Antonio Colinas: ¡°Hemos cometido el error de reducir la poes¨ªa a lo intelectual¡±
El autor leon¨¦s mezcla testimonio y meditaci¨®n en su nuevo libro de poemas
Antonio Colinas vive en un sexto piso con vistas a una iglesia ajena durante siglos al bullicio de la actualidad, pero las consignas de una manifestaci¨®n ¡ª¡°igualdad, trabajo¡±¡ª se filtran esta ma?ana por la ventana del poeta. No es raro, pues, que el presente se haya colado tambi¨¦n en el libro que acaba de publicar, Canciones para una m¨²sica silente (Siruela), un apretado conjunto de versos que recoge todas las estaciones recorridas por su autor desde que hace tres a?os reuniera en un volumen de mil p¨¢ginas su poes¨ªa completa. Un viaje a China, un instante arrebatado en Cartagena de Indias o una seca meditaci¨®n en el p¨¢ramo leon¨¦s conviven esta vez con una secci¨®n de ¡°poemas civiles¡± que, por contraste con su obra anterior, ¨¦l define como ¡°chocante y osada¡±.
¡°Este libro¡±, explica, ¡°se debate entre la fidelidad a una voz y la atenci¨®n a los problemas de nuestro tiempo. ?Por qu¨¦? Porque vivimos una metamorfosis en la que no sabemos ad¨®nde vamos y necesitamos aclarar muchos conceptos, empezando por el de qu¨¦ es la poes¨ªa¡±. ?Y qu¨¦ es? Colinas escucha la pregunta, baja la voz como si no quisiera despertar a alguien y aclara: ¡°Es que a Mar¨ªa Jos¨¦ no le gusta que diga estas cosas: le parece que hablo en negativo¡± . Mar¨ªa Jos¨¦ es su mujer, que acaba de llegar de la calle con noticias de la manifestaci¨®n. ¡°Son pac¨ªficos¡±, dice. ¡°Suelen serlo¡±, a?ade el poeta, que finalmente se lanza: ¡°La poes¨ªa es un lenguaje a contracorriente, radical, que choca. Siempre fue as¨ª. Octavio Paz dec¨ªa que la poes¨ªa siempre ha estado en las catacumbas, pero que no olvid¨¢ramos que de las catacumbas han surgido algunas revoluciones. La poes¨ªa es un lenguaje que llega cuando los otros ya no sirven: el de la calle, el pol¨ªtico, el econ¨®mico que nos asedia ahora... Europa naci¨® como un mercado com¨²n y ha terminado siendo una comunidad sometida al mercado¡±.
¡°No hablemos hoy de la belleza¡±, arranca uno de esos poemas ¡°testimoniales¡± en los que el escritor leon¨¦s (La Ba?eza, 1946) rescata la memoria de inmigrantes detenidos en una frontera ¡ª¡°lo escrib¨ª pensando en M¨¦xico, pero valdr¨ªa para Melilla¡±¡ª y la de v¨ªctimas an¨®nimas de la Guerra Civil al lado de ilustres como Unamuno o Leopoldo Panero padre. ¡°He querido presentarlo como un ser humano¡±, dice sobre este ¨²ltimo, "porque lo juzgamos extremadamente: el republicano que cambia de ideas, el poeta franquista...¡±. Leopoldo Mar¨ªa Panero, muerto en marzo pasado, sol¨ªa decir que de su generaci¨®n le interesaban dos autores: Pere Gimferrer y Antonio Colinas. Se vieron por ¨²ltima vez hace dos a?os, en C¨®rdoba, durante el festival Cosmopo¨¦tica: ¡°Al poco se celebraba en Astorga un homenaje a su padre y le pregunt¨¦ si quer¨ªa participar. Me envi¨® tres poemas¡±. De uno sale el verso con el que Colinas encabeza Meditaci¨®n en Castrillo de las Piedras, el poema inspirado por la visi¨®n ruinosa de la casa de campo de los Panero. ¡°Esperando todos los d¨ªas la pena de muerte¡±, dice ese verso. ¡°Era una persona muy compleja, cierto, pero al fondo hab¨ªa una profunda falta de afecto¡±.
De Juan Luis y Leopoldo Mar¨ªa Panero a Ana Mar¨ªa Moix, la muerte ha golpeado estos meses a la generaci¨®n de Antonio Colinas. ?l no form¨® parte en 1970 de la antolog¨ªa de los nov¨ªsimos que ha terminado por identificar al grupo, pero es uno de sus nombres se?eros. El poeta, sin embargo, matiza: ¡°La idea de generaci¨®n tiene un sentido pr¨¢ctico, did¨¢ctico, pero a la larga lo que quedan son poetas independientes, libros, poemas¡±. Cansado de ser un nov¨ªsimo, Colinas parece por momentos cansado de ser Colinas. O un cierto Colinas. Junto al culturalista e irracionalista de Sepulcro en Tarquinia ¡ªun hito de 1975¡ª estar¨ªa el poeta de Noche m¨¢s all¨¢ de la noche ¡ª¡°m¨¢s mediterr¨¢neo y meditativo¡±¡ª y, por fin, ¡°esta etapa m¨¢s testimonial, sin comillas, por qu¨¦ no¡±. Y todo, insiste, sin renunciar a su voz de siempre: ¡°Para m¨ª el poema ideal sigue siendo aquel en el que el poeta piensa y siente a la vez¡±.
"Europa ha pasado de ser un mercado com¨²n a comunidad sometida al mercado"
Ese mundo del que habla el escritor mientras la manifestaci¨®n se aleja es una s¨ªntesis entre el Mediterr¨¢neo ¡ªvivi¨® veinte a?os en Ibiza¡ª y el noroeste peninsular en el que se crio y al que ha vuelto: ¡°Ahora voy a Fuente Encalada, el pueblo en el que mi abuelo era herrero, veo la fragua en ruinas y me parece un ara bajo las estrellas. Hace poco, en un coloquio sobre el mundo rural dije que hab¨ªa que apostar por el campo y un constructor me respondi¨®: ¡®No da beneficios¡¯. No piensan ni en la agricultura, solo en construir pisos. Tambi¨¦n es misi¨®n del poeta se?alar eso¡±.
Canciones para una m¨²sica silente contiene muchos poemas inspirados en viajes y su autor acaba de llegar de la India. Por eso a?ora el papel que la poes¨ªa tiene en Asia y en Am¨¦rica Latina: ¡°All¨ª no se ha perdido la oralidad. Nosotros hemos cometido el gran error de reducirla a algo intelectual y hemos olvidado que tambi¨¦n se comunica. La poes¨ªa es un fruto, pero tendemos a verla como un producto, un producto para el an¨¢lisis. Por supuesto que es un g¨¦nero literario, pero nos faltan los mecanismos para conectar m¨¢s, para que sea m¨¢s popular y vuelva a tener esa presencia viva en la sociedad".
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