¡°Tenemos m¨¢s informaci¨®n que nunca, pero cocinamos muy poco o nada¡±
El autor de 'El dilema del omn¨ªvoro' y 'El detective en el supermercado' publica en espa?ol su nuevo libro 'Cocinar. Una historia natural de la transformaci¨®n"
El curr¨ªculo de Michael Pollan (Nueva York, 1955), escritor y activista alimentario desde hace 25 a?os, es tan largo como un men¨² degustaci¨®n: libros, conferencias, art¨ªculos (The New York Times, New Yorker), profesor en la Universidad de Berkeley... En Estados Unidos, donde la revista Time le nombr¨® en 2010 uno de los personajes m¨¢s influyentes del mundo, dicen que este hombre les ha cambiado la forma de alimentarse, aunque ¨¦l piensa que queda ¡°mucho por hacer¡±. ¡°Come menos, pero mejor y m¨¢s conscientemente¡±, podr¨ªa ser su lema. Y cada frase acertada que dice se convierte en un mantra para sus incondicionales, entre ellos el presidente Obama y su esposa Michelle, abanderada de la comida sana.
¡°Un grave problema es que en EEUU no hay cultura alimentaria¡±, afirma el escritor en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°La gente no conoce las historias detr¨¢s de lo expuesto en las tiendas. Gran parte de mi trabajo es cont¨¢rselo. Yo he realizado investigaciones detectivescas rastreando la comida desde el estante de la tienda hasta el origen¡±. Las investigaciones del inspector Pollan aparecieron en el libro, de impacto internacional, El detective en el supermercado.
Estamos dejando a las corporaciones alimentarias cocinar por nosotros
Ha escrito media docena de libros, como el tambi¨¦n exitoso El dilema del omn¨ªvoro, ¡°para despertar la conciencia de la gente¡± (algo que tambi¨¦n hace en las redes sociales) y el m¨¢s reciente es Cocinar. Una historia natural de la transformaci¨®n. Publicado el pasado a?o en EE UU con el t¨ªtulo Cooked lo ha editado en espa?ol Debate. De nuevo aparece la militancia del autor: ¡°No vamos a arreglar y mejorar el sistema alimentario si seguimos neg¨¢ndonos a cocinar . Me gustar¨ªa que este libro inspirara a j¨®venes y mayores a entender el inter¨¦s y la satisfacci¨®n de cocinar, que nos conecta con otra gente, con los animales, las plantas... Estamos dejando a las corporaciones alimentarias cocinar por nosotros. Compramos comida que otra gente ha preparado. Y cuando haces esto, pierdes el control de tu dieta, porque no sabes de d¨®nde viene lo que te presentan las marcas. Ellas no van a apoyar la agricultura y la cadena alimentaria que a ti te gustar¨ªa. Si eliges t¨² mismo tus ingredientes es como ayudas a que todo mejore¡±, afirma categ¨®rico. ¡°Despu¨¦s de tantos a?os en la brecha, te vuelves m¨¢s radical. Hay que acelerar el Slow Food [movimiento internacional por la gastronom¨ªa responsable liderado por Carlo Petrini]¡±. Defensor de la producci¨®n ecol¨®gica, Pollan insiste en que ¡°la comida industrial no sabe rica¡±.
Seg¨²n el escritor, nuestra vaguer¨ªa nos lleva m¨¢s a pillar comida preparada que a ponernos manos a la obra y elaborarla. ¡°Si cocinas, resintonizas tu vida¡±, quiere demostrar en las p¨¢ginas de su libro, estructurado en los elementos fuego, agua, tierra y aire. Cada uno representa un proceso culinario. La brasa, el hervor, la fermentaci¨®n, el amasado¡ Esto ¨²ltimo ha sido una tarea ¡°gratificante¡± para Pollan.¡±Me gusta aprender cosas nuevas e incentivar habilidades en los lectores con cada libro (que suele tardar unos tres a?os en escribir)¡±, dice. ¡°Hacer pan es incluso terap¨¦utico, te ayuda a meditar, a desconectar de tus pantallas y tus tel¨¦fonos. Tienes que usar tus manos y tus sentidos: hueles, tocas, sientes¡±, comenta sobre esta ¡°actividad primitiva¡± tan de moda ahora.
Y el escritor pone sobre la mesa una paradoja actual. ¡°Tenemos m¨¢s informaci¨®n que nunca sobre cocina, pero cocinamos muy poco o nada. Hay una fascinaci¨®n por la cocina, por los concursos, los restaurantes, es muy trendy¡ Hemos convertido la cocina en un deporte que no practicamos, sino del que somos espectadores. Tenemos que implicarnos en el juego. Lo que aparece en la televisi¨®n es sofisticado, con un mont¨®n de aparatos, r¨¢pido, esforzado, recetas complicadas¡ Es intimidatorio. Y en realidad cocinar en casa no es as¨ª, tan dif¨ªcil; es algo m¨¢s placentero¡±.
