Fernando Pessoa, m¨¢s cerca que lejos
Una exposici¨®n en la Biblioteca Nacional indaga en la relaci¨®n del autor portugu¨¦s con Espa?a
Existi¨® una relaci¨®n de Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935) con Espa?a a pesar de la extendida creencia de que vivi¨® de espaldas a ella. Hay cartas intercambiadas con escritores espa?oles, art¨ªculos sobre Iberia e incluso una carta astral de la Segunda Rep¨²blica hecha por el escritor, gran aficionado al esoterismo y la astrolog¨ªa, uno de los asuntos que le uni¨® a Iv¨¢n Nogales, un exc¨¦ntrico escritor espa?ol que se presentaba en sus tarjetas de visita as¨ª: "Amante de los hambrientos rusos y hambriento del amor de las rusas". Una muestra, que desde hoy se puede visitar en la Biblioteca Nacional, indaga en esta conexi¨®n. "Nuestro objetivo es matizar, desmentir la idea de que Fernando Pessoa nunca se interes¨® por Espa?a ni su cultura", explic¨® uno de los comisarios Antonio S¨¢ez Delgado, profesor de Literatura Comparada en la Universidad de ?vora (Portugal) y traductor del poeta. En oto?o publicar¨¢ una nueva traducci¨®n del Libro del desasosiego con la editorial Pre-Textos.
Pessoa se relacion¨® con autores como Unamuno -con quien mantuvo una p¨²blica pol¨¦mica a prop¨®sito de la universalidad de la lengua- e incluso tradujo (al ingl¨¦s) la obra de Espronceda El estudiante de Salamanca con el seud¨®nimo de Alexander Search. "Creo que hay una relaci¨®n hist¨®rica, ¨¦l trat¨® de acercarse a Espa?a m¨¢s que otros escritores portugueses. Se relacionaba poco en general, ten¨ªa distanciamiento con todos los compa?eros, portugueses y no portugueses. Y Espa?a es de los pa¨ªses que antes y m¨¢s se interes¨® por ¨¦l. Pessoa tal vez sea uno de los elementos de uni¨®n entre Espa?a y Portugal", reflexiona Jer¨®nimo Pizarro, profesor de Literatura portuguesa en Bogot¨¢, que ha dedicado la ¨²ltima d¨¦cada a investigar el archivo del portugu¨¦s.
La primera referencia sobre la obra de Pessoa en Espa?a se public¨® en el diario La Provincia, de Huelva, en 1923, aunque no ser¨ªa hasta los sesenta, gracias a la antolog¨ªa traducida por Octavio Paz, cuando se extiendan conocimiento y admiraci¨®n hacia el hombre que escrib¨ªa, con cualquiera de sus heter¨®nimos, cosas as¨ª: "Se todo en cada cosa. Pon cuanto eres / en lo m¨ªnimo que hagas". En los ochenta, arrastrados por el boom experimentado en Portugal, se generaliza la devoci¨®n por Pessoa. Fue tambi¨¦n entonces cuando se organiza la primera exposici¨®n sobre el escritor en Espa?a, donde solo estuvo una vez y de pasada (una escala t¨¦cnica en Canarias en 1902 mientras viajaba hacia ?frica).
En la exposici¨®n, que arranca con el ¨®leo de Adolfo Rodr¨ªguez Casta?¨¦, se pueden ver misivas, textos literarios y cartas astrales (hizo cerca de 600) realizadas por Pessoa, adem¨¢s de algunas de las ediciones de sus obras en espa?ol.?
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