Pero el porvenir no llega
'Verano en diciembre' es una cr¨®nica familiar que conecta maravillosamente con el p¨²blico
1 Por la habitual saturaci¨®n de estrenos (y que dure), se me escap¨® una y otra vez Verano en diciembre, de Carolina ?frica, Premio Calder¨®n de la Barca 2012 y reciente candidata a tres premios Max (mejor espect¨¢culo revelaci¨®n, mejor autor¨ªa novel, mejor empresa privada), hasta que por fin he podido verla. Tarde de domingo, sensaci¨®n triplemente porte?a. La calle de las Pe?uelas parece morir en unos jardines, pero resucita de repente al otro lado, poco antes de Santa Mar¨ªa de la Cabeza: all¨ª es donde est¨¢ La Belloch, la diminuta sala que la autora y directora levant¨®, en cooperativa, en abril de 2013. Mientras camino pienso en el trazado laber¨ªntico del barrio del Parque Chas (que nunca he pisado); pienso que Verano en diciembre naci¨® en Buenos Aires, en los cursos de Timbre 4, bajo la tutela de Claudio Tolcachir y Lautaro Perotti, y durante la funci¨®n pensar¨¦ en las hermanas de Para vestir santos,la serie de Javier Daulte.
Tiene la obra una filiaci¨®n inequ¨ªvocamente argentina (y el t¨ªtulo, para rematar, alude a una esperanza transoce¨¢nica) pero tambi¨¦n espa?ol¨ªsima. Invierno en Madrid, crisis omnipresente que lo empoza todo, desde la comida caducada a las escasas esperanzas. Cielo bajo, frustraciones al borde del estallido, presente vac¨ªo, futuro m¨¢s que incierto, como en aquella copla: ¡°Senta¨ªta en la escalera / esperando el porvenir / pero el porvenir no llega¡±. No hay trabajo, no hay amor, no hay dinero para llevar a la abuela a una residencia. Es un texto de ahora mismo, aunque bien podr¨ªa ser un sainete agridulce del ¡°teatro social¡± de los cincuenta o, mejor, un relato de Garc¨ªa Hortelano o de Carmen Mart¨ªn Gaite.
La abuela, la madre y las tres hermanas se quieren, pero est¨¢n atrapadas en un nudo de tensiones, un pozo irrespirable de no ser por el humor y la ternura que se entreveran en los di¨¢logos. La funci¨®n quiz¨¢ tarda un poco en arrancar, o tal vez esa primera parte requerir¨ªa algo de poda, aunque esa posible lentitud le sirve a la autora para pintar a sus criaturas con capas sucesivas y dejar que las vayamos conociendo.
Carolina ?frica tiene lo que hay que tener: coraz¨®n, o¨ªdo y olfato para la verdad, o las verdades
Pilar Manso es Teresa, la madre cari?osa, meticona, controladora. Virginia Frutos es Carmen, la hermana mayor, vitalista, fr¨ªvola, desnortada. Carolina ?frica interpreta a Alicia, la mediana, l¨²cida, amarga, intentando salir adelante como pintora. Almudena Mestre es Paloma, la peque?a, ingenua y sabia, casi una santa laica, atrapada por la ansiedad y los tranquilizantes. Las cuatro est¨¢n bien observadas (aunque Carmen, siendo ver¨ªdica, tiene acentos caricaturescos y alg¨²n t¨®pico), y notablemente servidas por las actrices, pero la abuela Martina, dulc¨ªsima y feroz (¡°?me daba con una piedra en la cabeza y me quedaba tan a gusto!¡±), perdida en la niebla de la demencia, se convierte en el personaje clave de la obra, descrita con una gran econom¨ªa de recursos. Dos momentos memorables: la anciana intentando atrapar con la cuchara las frutas estampadas en el mantel de hule y, po¨¦tica y estremecedora imagen, cuando se contempla en el espejo y cree ver a su madre esper¨¢ndola al otro lado: ¡°La pobre est¨¢ muy seria y arrugada, pero cuando me mira ?se le pone una sonrisa!¡±. El papel de Martina comenz¨® a ensayarlo la actriz valenciana Carmen Belloch en el local que lleva su nombre, pero muri¨® al poco tiempo. La reemplaz¨® Lola Cord¨®n, otra enorme veterana a la que no ve¨ªa desde el Fin de partida de Lupa, y que realiza una composici¨®n emotiv¨ªsima. Tambi¨¦n recordar¨¦ la estupenda escena, cercano ya el final, en que las hermanas se sinceran y anudan sus v¨ªnculos, cuando el cielo comienza al fin a abrirse y desear vuelve a ser ¨²til, como dir¨ªa Handke.
