Jos¨¦ Falc¨®, el murci¨¦lago de la aviaci¨®n republicana
El piloto barcelon¨¦s logr¨® ocho derribos en la Guerra Civil
Jos¨¦ Falc¨® ¡ªal que el nombre (halc¨®n, en catal¨¢n) parec¨ªa haberlo predestinado¡ª fue un aviador audaz, capaz de derribar en una sola salida dos Messerschmitts Bf 109, el caza estrella de la Luftwaffe en la Guerra Civil espa?ola, y de pelear en el aire a oscuras en el vientre de la noche, donde solo se atrev¨ªan a aventurarse los m¨¢s h¨¢biles y valientes. Pero tambi¨¦n era el hombre que durante a?os cuid¨® y coloc¨® flores en el monumento a uno de los pilotos alemanes que abati¨®. Ahora ha ca¨ªdo ¨¦l, derribado por la edad y no por las ametralladoras de un rival m¨¢s diestro.
Falc¨®, que falleci¨® ayer en Toulouse, donde resid¨ªa, a los 97 a?os, protagoniz¨® el que est¨¢ considerado el ¨²ltimo combate a¨¦reo de la Guerra Civil en Catalu?a. Fue el 6 de febrero de 1939. Con el Ej¨¦rcito republicano en retirada continua tras la Batalla del Ebro, la fuerza a¨¦rea superviviente se reagrup¨® en el aer¨®dromo de Villajuiga (Girona) previo su paso a Francia. El d¨ªa anterior ya se hab¨ªa producido un ataque contra el campo por parte de la aviaci¨®n franquista: seis cazas Fiat Cr 32 ametrallaron a los republicanos en tierra. Falc¨® no tuvo entonces tiempo de despegar pero dispar¨® contra los atacantes con un fusil, con el que habr¨ªa acertado, seg¨²n su propio testimonio, a un piloto italiano. Es al d¨ªa siguiente cuando llega el gran ataque de los Messerschmitt de la Legi¨®n C¨®ndor. En medio del infierno, los aparatos republicanos tratan de despegar. Entre los pocos que lo consiguen est¨¢ el Polik¨¢rpov I-15, o Chato, de Falc¨®. Sorteando los disparos de los cazas alemanes, el piloto se lanza contra ellos ¡°como un perro rabioso¡± ¡ªtestimonian los atacantes¡ª, y derriba a uno. Luego, aunque hay controversia sobre este segundo, a otro. Pero el motor de su Chato se para y ha de planear hasta un campo de cultivo. Consigue llegar a la frontera francesa en un veh¨ªculo y es internado en Boulou, de donde pasa a Argel¨¨s-sur-Mer.
Falc¨® hab¨ªa nacido en la calle de Robadors de Barcelona, en el antiguo Barrio Chino. Contaba que su afici¨®n por el vuelo le vino cuando les explicaron en el colegio la aventura de Ram¨®n Franco y el hidroavi¨®n Plus Ultra ¡ªlo que es parad¨®jico si se piensa que luego se enfrentar¨ªa a la aviaci¨®n del hermano de estel¡ª. En 1936 fue movilizado para hacer el servicio militar en Marina, pero tras la sublevaci¨®n aprovech¨® la campa?a del Gobierno catal¨¢n para formar pilotos y fue admitido y enviado a la escuela de Alcantarilla. De all¨ª sali¨® como piloto de Chatos. David ??iguez, autor con David Gesal¨ª de La guerra a¨¨ria a Catalunya, subraya que Falc¨® es de los pocos pilotos de caza republicanos formados ¨ªntegramente en Espa?a.
Protagoniz¨® el que quiz¨¢ fuera
En 1938, tras numerosos combates, se le selecciona para las misiones de caza nocturna contra los ataques a Barcelona por parte de la Legi¨®n C¨®ndor, basada en Mallorca. Falc¨® no tiene ninguna experiencia y ha de conseguirla sobre la marcha. Su mec¨¢nico efect¨²a someras adaptaciones en su Chato y el aviador aprende a despegar y aterrizar de noche y a coordinarse con los antia¨¦reos. Para darse ¨¢nimos dibuja un murci¨¦lago en el fuselaje. Pasa muchas horas en su aparato con el tel¨¦fono en el regazo, esperando el aviso de un ataque. Al morir el jefe de la escuadrilla de caza nocturna, el jud¨ªo alem¨¢n Walter Katz, ¨¦l lo sustituye, pero no deja tambi¨¦n de realizar misiones diurnas.
En Francia trat¨® de unirse a la aviaci¨®n del pa¨ªs para luchar en la II Guerra Mundial, pero no le admitieron. Pas¨® a Argelia, donde trabaj¨® de mec¨¢nico y se cas¨®. Obtuvo la nacionalidad francesa y regres¨® finalmente a Francia y se instal¨® en Toulouse. Un d¨ªa, visitando el viejo campo de Villajuiga para rememorar su gran d¨ªa, localiz¨® la estela en memoria de uno de los pilotos de Messerschmitt abatidos, Heinrich Windemuth, y desde entonces no dej¨® de llevarle flores.
¡°Era un hombre afable, muy hospitalario y generoso¡±, rememora ??iguez que le conoci¨® bien. Piloto de caza de pura cepa, estaba orgulloso de sus acciones y ten¨ªa fama de exagerar un pel¨ªn, lo que no le resta m¨¦rito a su carrera. Colabor¨® activamente con la asociaci¨®n de aviadores de la Rep¨²blica para conseguir la dignificaci¨®n del colectivo y el reconocimiento a su papel en la Guerra Civil. El periodista franc¨¦s Pierre Challier es autor de una biograf¨ªa del aviador. Casualmente, el Sal¨®n del C¨®mic de Barcelona, que arranca el jueves y que, dedicado al tebeo y la guerra cuenta con un estand de los pilotos republicanos, tendr¨¢ a la venta una camiseta con Falc¨® y su biplano.
Se le acreditan ocho derribos (en 20 combates) y aunque el asunto de los dos Messerschmitts ha sido muy controvertido, no se los vamos a regatear hoy. ¡°El eterno debate de si tumb¨® uno o dos no podr¨¢ cerrarse nunca¡±, se?ala ??iguez. ¡°Pero es muy probable que fueran dos y que los alemanes nunca quisieran reconocerlo para no tener que admitir que un Chato pod¨ªa con dos de sus mejores cazas¡±.
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