¡®Juego de tronos¡¯, un espect¨¢culo casi perfecto
Como el engranaje del mecano de los t¨ªtulos de cr¨¦dito, todo parece ya encajar en la serie
Como el engranaje del mecano de los t¨ªtulos de cr¨¦dito, todo parece ya encajar de forma din¨¢mica en Juego de Tronos (que emite Canal +): las m¨²ltiples tramas est¨¢n cada vez m¨¢s conectadas y los ajustes propios de una adaptaci¨®n monumental de las novelas a la televisi¨®n funcionan pese a recortes obvios y argumentos mezclados que despistan a los lectores de la saga. Ya apenas hay momentos para descansar y la monta?a rusa de acci¨®n, rellanos de pausa y subidas emocionantes se ha convertido en un salvaje descenso de r¨¢pidos por un r¨ªo de sangre, traiciones, venganzas e injusticias. La cuarta temporada ha vuelto al nivel que promet¨ªa la primera y, despu¨¦s de dos entregas irregulares, los 10 cap¨ªtulos de este a?o han cerrado una temporada espectacular.
Las sorpresas se han convertido en una constante
El acierto de esta cuarta entrega ha estado en un inicio con casi todas las piezas colocadas, sin p¨¦rdidas de tiempo. Y en haber diseminado con ritmo todos los momentos cumbre, desde la vitoreada Boda P¨²rpura (no tan impactante como la Roja, pero inesperada) hasta el enfrentamiento entre hijo y padre (al fin y al cabo sentado en un trono) del ¨²ltimo cap¨ªtulo. Hemos visto a una de las mejores parejas televisivas del curso, Arya y el Perro, a Jon Nieve crecer, pese a su eterna cara de pena, a los Lannister sufrir, a Daenerys recibir un bofet¨®n de realidad, m¨¢s elementos fant¨¢sticos y m¨¢gicos (aunque la serie se asienta mejor en los momentos m¨¢s realistas) y a Tyrion en su momento m¨¢s bajo con Peter Dinklage super¨¢ndose en la escena del juicio con una alegato que permanecer¨¢ en los altares seri¨¦filos.
La cuarta temporada ha recuperado el nivel que promet¨ªa la primera
Una vez m¨¢s, los guionistas y el escritor George R. R. Martin nos han vuelto a demostrar que nadie est¨¢ salvo y que nos pueden presentar a un personaje nuevo al que tomar cari?o para despu¨¦s hacernos saltar los ojos (y del asiento) con un desenlace cruel. El reto ahora est¨¢ en superar lo ofrecido desde la Boda Roja hasta ahora. Los que se han le¨ªdo los libros saben que va a ser complicado. No es que no queden cosas impactantes por aparecer ni muertes imprevistas, pero el cuarto y el quinto tomo (del que bastante ha aparecido ya en la serie) tienen tramas m¨¢s estancadas. Siempre queda el recurso de sacar elementos no vistos todav¨ªa ni en los libros. Ya ha ocurrido.
Las sorpresas se han convertido en una constante. Hasta tal punto que muchos seguidores en cuanto un cap¨ªtulo ha bajado un poco el ritmo o ha narrado una historia m¨¢s normal, se ha sentido un poco defraudado. Algo as¨ª pas¨® con el excelente episodio nueve, hasta ahora siempre portador de grandes sobresaltos, y que en esta entrega, con un cap¨ªtulo centrado en una historia, la batalla en el Muro, ha dejado prueba de que el cine y la televisi¨®n no est¨¢n tan alejados. Un episodio del que muchos, malacostumbrados a sorpresas permanentes, esperaban m¨¢s, pero que es una peque?a gran pel¨ªcula dentro de la serie.
Y olv¨ªdense del debate sobre la violencia y el sexo. Quien ve la serie sabe qu¨¦ se puede encontrar. S¨ª, hay bastante violencia, momentos puntuales en especial, como el final del duelo entre Oberyn y La Monta?a. Y s¨ª, hay sexo. Si solo fuera eso, si no hubiese entre medias di¨¢logos brillantes, frases aniquiladoras, giros de guion fuera de lo com¨²n en una ficci¨®n televisiva y una producci¨®n que ya quisieran muchas pel¨ªculas, entonces, igual, el debate tendr¨ªa m¨¢s sentido. Pero en esta serie, todo es por el espect¨¢culo, desde los rumores sobre lo que pasar¨¢ hasta el minuto final del ¨²ltimo episodio, pasando por las noticias del rodaje, por la salida de la primera imagen, del primer avance o por el anuncio del pr¨®ximo. Y por supuesto, los comentarios y homenajes o parodias de seguidores y detractores en las redes sociales. En todos los ¨¢mbitos, Juego de Tronos es un espect¨¢culo casi perfecto.
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