C¨¢ncer de l¨¢grimas

Est¨¢n las pel¨ªculas para llorar y luego est¨¢ la de la chica con c¨¢ncer en los pulmones que vive agarrada a una mochila con una bombona de ox¨ªgeno, que se enamora de un chico que tuvo c¨¢ncer y al que le cortaron una pierna, amigo de otro joven con glaucoma que puede quedarse ciego. Esa pel¨ªcula es Bajo la misma estrella, basada en un best seller de John Greene, y, sorpresa, no est¨¢ nada mal por un triple motivo. Por la solidez interpretativa de Shailene Woodley, un prodigio en el plano corto, en la contenci¨®n, la simpat¨ªa y los matices. Por la delicadeza de Josh Boone, el autor de Un invierno en la playa, que nunca hurga en la herida. Y por un texto original con unas cuantas frases que calan por su sencilla contundencia: ¡°Lo ¨²nico peor de estar muri¨¦ndose de c¨¢ncer es tener una hija muri¨¦ndose de c¨¢ncer¡±; ¡°La depresi¨®n no es un efecto colateral del c¨¢ncer; es un efecto colateral de estar muri¨¦ndose¡±. De modo que la consecuencia es la (i)nevitable: un r¨ªo de l¨¢grimas, para el que las demande. Los dem¨¢s, huyan