Alfred D?blin vuelve de la guerra
Se publica ¨ªntegra por primera vez en castellano la tetralog¨ªa 'Noviembre de 1918'
Noviembre de 1918 es una monumental novela de uno de los m¨¢s grandes escritores en lengua alemana del pasado siglo. Alfred D?blin, bien conocido en Espa?a por haber sido editadas la mayor¨ªa de sus novelas, entre ellas su obra maestra, Berlin Alexanderplatz (C¨¢tedra, 2002), naci¨® en la actual Szczecin, Polonia, en 1878. Pertenece al movimiento expresionista que tanto peso tuvo en las vanguardias de principios del siglo XX, se exili¨® a Francia en 1933 a la toma del poder por los nazis y posteriormente a Estados Unidos. En 1945 regres¨® a Alemania y complet¨® los cuatro vol¨²menes de Noviembre de 1918, obra que vio la luz en 1950. Esta es la primera vez que se traduce completa y de manera fiable a nuestra lengua, gracias al esfuerzo extraordinario del profesor Carlos Fortea.
La novela arranca en el fin de la guerra de 1914-1918, con el Ej¨¦rcito alem¨¢n de retirada, y llega hasta los primeros d¨ªas de enero de 1919, con el asesinato de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo. Es una novela hist¨®rica, pero es mucho m¨¢s que una novela de g¨¦nero gracias a la poderosa escritura de D?blin. El expresionismo fue un movimiento que prioriz¨® el subjetivismo del artista, esto es, la ¡°expresi¨®n¡± contra la representaci¨®n objetivista, ¡°impresionista¡± de la realidad, de manera que destacaba sobre todo la seria crisis existencial del individuo al tiempo que criticaba la alienaci¨®n del industrialismo, la represi¨®n moral y religiosa, y marcaba una tendencia a mostrar la realidad interior y el an¨¢lisis psicol¨®gico, pero tambi¨¦n un compromiso social y de denuncia apoyado en un lenguaje preciso, crudo que no desde?aba una visi¨®n siniestra de la vida capaz de llegar hasta el absurdo, como sucediera con Franz Kafka.
D?blin, que pertenece a la tendencia m¨¢s objetivista del expresionismo, consigui¨® una s¨ªntesis extraordinaria entre el realismo de corte balzaciano y una nueva forma de captar la realidad, que no renunciaba a la experimentaci¨®n. Influido sin duda por John Dos Passos, concibi¨® una forma de escritura narrativa en la que la simultaneidad, la intertextualidad, la cr¨®nica y el cine, el collage incluso, romp¨ªa el discurso l¨®gico y cronol¨®gico en favor de una expresi¨®n nueva que result¨® decisiva en el desarrollo de la novela moderna. Con todo ello, construy¨® esta historia de la revoluci¨®n alemana inscrita en la Rep¨²blica de Weimar.
En la novela desfilan personajes reales y ficticios de todas las facciones, pero tambi¨¦n aparecen como personajes, por as¨ª decirlo, los grupos sociales (socialdem¨®cratas, independientes, militares, espartaquistas), lo cual permite una integraci¨®n novelesca de individuos e historia realmente deslumbrante. Naturalmente, algunos individuos sobresalen y llevan el hilo de la acci¨®n de manera simult¨¢nea con los movimientos de grupo (proletarios, cuerpos de Ej¨¦rcito, gabinetes¡). Entre los primeros, aparte de los pol¨ªticos o jefes militares y policiales, destacan el teniente Becker ¡ªejemplo claro del hombre angustiado por su necesidad de comprender la realidad¡ª, el dramaturgo Stauffer, las mujeres ¡ªesposas o madres¡ª que los acompa?an, sus amigos y compa?eros y, especialmente en el ¨²ltimo volumen, las figuras de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburgo, que alcanzan una dimensi¨®n tr¨¢gica en la doble visi¨®n de su interioridad y su conflictiva relaci¨®n personal y pol¨ªtica realmente estremecedora.
Es particularmente admirable el modo en que consigue ir mostrando de una manera literaria los movimientos que las diversas facciones en liza van realizando, para tomar posiciones ante sus objetivos. Por ejemplo, el modo en que los militares mon¨¢rquicos esconden la derrota convirti¨¦ndola en un regreso triunfal de las tropas, la visi¨®n de la moral de esas mismas tropas a trav¨¦s de la dura realidad que contradice la intenci¨®n del mando, el desconcierto de las masas sin l¨ªderes que las dirijan y organicen, la interminable sucesi¨®n de reuniones pactistas que abocan a la inacci¨®n a la Rep¨²blica mientras los aliados discuten las condiciones del armisticio, los conflictos personales de la gente singularizada con sus respectivas historias personales y el modo en que tratan de entender lo que les sucede y qu¨¦ decisi¨®n o direcci¨®n tomar cada uno, y cada uno definido con su propia personalidad, sus titubeos, sus cambios, sus deseos, sus amores, sus culpas. Los hilos de esta historia son tantos, tan variados, tan sugerentes y tan equilibrados que s¨®lo cabe calificar a esta obra de esfuerzo monumental.
Tal acumulaci¨®n puede y debe resultar excesiva, pero no oscura ni dif¨ªcil de seguir. Hay partes ¡ªlas enso?aciones, delirios o lucubraciones de algunos personajes, tan propias del expresionismo¡ª que resultan recargadas, pero no desdicen el valor de la obra, son las menos y est¨¢n llenas de intensidad dram¨¢tica.
En definitiva, estamos ante un fresco hist¨®rico que llega encarrilado por el camino que abri¨® Flaubert en La educaci¨®n sentimental, donde por primera vez integr¨® lo personal con lo hist¨®rico, lo p¨²blico y lo privado, dando lugar al nacimiento de la novela moderna. Y Noviembre de 1918 es un paso adelante y una obra ejemplar, en todos los sentidos.
Noviembre de 1918. Alfred D?blin. Traducci¨®n de Carlos Fortea. Volumen 1: Burgueses y soldados. 512 p¨¢ginas. 32,50 euros. Volumen 2: El pueblo traicionado. 576 p¨¢ginas. 37,50 euros. Volumen 3: El regreso de las tropas del frente. 640 p¨¢ginas. 37,50 euros. Volumen 4: Karl y Rosa. 832 p¨¢ginas. 39 euros. Edhasa. Barcelona, 2011-2014
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