Halladas cuatro zonas con restos ¨®seos en el convento donde se busca a Cervantes
Un equipo de 10 forenses examinar¨¢n los restos encontrados en una cripta con 33 enterramientos El autor de 'El Quijote de la Mancha' fue enterrado en el monasterio madrile?o en 1616
El hallazgo de los restos de Miguel de Cervantes se encuentra ya al alcance de la mano. As¨ª se deduce del informe geof¨ªsico presentado este lunes en el palacio de Correos, sede del Ayuntamiento de Madrid, en presencia de la alcaldesa Ana Botella. Hasta cuatro enclaves con presencia de huesos humanos han sido detectados por el equipo de georradar de Luis Avial, director t¨¦cnico de una empresa de prospecciones, que ha radiografiado el suelo y paramentos de la iglesia madrile?a del convento de las monjas Trinitarias, donde el escritor universal fuera enterrado por voluntad suya en 1616. Lo m¨¢s destacado es que la nueva fase de la investigaci¨®n ¡ª¡°que va a proseguir con el apoyo del Ayuntamiento¡±, anunci¨® Botella¡ª se va a realizar por un equipo de diez forenses, bajo la direcci¨®n de Francisco Etxeberria, de la Sociedad Aranzadi de estudios forenses, desde una cripta de 15 metros de longitud por 4,80 de altura y seis de anchura, que contiene entre 30 y 33 nichos con restos humanos en otros tantos enterramientos.
Ello implica un cambio de prioridad en cuanto a la direcci¨®n de la investigaci¨®n, que ha pasado de priorizar los supuestos enterramientos del subsuelo del templo a encaminarse hacia el contenido de los nichos de la cripta. La existencia de este ¨¢mbito funerario subterr¨¢neo se conoce desde 1673, a?o en que la iglesia trinitaria fue modificada y alterada su orientaci¨®n. No obstante, tanto Etxeberria como el historiador Fernando de Prado, quienes junto con Luis Avial forman parte del equipo investigador, creen que los restos de Miguel de Cervantes, si bien pudieron ser exhumados, no fueron sacados en ning¨²n momento del recinto monacal madrile?o. Se basan en el informe que sobre el tema realiz¨® en 1870 Mariano Roca de Togores, marqu¨¦s de Molins, por encargo de la Real Academia Espa?ola de la Lengua. "No era costumbre llevar fuera los restos de enterramientos", explica Etxeberria, "sino que quedaban en el interior del mismo recinto, incluso en zonas altas como las sotob¨®vedas y otros lugares semejantes". Este argumento lo corrobora De Prado al precisar que los enterramientos de monjas profesas y novicias sol¨ªan permanecer en espacios diferentes.
El mapa, presentado por Avial, muestra la existencia de cuatro zonas del subsuelo del templo, en el crucero, al lado izquierdo y dos de ellos en el centro posterior, cuya exploraci¨®n con georradar permite suponer la existencia en ellos de restos ¨®seos. El mapa exhibe la radiograf¨ªa del espacio conventual analizado "con una precisi¨®n hasta ahora no obtenida en ninguna de las actuaciones con georradar conocidas en Espa?a", seg¨²n reconoce Avial.
Mediante un dispositivo de alt¨ªsima definici¨®n, con una malla de 10 millones de puntos de informaci¨®n radiogr¨¢fica por metro cuadrado, el aparato, junto con la termograf¨ªa tambi¨¦n empleada, ha ubicado, medido y explorado decenas de oquedades que perforan la base y los muros del templo conventual. T¨²neles, peque?as grutas y pasadizos componen el conjunto ahora detectado a una profundidad de entre medio metro y cuatro metros.
Nadie, ni Avial, ni el historiador Fernando de Prado, ni el forense Francisco Etxeberria, que conforman el equipo investigador avalado por Pedro Corral, delegado municipal de Las Artes, para realizar la b¨²squeda, quieren ¡ªni seg¨²n reiteran, pueden¡ª echar las campanas al vuelo. El informe de Avial y su equipo perfila, no obstante, un margen amplio de esperanza compartido por Etxeberria y De Prado sobre la culminaci¨®n con ¨¦xito de la b¨²squeda de los restos de quien fuere Pr¨ªncipe de las Letras espa?olas, habida cuenta de la exhaustiva indagaci¨®n realizada en un espacio reducido, de unos 500 metros cuadrados.
En otros cometidos de b¨²squeda, de los numerosos realizados por Luis Avial en catedrales, incluso campos de labor, el georradar obtiene ¨®ptimos resultados de sus pesquisas aun cuando se trate de superficies cien veces mayores que las ahora tratadas, como acostumbran a ser los encargos que le son encomendados en numerosas investigaciones de car¨¢cter judicial o policial.
Sin embargo, el proceso no ha concluido, ni mucho menos. Tras culminar el trabajo del georradar, que dur¨® sobre el terreno una semana y el an¨¢lisis de los datos obtenidos, cuatro semanas m¨¢s, comienza ahora la fase m¨¢s delicada. La nueva etapa va a consistir en la instalaci¨®n de un equipo de diez forenses y arque¨®logos que se va a dedicar durante al menos una semana, a abrir la treintena de nichos que contiene la cripta y a examinar su estado y composici¨®n. Luego, se iniciar¨¢ otra fase de laboratorio, consistente en seleccionar aquellos fragmentos de huesos que contengan los elementos identificatorios m¨¢s relevantes de los hallados en los nichos.
