Toni Servillo: ¡°En mi oficio he disfrutado gast¨¢ndome¡±

Hac¨ªa tiempo que un actor no encarnaba con tanta precisi¨®n el estado de ¨¢nimo de todo un mundo que languidece. Pero desde hace justo un a?o, cuando se present¨® en el festival de Cannes La gran belleza, Toni Servillo (Afragola, N¨¢poles, 1959) tiene ese extra?o ¡ªy quiz¨¢ inc¨®modo¡ª privilegio: su cara ya no es del todo suya, es tambi¨¦n la de Jep Gambardella, ese c¨ªnico y sentimental rey de los mundanos que un d¨ªa se cans¨® de abrazar la nada.

Ayer, Servillo present¨® en Madrid Le voci di dentro (Voces desde el interior), la obra de Eduardo de Filippo que interpreta y dirige y que se representa desde hoy y hasta el domingo, con casi todas las entradas agotadas desde hace meses, en los Teatros del Canal dentro del programa del Festival de Oto?o a Primavera. Horas antes de subir el tel¨®n, el actor particip¨® en una charla con el cineasta y escritor David Trueba, encuentro que se retras¨® no por las veleidades de la estrella sino por la impuntualidad de la viceconsejera de Turismo y Cultura, Carmen Gonz¨¢lez. Le voci di dentro se estrena una semana antes de que la ¨²ltima pel¨ªcula del actor, Viva la libert¨¤, de Roberto And¨°, llegue tambi¨¦n a la cartelera con una historia que vuelve a poner sobre la mesa su poder¨ªo interpretativo, capaz esta vez de desdoblarse sin m¨¢s ayuda que su piel en un l¨ªder de la izquierda italiana sumido en la depresi¨®n que recupera su aliento p¨²blico al ser suplantado por su hermano gemelo, un intelectual bipolar que acaba de salir de una cl¨ªnica de reposo. Locura, cordura, miedo, vida¡­ todo fluye con la misma naturalidad por las venas de este actor superdotado.

Con un puro a medio fumar entre los dedos, Servillo habl¨® de teatro (¡°una fiesta de los sentidos y de la inteligencia¡­ Un lugar donde tengo la oportunidad de reflexionar a fondo sobre mi oficio de actor¡­ Un arte que siendo totalmente fingido comunica una gran verdad¡±); de N¨¢poles (¡°me siento en deuda con mis ra¨ªces napolitanas, somos capaces de encontrar en el llanto una sonrisa¡±); de m¨²sica cl¨¢sica (¡°es mi gran afici¨®n, suelo recomendar a todos los j¨®venes actores que lean mucho sobre grandes int¨¦rpretes y directores de orquesta, que aprendan de construcci¨®n musical, de armon¨ªa, de lograr significados diferentes con la misma nota¡±); de Espa?a (¡°me quedar¨ªa con Camar¨®n, Lorca, tres o cuatro pel¨ªculas de Almod¨®var, Ma?ana en la batalla piensa en m¨ª, de Javier Mar¨ªas y, en otro orden de cosas, la paella...) y, c¨®mo no, de Jep Gambardella. ¡°M¨¢s all¨¢ de sus chaquetas rosas y amarillas, de que malgaste su propio talento envuelto en una atm¨®sfera dulce y suave, cuando Jep regresa a su casa de ma?ana, sabiendo que se est¨¢ equivocando, que se seguir¨¢ equivocando, deja a su paso esa estela de cosas fallidas que le une al resto de los hombres. Esa es mi explicaci¨®n del ¨¦xito del personaje¡±. ¡°Pero¡±, advierte, ¡°me incomoda y molesta la idea de que Gambardella se convierta en algo que no es, en un gur¨² o un faro de un modelo de vida. No hay que olvidar que es un personaje problem¨¢tico, un hombre que desperdicia su talento a favor de una realidad blanda¡±.

Nada m¨¢s lejos de la idea del trabajo de un actor que, seg¨²n sus propias palabras, ha construido su carrera sobre tres pilares: ¡°la renuncia, la fatiga y el sacrificio¡±. ¡°Y no lo digo con dolor, pero esos son los elementos clave de mi trabajo. Nada de narcisismo ni autocomplacencia. He basado mi oficio en la plena convicci¨®n de que disfrutaba gast¨¢ndome. Y el d¨ªa que se acabe, se acab¨®. El teatro no nos sobrevive. Mientras Spencer Tracy seguir¨¢ siempre vivo, la historia del teatro est¨¢ llena de enorme cantidad de talento que simplemente se desvanece¡±.

Para el montaje de Le Voci di Dentro que se estrena hoy, Servillo cuenta en el reparto con 14 actores, uno de ellos su propio hermano, Peppe Servillo, l¨ªder del grupo de m¨²sica la Piccola Orchestra Avion Travel. ¡°Yo quer¨ªa que mi hermano hiciera en la obra de mi propio hermano porque me parece que ese elemento biograf¨ªco ofrece un juego de espejos muy interesante para el p¨²blico y para nosotros. Que un actor recurra a la memoria biogr¨¢fica es una manera de estimular el material del que partimos¡±. Para Servillo la ¡°aventura¡± del teatro implica ¡°pensar actuando¡± y por tanto transmitir la importancia del texto a trav¨¦s de una b¨²squeda obstinada: ¡°la de la expresi¨®n¡±.

Seducidos por esa gran belleza del teatro, le escuchaban colegas como Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Nathalie Poza, Pilar Castro, Irene Escolar o Mario Gas, que desde la ¨²ltima fila dedic¨® al actor una declaraci¨®n de amor en toda regla por su prodigioso trabajo en la pel¨ªcula de Sorrentino, ganadora del ¨²ltimo Oscar a la mejor pel¨ªcula en habla no inglesa. Servillo, algo abrumado, ech¨® mano del puro y del estilo Gambardella y lament¨® que tantas atenciones no llegasen de boca de una ¡°hermosa¡± mujer. ¡°La invitar¨ªa a cenar hoy mismo¡±.