El ¡®hasta luego¡¯ de Ken Loach
El director brit¨¢nico deja abierta la puerta a m¨¢s rodajes El cineasta presenta en Cannes la que dijo que ser¨ªa su ¨²ltima pel¨ªcula, ¡®Jimmy¡¯s hall¡¯
Fue la primera pregunta, como no pod¨ªa ser de otra manera. "Se?or Loach, se rumorea que va a ser su ¨²ltima pel¨ªcula: ?es cierto?" ¡°Lo dije en un momento de m¨¢xima presi¨®n, con mucho material todav¨ªa por rodar. Pero luego llegas hasta el final. As¨ª que vamos a ver el Mundial de f¨²tbol este verano y ya hablaremos en oto?o¡±, fue la respuesta del cineasta brit¨¢nico. Es decir, otro supuesto adi¨®s al cine que suena m¨¢s bien a un hasta luego. As¨ª que a la espera de la nueva ¨²ltima pel¨ªcula de Ken Loach esta ma?ana se ha podido ver en Cannes la que presenta para optar a su segunda Palma de Oro tras El viento que agita la cebada: Jimmy¡¯s hall.
Ha habido dos secuencias de latigazos en la secci¨®n oficial de este a?o. Una la proporcionan los integristas isl¨¢micos de Mal¨ª a una joven culpable de cantar en Timbuktu. La otra se ha podido ver hoy y corre a cargo de la iglesia cat¨®lica, a otra mujer cuyo pecado es parecido: danzar. Por lo menos, la segunda barbaridad no es actual sino que se refiere a principios del siglo XX, donde est¨¢ ambientado el nuevo filme de Loach.
Relata la historia de Jimmy Gralton, un activista irland¨¦s que levant¨® un c¨ªrculo de baile y canto y se top¨® con la feroz oposici¨®n de la iglesia
El largo, inspirado en hechos reales, relata la historia de Jimmy Gralton, un activista irland¨¦s que levant¨® un c¨ªrculo de baile, canto e intercambio de ideas en su comunidad y se top¨® con la feroz oposici¨®n de la iglesia. ¡°O Jes¨²s o Jimmy¡±, suelta en un momento del filme el cura que se esmera en evitar que esos ¡°comunistas¡± sigan adelante con su m¨²sica y sus profanidades, aunque a la vez reconoce la pasi¨®n de su enemigo. ¡°Los religiosos que se opusieron al Jimmy real eran muy dogm¨¢ticos, sosten¨ªan que ir¨ªa al Infierno por escuchar el jazz, m¨²sica diab¨®lica. Quer¨ªamos un antagonista m¨¢s sofisticado¡±, asegur¨® el director, acogido por una ovaci¨®n en la sala de prensa.
¡°El filme es un tributo a todos los Jimmys que deben de estar en comunidades de todo el mundo que luchan por cambiar las cosas y corren serios peligros¡±; defendi¨® Paul Laverty, guionista una vez m¨¢s del cineasta brit¨¢nico. Y Loach record¨® como la lucha de Gralton sigue siendo actual un siglo despu¨¦s, aunque sea en otros t¨¦rminos: ¡°Hoy en d¨ªa el enemigo ser¨ªan las grandes compa?¨ªas que determinan cada aspecto de nuestras vidas. Los poderosos buscan esconder sus secretos, como los que sac¨® a la luz Chelsea Manning a trav¨¦s de Wikileaks. Desafiar al un sistema tan organizado es desafiar a Dios. Pero encontrar espacio para la disidencia es la mayor cuesti¨®n de nuestros tiempos¡±.
Laverty cont¨® que quedaron con la familia de Gralton para saber m¨¢s del personaje y llegaron a encontrar un se?or de 101 que vivi¨® las experiencias relatadas en el filme y a¨²n recuerda el d¨ªa en el que el c¨ªrculo de baile fue derribado. Y otra destrucci¨®n centr¨® parte de la conversaci¨®n: el adi¨®s al celuloide, que Loach se resiste a dejar. ¡°Cuando cortas las secuencias de esa manera consideras atentamente qu¨¦ haces. Lo puedes tocar, sentir, es m¨¢s humano¡±, relat¨® el director. Y explic¨® c¨®mo, al acabarse la cinta durante el rodaje, tuvieron que recurrir a la ayuda de estudios y cineastas por el mundo. Entre otros, respondi¨® Pixar, que adem¨¢s les envi¨® varios dibujos como regalo.
Al terminar la rueda de prensa, mientras Loach se quedaba firmando aut¨®grafos, le gritaron: ¡°No dejes el cine, no lo dejes¡±. Habr¨¢ que esperar al Mundial. Pero, tras hoy, ya parece menos probable.
Muy lejos de dejar el cine est¨¢ en cambio Xavier Dolan. El joven canadiense (25 a?os), considerado como el ni?o mimado del festival de Cannes, vuelve a la Croisette con Mommy, tras un par de a?os de pol¨¦micas. Cuatro de sus cinco pel¨ªculas han pasado por el certamen salvo la pen¨²ltima, Tom ¨¤ la ferme, que fue a Venecia. La raz¨®n, se dice, fue el enfado del director con Cannes por no ser seleccionado en la competici¨®n oficial sino solo en Una cierta mirada con su anterior largo, Laurence anyways. Esta vez Dolan se ha salido con la suya: opta por primera vez a la Palma de Oro y adem¨¢s el filme ha cosechado amplios consensos.
Adorado por sus fieles y despreciado por los que le tachan de pretencioso, Dolan despierta pasiones extremas. En Mommy, rodado en una novedosa pantalla vertical, el canadiense vuelve a proponer sus marcas de la casa: la importancia de la banda sonora (¡°es el alma de una pel¨ªcula), la fuerte apuesta visual, el intento de ser original. Tambi¨¦n vuelve a hablar de la relaci¨®n entre una madre y un hijo complejo, que ya afrontaba en su debut, Yo mat¨¦ a mi madre. ¡°La primera pel¨ªcula era autobiogr¨¢fica. En este caso no tiene nada que ver con mi madre, se lo prometo¡±, cont¨® Dolan ante la insistencia de las preguntas. De paso, el director regres¨® una vez m¨¢s a su pel¨ªcula favorita, Titanic, que cit¨® entre risas y que asegura haber visto una treintena de veces.
¡°No tengo miedo por mi edad, ni me creo yo mismo limites por ello. Tampoco creo que haya un momento apropiado para empezar a contar historias. No me siento ni joven ni viejo, solo intento narrar lo que me importa¡±, defendi¨® Dolan. Sus palabras recibieron el aplauso de la sala. Definitivamente, el hijo pr¨®digo hab¨ªa vuelto.
Babelia
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