La preocupaci¨®n por la comida se ha convertido en Estados Unidos en una tendencia social
El escritor s¨ª practica lo que predica. Cocina, cultiva en su huerto¡ Y mantiene una constante complicidad con los chefs de su pa¨ªs. ¡°Se han convertido en personas muy influyentes, en l¨ªderes de un movimiento alimentario que aboga por la transparencia, por mostrarle a la gente la verdad sobre lo que come y por hacer que el consumidor conecte con la agricultura y entienda lo que hay detr¨¢s de un plato¡ Los chefs m¨¢s conocidos se han convertido en activistas. Y eso sorprende, porque la imagen que se suele tener es que se pasan la vida alimentando a ricos y privilegiados. Trabajan para reformar la dieta estadounidense y la agricultura. Sirven alimentos ecol¨®gicos. Es un proyecto muy ambicioso. La preocupaci¨®n por la comida se ha convertido en Estados Unidos en una tendencia social. Los chefs han tomado el micr¨®fono. Los mensajes de que la comida sana mejora la vida est¨¢n llegando a la gente, hay m¨¢s conciencia sobre la nutrici¨®n, sobre la necesidad de comer m¨¢s vegetales y abandonar tanta grasa y comida preparada. Hay motivos para sentirse optimista¡±.
Pollan no solo est¨¢ al tanto de los chefs estadounidenses. Sigue la labor de los cocineros espa?oles. ¡°Espa?a no se ha atascado en el pasado, est¨¢ reinvent¨¢ndose continuamente. Eso es inusual, tener una cultura gastron¨®mica tan antigua y seguir innovando y experimentando. Esa es una de las razones por las que nos interesa tanto a los estadounidenses. Antes los chefs americanos iban a Francia a aprender, ahora van a Espa?a. Creo que Espa?a tiene un buen equilibrio entre conservar el pasado e inventar el futuro. Tiene una de las m¨¢s grandes culturas alimentarias del mundo. La calidad ha sido siempre buena, pero ahora es excepcional. Y exportan productos interesant¨ªsimos, como el jam¨®n ib¨¦rico, el aceite de oliva, los vinos¡ Siempre he comido muy bien en Espa?a¡±, subraya el escritor. Su fascinaci¨®n por lo comido y lo vivido le ha llevado a dedicar en su libro Cocinar un cap¨ªtulo a Bittor Arginzoniz y su asador Etxebarri. ¡°All¨ª com¨ª el mejor filete de vaca de mi vida. ?Qu¨¦ bien sabe la carne de un animal feliz¡±, recuerda Pollan. Y se deshace en elogios hacia el trabajo de ese mago vasco de las brasas: ¡°Su reputaci¨®n ya es enorme en EEUU. Ten¨ªa mucha curiosidad por sus t¨¦cnicas de la cocina de fuego. Pas¨¦ un d¨ªa en el restaurante y en la cocina. Es un lugar incre¨ªble. Es muy dif¨ªcil explicar a la gente por qu¨¦ es tan especial y a la vez tan simple. Lo que hace Arginzoniz es una nueva forma de usar el fuego, el humo¡ con una delicadeza y una sutileza que habitualmente no se asocia con esa manera de cocinar con fuego. Es memorable. Hace que saborees los productos de una forma que nunca lo hab¨ªas hecho antes. Fue un viaje que me abri¨® los ojos. Me hizo pensar que cocinar con fuego tiene 5.000 a?os de antig¨¹edad pero todav¨ªa estamos aprendiendo c¨®mo hacerlo¡±.
El fuego no en su vertiente apetitosa, sino destructora, fue lo que impidi¨® a Michael Pollan visitar otro restaurante que le atra¨ªa, Mugaritz, y que fue arrasado por un incendio en 2010. ¡°Una pena, pero volver¨¦¡±, anuncia el escritor. Fue precisamente Ixo, la editorial del restaurante de Renter¨ªa, la que public¨® por primera vez en Espa?a una obra de Pollan, La bot¨¢nica del deseo, en 2008, por especial inter¨¦s del chef Andoni Luis Aduriz. Es, seg¨²n este cocinero, un libro sobre ¡°la dulzura, la belleza, la intoxicaci¨®n y el control, que mezcla historia, sociolog¨ªa, antropolog¨ªa y m¨¢s variantes del hecho de comer¡±. Con el eje de cuatro productos -manzana, tulip¨¢n, marihuana, patata- que supusieron revoluciones territoriales y pol¨ªticas Pollan traza un relato sobre c¨®mo influyen los alimentos en la vida humana.
El mundo vegetal, que le seduce por igual que el carn¨ªvoro, lo prob¨® tambi¨¦n en otro restaurante vasco, el Nerua de Josean Alija en el Museo Guggenheim de Bilbao. ¡°Es la comida vegetariana m¨¢s interesante que he probado¡±, confiesa el autor, apasionado por todo lo que esconden los alimentos y no percibimos a simple vista. ¡°Hay nueva ciencia que demuestra cu¨¢nto talento tienen las plantas, lo inteligentes que son¡±. De momento, este asunto sobre las sensibilidades ocultas lo ha plasmado en un art¨ªculo. Quiz¨¢ sea argumento de un pr¨®ximo libro.
Babelia
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