Etxeberria y la arque¨®loga forense madrile?a Almudena Garc¨ªa-Rubio y su equipo deber¨¢n determinar si entre los rasgos que singularizan esos materiales ¨®seos hallados en las oquedades descritas existen concomitancias con los presumibles efectos del plomo arcabucero que da?¨® el estern¨®n de Cervantes en la batalla de Lepanto en 1571, o bien indicios de la atrofia que caracteriz¨® la mano izquierda del genial novelista.
Etxeberria considera menos probable que los huesos de la mu?eca, por su constituci¨®n m¨¢s fr¨¢gil, se conserven aunque no descarta que lo hagan los del estern¨®n, de mayor consistencia ¨®sea y tama?o. Si los huesos hallados, que son de origen calizo, conservan un espesor determinado pueden permitir un an¨¢lisis completo de alta fiabilidad. En un principio se pensaba que la determinaci¨®n de la identificaci¨®n de los huesos encontrados, en el caso de que re¨²nan las particularidades descritas atribuidas a Cervantes, no podr¨ªan contar con el cotejo de ADN, procedimiento usualmente empleado en tales casos. Ahora, el equipo investigador pondera la posibilidad de cotejar el material ¨®seo hallado con los restos mortales de Luisa de Saavedra, hermana de sangre de Cervantes, enterrada en un c¨¦ntrico convento de clausura de Alcal¨¢ de Henares. Tampoco se descarta la posibilidad de que puedan servir para el cotejo los restos ¨®seos existentes en un pante¨®n funerario de la catedral de Lugo, perteneciente al linaje nobiliario de los Saavedra ¡ªapellido presumiblemente originario de Miguel de Cervantes que algunos estudiosos creen que sus antecesores habr¨ªan cambiado por razones pol¨ªticas tras su persecuci¨®n por los Reyes Cat¨®licos¡ª. Los miembros del equipo investigador no desean quemar etapas y prefieren atenerse a criterios cient¨ªficos reiteradamente probados, que garanticen, por su prudencia, un ajuste de la informaci¨®n al curso, evidentemente, delicado y lento de la investigaci¨®n.
Es preciso destacar que la exhaustividad del an¨¢lisis de las oquedades y de los accesos a estos agujeros subterr¨¢neos detectados por el radar geol¨®gico va a permitir obtener un aluvi¨®n de datos morfol¨®gicos, geol¨®gicos, arqueol¨®gicos y forenses sobre el contorno hist¨®rico en el que se desarroll¨® la muerte y sepultura de Cervantes. Ello ha sido posible, seg¨²n reconoce Avial, gracias a la naturaleza del suelo en esa zona de Madrid que est¨¢ situada en las inmediaciones de la zona m¨¢s alta de la inclinada calle de Atocha que en el siglo XVII era la principal arteria capitalina de Madrid. ¡°Hemos encontrado menos humedad de la esperada, pese a haber sido el a?o pasado y lo que va de este a?os muy h¨²medos¡±, explicaba recientemente y con satisfacci¨®n Luis Avial, que remarca que ¡°son las humedades subterr¨¢neas los principales causantes de la erosi¨®n de los materiales existentes en el subsuelo, incluyendo la de los propios huesos de difuntos¡±.
Ahora se abre un nuevo frente de escollos para continuar la b¨²squeda de los huesos de Miguel de Cervantes. Los datos detectados aconsejar¨ªan proseguir el examen subterr¨¢neo en zonas contiguas de las hasta ahora exploradas pero tal territorio pertenece a la esfera de la clausura monacal. Por cierto, en el estudio de Avial se ha descubierto otra cripta de grandes dimensiones, paralela a la ya conocida y que se encuentra en la zona correspondiente a la clausura de las monjas. En esta otra cripta no se plantean investigar.
Jos¨¦ Luis Montes, prelado eclesial que supervisa el patrimonio art¨ªstico de la Iglesia en Madrid, ha desplegado gestiones previas a la investigaci¨®n para hacer viable el proceso de exploraci¨®n. Tambi¨¦n la Real Academia Espa?ola ha dado su aval a la b¨²squeda. Tanto Ana D'Atri, responsable del PSOE para la Cultura, como Milagros Hern¨¢ndez, concejal de Izquierda Unida, siguen muy de cerca el curso de la exploraci¨®n en el monasterio de las religiosas Trinitarias. La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que visit¨® semanas atr¨¢s a la abadesa del convento madrile?o, se ha mostrado comprometida en llevar a cabo todas las gestiones pertinentes para que los trabajos en favor del hallazgo de los restos mortales de Miguel de Cervantes Saavedra puedan culminar con ¨¦xito. Se cree que la nueva fase de la investigaci¨®n puede implicar un desembolso de 100.000 euros. Eso s¨ª, aseguran fuentes pr¨®ximas, ¡°la investigaci¨®n se realizar¨¢ con el m¨ªnimo impacto posible sobre la vida del convento¡±, seg¨²n coinciden Avial, Etxeberria y De Prado.
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