. No era dif¨ªcil establecer esas comparaciones con el mensaje de Mandela, una figura a¨²n m¨¢s grande desde su muerte hace pocos meses.

Antes de las proyecciones de las primeras pel¨ªculas ya ondeaban juntas las banderas unidas de la RASD (la virtual Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica) y de Sud¨¢frica por todo el campamento, as¨ª que la emotiva intervenci¨®n de Andrew Mlangeni fue jubilosamente celebrada por los asistentes, mayoritariamente refugiados. Caras conocidas del cine espa?ol, como el actor Sergi L¨®pez o la actriz Ana Wagener, o la escritora Inma Chac¨®n estaban entre ellos. Record¨® Mlangeni muchas de las conversaciones que mantuvo en la celda con Nelson Mandela durante sus a?os de prisi¨®n. Su ejemplo en defensa de la libertad y su actitud pacifista. Y record¨® una frase suya determinante, aplicable tambi¨¦n a la lucha de los saharauis: ¡°el enemigo no se va a rendir voluntariamente, hay que luchar por la libertad hasta el final¡±

Invictus, la pel¨ªcula dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, abri¨® la jornada inaugural. La cinta adquiri¨® fama en 2009 narrando el empe?o de Mandela por hacer un equipo nacional de rugby formado por blancos y negros para ganar un mundial como identidad com¨²n y representaci¨®n unitaria de un mismo pueblo donde puedan vivir en paz unos y otros. Estaba claro que a los refugiaros saharauis podr¨ªa removerles muchas cosas dentro, por eso se entiende la emoci¨®n que las palabras de Mlangeni y la pel¨ªcula provocaron. Una especie de entusiasmo colectivo con gritos de libertad por el S¨¢hara.

Ismael, la pel¨ªcula de 2013 dirigida por Marcelo Pi?eyro y protagonizada por Mario Casas y Sergi L¨®pez tambi¨¦n se vio en la noche inaugural. L¨®pez le hizo los honores recordando algunas de las sensaciones de su rodaje al tiempo que mostr¨® su apoyo al pueblo saharaui y admiraci¨®n a su forma de vida como refugiados.

Fisahara ha consolidado en sus ¨²ltimas ediciones su apoyo total a los derechos humanos en todo el mundo. Hasta el s¨¢bado se proyectar¨¢n bajo las estrellas pel¨ªculas como Dirty Wars, sobre los ataques dron (aviones no tripulados) del ej¨¦rcito estadounidense contra poblaciones civiles en Sud¨¢n y Afganist¨¢n; The Square, con las experiencias de j¨®venes egipcios en las revueltas de su pa¨ªs; Diamantes negros, que trata de la venta de ni?os en ?frica para ¡°triunfar¡± en el f¨²tbol de Occidente; o Al verte, con los campamentos de refugiados palestinos de fondo. Y, por supuesto tambi¨¦n, cine de tem¨¢tica saharaui, alguno realizado por los alumnos de la escuela de cine del Sahara, surgida del propio festival.

Zipi y Zape, Futbol¨ªn o Justin y la espada del valor, entre otras, conforma la parte de entretenimiento y distracci¨®n, muy necesario tambi¨¦n en un lugar as¨ª.

Aunque el traj¨ªn del cine rompa la rutina del campamento, se agradece el jaleo de cables, periodistas, proyeccionistas, coches y delegaciones que estos d¨ªas turban su habitual aparente tranquilidad. Durante un a?o en Dajla, como en cualquiera de los otros campamentos de refugiados saharauis, no pasa nada digno de menci¨®n salvo la brutal lucha por sobrevivir con dignidad en un lugar as¨ª, posiblemente uno de los m¨¢s inh¨®spitos del planeta.

La cantante saharaui Mariem Hassan ofrecer¨¢ ma?ana s¨¢bado el concierto de clausura del FiSahara 2014, acaso el m¨¢s emocionante so?ado. Mariem est¨¢ muy enferma con un terrible c¨¢ncer que ha invadido su cuerpo, y un diagn¨®stico m¨¦dico que zanja cualquier optimismo. Visiblemente agotada y diezmada, ha querido realizar el duro viaje a los campamentos desde Barcelona, donde reside y es tratada de su enfermedad, para ofrece el que posiblemente sea el ¨²ltimo concierto de su vida, y de lo que es muy consciente.. Su lucha es la met¨¢fora de la de su pueblo. Resistencia hasta el final, mientras quede un h¨¢lito de vida, como tambi¨¦n hab¨ªa se?alado Mandela.