Julio Jos¨¦ Ordov¨¢s, demasiado l¨ªrico
'El Anticuerpo' contiene im¨¢genes potentes pero no acaba de cuajar como novela
Esta primera novela de Julio Jos¨¦ Ordov¨¢s (Zaragoza, 1976), tras la publicaci¨®n de diarios y poes¨ªa, no termina de acogerse del todo al g¨¦nero. Escrita con una prosa de hermoso lirismo, pero un tanto saturado, dispensa escenas de adolescencia rural, sugeridas m¨¢s que resueltas, en una sucesi¨®n temporal que, a medida que se avanza en la lectura, delata su falta de direcci¨®n. El anticuerpo propone la evocaci¨®n de la ¨¦poca en que el mundo se abre con sus tentaciones, como un tortuoso encantamiento, mientras se reconoce la propia singularidad por oposici¨®n al desenga?o de los adultos.
Aqu¨ª el muchacho que registra sus recuerdos es un narrador muy dotado para la apreciaci¨®n po¨¦tica, incluso en sus zonas de sordidez moral, lo que nos lleva a sospechar del car¨¢cter artificioso de la narraci¨®n. El autor parece haber recogido instant¨¢neas, cuadros de vivencias que va ensamblando en una sucesi¨®n acorde a alusiones proyectadas en la memoria, pero con un progreso discontinuo, incluso caprichoso, donde los personajes, muy prometedores en sus esbozos, no adquieren el desarrollo que parecen demandar. As¨ª el personaje de Josu, que se declara ?habitante de las cloacas?, un punk insertado en el pueblo, una presencia inquietante, pero borrosa, sirve de pretexto para derivaciones l¨ªricas sobre el nombre, la familia o la proliferaci¨®n de moscas que ?no respetaban los labios de los reci¨¦n nacidos, ni las narices de los enfermos, ni siquiera los p¨¢rpados de los muertos?. Tambi¨¦n sucede con las gemelas, personajes de relieve, de quienes se esperaba mayor incidencia, y lo mismo con el padre y la t¨ªa, descritos con trazos est¨¢ticos, casi cuadros costumbristas.
No obstante, si se prescinde de la necesidad de dotar de movimiento a los personajes, la concisa prosa de Ordov¨¢s, en ocasiones dotada de im¨¢genes refulgentes, convierte la lectura de El anticuerpo en una experiencia semejante a la que sugiere el mecanismo impredecible del poema, cuyos elementos se van ajustando con la letan¨ªa del asombro y la imprevisibilidad, y bajo ese r¨¦gimen no defrauda.
El anticuerpo. Julio Jos¨¦ Ordov¨¢s. Anagrama. Barcelona, 2014. 136 p¨¢ginas. 13,90 euros
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