Carolina ?frica tiene lo que hay que tener: coraz¨®n, o¨ªdo y olfato para la verdad, o las verdades. Pero hay algo m¨¢s. Hay espect¨¢culos en los que se advierte una poderosa complicidad entre sus int¨¦rpretes, nacida (no creo equivocarme en esa intuici¨®n) de haber cocinado el plato lenta, minuciosa, colectivamente. Esa complicidad, ese esp¨ªritu de compa?¨ªa, una de las cosas m¨¢s bellas que existen y que no puede encontrarse en otras artes m¨¢s solitarias, hace que la familia de Verano en diciembre conecte maravillosamente con el p¨²blico. Todav¨ªa pueden verla ma?ana, cerrando temporada, pero consulten la cartelera de La Belloch porque, me dicen, est¨¢ ¡°en repertorio¡± y la ir¨¢n reponiendo cada tanto. Y har¨¢ gira por Espa?a en oto?o, antes de viajar a Colombia, Argentina y Uruguay.
2 Zambombazo en la cripta de La Perla 29 con el nuevo montaje de Oriol Broggi (Cels, de Wajdi Mouawad), del que estas l¨ªneas solo son un aperitivo porque hay mucha tela que cortar. De acuerdo, el t¨ªtulo de la funci¨®n es soso. Y Seuls, el anterior trabajo de Mouawad, rozaba, a mi juicio, la inanidad pura y dura. Pero Cels vuelve a ser una pieza de caza mayor, como Incendies, solo que aqu¨ª adopta el singular formato de un thriller de conspiraci¨®n cruzado con alta tragedia, con ecos de Ballard, Kolt¨¨s y, esta vez s¨ª, Lepage. En una indeterminada central de inteligencia, un experto en criptograf¨ªa cu¨¢ntica se ha suicidado despu¨¦s de haber descubierto lo que parece el plan secreto y terrible de un ataque inminente. Contra reloj, sus compa?eros tratan de averiguar en qu¨¦ consiste la ¡°pista Tintoretto¡±. Dos horas de tensi¨®n, poes¨ªa salvaje y enigmas en cadena, con int¨¦rpretes fenomenales ¡ªXavier Boada, M¨¤rcia Cister¨®, Eduard Farelo, Xavier Ricart, Ernest Villegas y Carles Mart¨ªnez, m¨¢s otros cameos en v¨ªdeo¡ª dirigidos por Broggi con pulso firm¨ªsimo: lo m¨¢s parecido a zamparse una serie apasionante de una sentada (m¨¢s Rubicon que 24), pero con los actores a dos pasos. Acaba de estrenarse y estar¨¢ hasta el 27 de julio en la cripta de la Biblioteca de Catalunya, o sea que reserven ya.
Aconsejo reservar tambi¨¦n para los inminentes espect¨¢culos del festival Grec. La compa?¨ªa Toneelgroep Amsterdam, que el a?o pasado nos deslumbr¨® con Tragedias romanas, vuelve (?solo del 2 al 4 de julio!) con una adaptaci¨®n de El manantial, la novela de Ayn Rand que King Vidor llev¨® al cine en 1949 con Gary Cooper y Patricia Neal. Y en el Romea (del 2 de julio al 3 de agosto), Julio Manrique estrena La partida (Dealer¡¯s Choice, 1995), la funci¨®n que lanz¨® a Patrick Marber, con un gran reparto: Ramon Madaula, Andrew Tarbet, Joan Carreras, Andreu Benito, Marc Rodr¨ªguez y Oriol Vila. Y esto es solo el principio.
Verano en diciembre. Direcci¨®n: Carolina ?frica. Int¨¦rpretes: Lola Cord¨®n, Pilar Manso, Virginia Frutos, Carolina ?frica y Almudena Mestre. La Belloch Teatro. Madrid. Hasta el 29 de junio.
Cels. De Wajdi Mouawad. Direcci¨®n: Oriol Broggi. Int¨¦rpretes: Xavier Boada, M¨¤rcia Cister¨®, Eduard Farelo. La Perla 29. Biblioteca de Catalunya. Barcelona. Hasta el 27 de julio.
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